Condenan a 20 años de prisión al excirujano francés acusado de abusar de 299 menores
- Joël Le Scouarne recibe la máxima pena posible en Francia por delitos de violación
- El tribunal ha declarado al excirujano, de 74 años, culpable de prácticamente todos los cargos
El excirujano Joël Le Scouarnec, considerado el mayor pederasta de Francia, ha sido condenado este miércoles a 20 años de cárcel por violación y agresión sexual a 299 menores. Le Scouarnec abusaba de sus pacientes cuando estaban bajo los efectos de la anestesia.
El Tribunal de lo Criminal de Vannes (en Bretaña, al oeste del país) ha declarado a Le Scouarnec, de 74 años, y especialista en aparato digestivo, culpable de prácticamente todos los cargos y le ha sentenciado a la máxima pena posible en Francia por delitos de violación.
El excirujano ha declarado ante el tribunal que cometió "actos despreciables" durante 25 años mientras ejercía como médico en el oeste de Francia, en un juicio que ha conmocionado al país y ha suscitado preguntas incómodas para el sistema público de salud. Se considera el peor caso de pedocriminalidad en Francia que ha llegado a juicio.
Boceto judicial, realizado el 5 de marzo de 2025, que muestra al abogado Maxime Tessier (izq.) y al cirujano francés jubilado Joël Le Scouarnec durante el juicio de este último por agresión y violación a 299 pacientes, en el Tribunal Penal de Vannes Benoit PEYRUCQ / AFP
Máxima pena posible en Francia
Los jueces le han impuesto el cumplimiento mínimo de dos tercios de la pena antes de que pueda solicitar cualquier beneficio penitenciario y le han prohibido cualquier tipo de actividad con un menor durante el resto de su vida.
La presidenta del tribunal, Aude Buresi, ha argumentado que se le aplica la pena más severa por delitos sexuales por la gravedad de los delitos, por su "comportamiento obsesivo", así como por la forma de actuar "depredadora" y porque se encarnizaba con sus víctimas.
Buresi ha explicado que, a pesar de la avanzada edad del condenado, el cumplimiento de dos tercios de la pena se considera adecuado teniendo en cuenta que no se puede saber qué ocurriría si estuviera en presencia de niños.
Le Scouarnec ha escuchado el veredicto de pie, mirando a la magistrada, sin hacer comentarios y sin reacción aparente, en una sesión que apenas ha durado 13 minutos para la lectura de las conclusiones del tribunal.
"Estupor" entre las víctimas ante la posibilidad de que Le Scouarnec salga antes
La semana pasada, Le Scouarnec reconoció en su última declaración antes del veredicto que "nada más que la prisión" pudo frenar "los impulsos y perversiones" que habitaban en él y admitió todos los hechos que se le imputan. El fiscal Stéphane Kellenberger justificó la severidad de la pena por los "graves problemas de personalidad" del acusado y su "peligrosidad evidente".
Una abogada de las acusaciones particulares ha declarado tras la vista que, con el sistema de computación de penas de Francia, el condenado podría salir libre "en seis años", y que eso causa "estupor" a las víctimas.
Otra letrada ha considerado que aunque se le ha impuesto la pena más fuerte posible "sabe a poco" ante la gravedad de los delitos de Le Scouarnec y el impacto que ha tenido en las vidas de sus víctimas.
Décadas de abusos a menores y una condena por violación
La magnitud de los abusos de Le Scouarnec se reveló tras su arresto en 2017 cuando vivía en la pequeña ciudad de Jonzac (Aquitania, al oeste del país), después de que la hija de unos vecinos, de seis años, contase a sus padres que la había penetrado con sus dedos.
Tres años más tarde, le condenaron a 15 años de prisión por la violación y agresión sexual de la pequeña, así como de sus dos sobrinas y una paciente de cuatro años.
A partir de entonces, todo se desencadenó para el médico, casado y con tres hijos, que acaba de jubilarse después de 36 años de carrera y que en su vida laboral pasó por un total de quince hospitales del oeste y noroeste del país.
Durante la investigación del caso, la policía descubrió una enorme cantidad de material que le fue requisado y que necesitó mucho tiempo para ser estudiado, lo que desembocó en este segundo juicio, con 299 víctimas, aunque se considera que podría haber hasta 57 más.
Las autoridades encontraron diarios electrónicos que parecían detallar más de dos décadas de violaciones y agresiones sexuales a pacientes jóvenes en hospitales de toda la región, así como un alijo de muñecas sexuales, pelucas y pornografía infantil.
Un punto clave en el proceso han sido los 'cuadernos negros', unos diarios en los que anotaba sus delitos y sus reflexiones sobre la pederastia. En esos diarios escribía lo que llamaba "cartas pederastas" con narraciones a las que buscaba dar un aire literario. Esto permitió a los investigadores identificar a las víctimas, en su mayoría pacientes de apenas 11 años de edad.
Pero, sobre todo, realizaba fichas con detalles de sus delitos: fecha, nombre de la víctima, hechos cometidos, las circunstancias (normalmente cuando estaban bajo los efectos de la anestesia) y la sensación que le produjo su realización. También se le confiscaron varios discos duros informáticos, con más de 300.000 documentos, en los que había imágenes de prácticas sexuales extremas y en ocasiones ultraviolentas.
La fiscalía investiga la responsabilidad penal
La fiscalía local, cuya oficina dirigió la investigación sobre Le Scouarnec, ha abierto una investigación independiente para determinar si hubo responsabilidad penal por parte de organismos o personas que podrían haber evitado los abusos.
Buena parte de los delitos juzgados en este proceso, cometidos entre 1989 y 2014, hubieran podido evitarse si las autoridades hubieran realizado una mayor labor de prevención tras una condena en 2004 por consultar y descargar archivos de pornografía infantil en internet, dentro de una red internacional desmantelada por el FBI estadounidense.
Las víctimas y sus familias han preguntado públicamente por qué las autoridades sanitarias locales y nacionales no detuvieron a Le Scouarnec. La condena a cuatro meses de cárcel exentos de cumplimiento y a seguir terapia, no le impidió seguir trabajando con menores en hospitales públicos.
El médico reconoció el daño "irreparable"
"Soy consciente de que el daño que he causado es irreparable", declaró Le Scouarnec en la apertura de su juicio en febrero, cuando se le acusó de violación o agresión sexual con agravantes contra 299 víctimas. "Le debo a todas estas personas y a sus seres queridos admitir mis acciones y sus consecuencias, que han sufrido y seguirán sufriendo toda su vida", añadió y reconoció que no merece "ninguna indulgencia".
Le Scouarnec también confesó que abusó de su nieta cuando tenía dos y tres años, pese a que no figuraba entre las víctimas. El excirujano explicó que el primer abuso ocurrió cuando la niña apenas tenía año y medio y ha admitido que se exhibió desnudo ante ella.
El juicio ha tenido lugar en un momento de reflexión sobre los delitos sexuales en Francia tras la condena de Dominique Pelicot, declarado culpable en diciembre de drogar a su esposa hasta dejarla inconsciente e invitar a decenas de hombres a su casa para violarla.
Varias decenas de víctimas y activistas de derechos humanos se han congregado frente al juzgado antes del veredicto, sosteniendo una pancarta hecha con cientos de trozos de papel blanco con siluetas negras, uno por cada víctima. Algunos papeles indican el nombre y la edad, mientras que otros se refieren a la víctima como "Anónimo".