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Rumanía, polarizada entre el voto a un europeísta o a un euroescéptico

  • El ultraderechista George Simion ganó la primera vuelta del pasado 4 de mayo holgadamente con un 40% de los votos
  • Nicusor Dan, candidato independiente liberal y alcalde de Bucarest desde 2020, se presenta como un político leal a Bruselas
Rumanía vota inmersa en la mayor crisis política desde la caída del comunismo

Rumanía vota para elegir definitivamente a su nuevo presidente. Según las encuestas de opinión, la batalla electoral está muy reñida entre el ultraderechista George Simion, admirador del estadounidense Donald Trump o de la italiana Giorgia Meloni, y Nicusor Dan, candidato independiente liberal y alcalde de Bucarest desde 2020.

La participación de los habitantes que conforman el sexto país más poblado de la Unión Europea va a ser el factor decisivo que determine el lado hacia el que se decante la balanza. Radu Magdin, exasesor del Gobierno y analista político rumano, en una entrevista que ha concedido a Radio Nacional, señala que cuanta más movilización haya, mejor parado va a salir el candidato centrista: "Hay mucho en juego para este país de la Unión Europea y de la OTAN, clave en el flanco oriental de la Alianza Atlántica", reconoce Magdin.

Simion ganó la primera vuelta del pasado 4 de mayo holgadamente con un 40% de los votos. Una cifra que casi triplica los resultados que la propia Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), su partido, consiguió en las elecciones del año pasado que fueron canceladas después. También dobla los resultados que obtuvo entonces el inhabilitado Georgescu. Pero la ventaja del líder de AUR se ha ido reduciendo a medida que se acerca el día de la esperada cita con las urnas. Por su parte, Dan tiene el reto de recoger los votos que la población rumana no dio a Simion hace dos semanas.

Simion vs. Dan

Simion, en declaraciones a RNE, asegura que su partido está basado en valores tradicionales como la familia o la fe y arremete contra la Unión Europea: "Nuestro lugar está en Europa, sí, pero como iguales, no como súbditos. Mientras Bruselas impone reglas, olvida proteger lo más sagrado: la dignidad de nuestros ciudadanos. Queremos una Europa fuerte, pero también queremos que Rumanía sea respetada, como lo son países fuera de la UE, como Noruega o Suiza". Bucarest forma parte de la UE desde 2007.

El aspirante a ocupar el Palacio de Cotroceni, sede del jefe de Estado en Rumanía, se alinea por tanto con el discurso de otras figuras del ultranacionalismo populista europeo, como el primer ministro húngaro, Viktor Orban, y su lema de inspiración estadounidense "Haz que Europa sea grande otra vez". Sin embargo, no pertenece al mismo partido político que Orban en la Eurocámara, Patriotas por Europa (al que también pertenece el líder de VOX, Santiago Abascal), sino que es vicepresidente de los Conservadores y Reformistas, la formación que lidera el ex primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, que sucede en el cargo a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Simion, además, ha hecho campaña por la unificación de Moldavia y Rumanía, por lo que se le ha prohibido la entrada a estos países vecinos en diferentes ocasiones. La presidenta moldava, Maia Sandu, estos días ha apostado abiertamente por el triunfo del candidato proeuropeo. Mientras, Simion se muestra firmemente en contra de seguir dando ayuda a Ucrania. Una promesa que contrasta con la de su rival, el liberal y centrista Nicusor Dan.

En una charla con varios medios de la prensa internacional, entre ellos Radio Nacional, el alcalde de Bucarest, matemático de formación, se define como un político europeísta: cree que su país debería llevar a cabo una diplomacia más activa en Bruselas y se muestra preocupado por la situación en Ucrania, país con el que Rumanía comparte más de 500 kilómetros de frontera.

