La OCDE rebaja dos décimas la previsión de crecimiento de España en 2025 y 2026 por la guerra comercial
- Calcula un avance del PIB del 2,4% en 2025 y del 1,9% en 2026 sostenido por la demanda interna
- El ritmo de la economía española seguirá siendo superior al de la eurozona y Estados Unidos
La incertidumbre geopolítica y económica afectará también a España. Así lo ha anticipado este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha rebajado dos décimas la previsión de crecimiento de la economía española en 2025 y 2026, hasta el 2,4% y el 1,9%, respectivamente.
Esto supone una revisión a la baja respecto al informe de marzo, cuando el efecto de la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense, Donald Trump, lastró las proyecciones del organismo para todas las grandes economías, salvo España y Turquía. Ahora, estima que el producto interior bruto (PIB) español se "moderará gradualmente", aunque su ritmo seguirá siendo superior al de la eurozona (1% en 2025 y 1,2% en 2026) y Estados Unidos (1,6% y 1,5%).
El último recorte deja las previsiones de la OCDE por detrás de las del Gobierno y la Comisión Europea, que coinciden al prever un avance del 2,6% en 2025 y del 2,2% en 2026.
Demanda interna fuerte, pero exportaciones ralentizadas
De acuerdo con el Informe de Perspectivas de la OCDE, la demanda interna sostendrá el crecimiento gracias a un "mercado laboral sólido, el aumento de la renta real y el elevado ahorro de los hogares", que se relacionan también con la caída de la inflación. A este respecto, espera que la tasa general pase del 2,4% este año al 1,9% el que viene, y la subyacente del 2,3% en 2025 al 2% al 2026, cuando se alcanzaría el objetivo del Banco Central Europeo.
El documento apunta igualmente como factores positivos para España los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que permitirán aumentar la inversión en este periodo, al tiempo que se reducen los costes de financiación por la bajada de los tipos de interés. Pero el escenario arroja también algunas sombras: los retrasos en la ejecución del plan y un eventual endurecimiento de las condiciones financieras mundiales "podrían limitar el repunte", advierte.
Por otro lado, la OCDE espera que se ralentice el crecimiento de las exportaciones de empresas españolas, como consecuencia de la guerra comercial de Donald Trump. España está menos expuesta a los aranceles del 10% sobre todos los bienes de la Unión Europea y del 25% sobre los automóviles, el acero y el aluminio que otros países, pero las ventas de maquinaria y de productos agroalimentarios pueden verse igualmente afectadas. Por último, puede influir negativamente la debilidad de la demanda de los principales socios comerciales en medio de la guerra comercial.
"Acompañando a los sectores productivos, salvando empresas y trabajadores, es como permitimos que no se nos desplome todo, como ha pasado en la historia negra de Mariano Rajoy y del PP", ha valorado al respecto la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en una entrevista en Las mañanas de RNE, donde ha celebrado también que el desempleo haya bajado de los 2,5 millones de personas por primera vez desde 2008.
Asimismo, los cálculos del organismo con sede en París reflejan una reducción del déficit fiscal de España al 2,8% en 2025 y al 2,3% en 2026, desde el 3,2% de 2024. Relacionan esta senda a la baja con una caída de los gastos (una vez superadas "progresivamente" las ayudas a la energía y a los afectados por la dana) y una subida de los ingresos por las medidas fiscales y una "fuerte creación de empleo". En concreto, la OCDE espera que el paro baje al 10,7% este año y al 10,1% en el próximo.
"Las previsiones también incorporan un aumento gradual del gasto en defensa en 2025 y 2026, e iniciativas gubernamentales para ayudar a los sectores afectados por las tensiones comerciales, por valor de 14.000 millones de euros (0,9% del PIB), canalizándose la mayor parte del apoyo a través de sistemas de garantía y préstamos", añade el informe.
La incertidumbre lastra el despegue de la eurozona
El informe proyecta para Alemania un crecimiento del 0,4% en 2025 y del 1,2% en 2026, mientras que espera una ralentización de Francia (hasta el 0,6% este año antes de recuperarse ligeramente el próximo, hasta el 0,9%) e Italia (0,6% y 0,7%). Los analistas señalan expresamente el efecto de los aranceles y los cambios en la política comercial internacional como cargas para sus economías.
En cuanto a la eurozona en conjunto, la OCDE prevé que el PIB se fortalezca paulatinamente hasta el 1% en 2025 y el 1,2% en 2026, después de las variaciones por debajo del 1% registradas en los dos años anteriores. El estudio de perspectivas vincula esa marcha a la recuperación de la demanda exterior, al tiempo que crezca el consumo privado. Sin embargo, el optimismo en la inversión privada que se podría esperar después de la bajada de los tipos de interés se ve aguado por la incertidumbre en los mercados internacionales. En el caso del gasto privado, los fondos europeos juegan a favor.