Dan describe el apoyo a Kiev como “fundamental para la seguridad comunitaria” y está a favor del llamado rearme europeo: "Lo que propongo es aumentar nuestro gasto en Defensa hasta el 3'5% de aquí al 2030, progresivamente", afirma este político independiente. Asimismo, admite que, durante muchos años, existe cierta distancia entre la sociedad y los políticos: "La gente siente que no forma parte de las decisiones, que los representantes no trabajan para la población, sino para ellos mismos", apunta el fundador de uno de los partidos de más largo recorrido, Unión Para Salvar Rumanía, ahora en horas bajas, y que abandonó hace años.

Rumanía celebra la segunda vuelta de las presidenciales en medio de un clima de polarización

La cancelación de las elecciones sigue presente

El aspirante liberal se muestra a favor de la decisión del Tribunal Constitucional de anular los resultados de la primera vuelta de las polémicas elecciones que tuvo lugar en noviembre. La corte dio este paso a tan solo 48 horas de la segunda ronda ante la sospecha de una injerencia rusa tras recibir documentos de inteligencia desclasificados, que identificaron más de 85.000 ciberataques al sistema informático electoral y 25.000 cuentas de TikTok previamente inactivas que habían amplificado los mensajes de Georgescu, catapultándolo hasta la victoria. Aunque apoya este movimiento del tribunal, Dan cree que las autoridades competentes tendrían que dar más explicaciones.

Un razonamiento que, de nuevo, difiere con las ideas de su adversario: "Es un ataque directo contra la democracia, no solo de Rumanía, sino de toda Europa. Estamos viendo un patrón que ya conocimos con líderes como Marine Le Pen o Donald Trump. Cuando el pueblo elige, el sistema mueve cielo y tierra para revertirlo", explica a RNE Simion, de 38 años, con más de un millón de seguidores en la red social china. Desde el primer momento, el ultranacionalista se ha declarado el heredero político Calin Georgescu, ganador inesperado de esos comicios de noviembre, actualmente bajo investigación por una presunta financiación ilegal de su campaña y, por tanto, vetado de la repetición de las presidenciales.

Bogdan Dima, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Bucarest, asegura a los micrófonos de RNE que "el problema en Rumanía es que se pretende dar un argumento jurídico para un problema político. Quienes cuestionan la legalidad de este proceso instrumentalizan el caso. Esta decisión, que es legal, se ha tomado porque uno de los candidatos infringió las leyes electorales y de financiación", zanja el profesor Dima, quien insiste en que la voluntad de la gente y sus preferencias a la hora de votar, siempre se tienen y se han tenido en cuenta.

El analista político Radu Magdin, por su parte, añade que muchos rumanos, incluidos los que no votaron en su momento al prorruso Georgescu, se sienten ofendidos y decepcionados con las instituciones tras la cancelación de la primera vuelta de noviembre del año pasado. Simion, por tanto, se beneficia de este enfado mientras que Dan promete luchar contra la corrupción y se presenta como un político leal a Bruselas.

Crisis económica

A nivel interno, una de las mayores preocupaciones para todos los ciudadanos en su conjunto es la economía. Y también ha sido uno de los temas centrales de la campaña de esta segunda vuelta. Más aún, sabiendo que el presidente electo podrá nombrar al primer ministro (ahora interino, tras la dimisión del socialista Marcel Ciolacu por los malos resultados el pasado 4 de mayo en la coalición gobernante) que es quien tiene el poder de ejecutar ciertos cambios.

Según datos de Bruselas, uno de cada tres habitantes de los diecinueve millones del país están en riesgo de pobreza y de exclusión social. La renta familiar media es aproximadamente un tercio de la media de la Unión Europea. Sin embargo, el producto interior bruto per cápita en Bucarest, duplica la media nacional. "No estamos creciendo ni lo suficientemente rápido ni hemos crecido para todos al mismo ritmo. Hay mucha desigualdad", aclara a la radio pública española Roxana Dorobantu, profesora de Economía en la Universidad de Bucarest.