Dimite el primer ministro de Rumanía tras el fracaso electoral de su candidato en las elecciones presidenciales
- El mandatario, Marcel Ciolacu, también ha anunciado la salida de su partido del Gobierno de coalición
- Los ministros del gabinete tienen previsto continuar en funciones hasta después de la elección de un nuevo presidente
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El primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, ha presentado su dimisión tras la derrota del candidato respaldado por su coalición prooccidental en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. La formación de Ciolacu, el Partido Socialdemócrata (PSD), ha anunciado también su salida del Gobierno de coalición que mantenía con el Partido Nacional Liberal (PNL) y la Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR).
"Esta coalición ya no es legítima, así que presento mi renuncia", ha declarado brevemente Ciolacu a la prensa tras participar en una reunión con su partido.
La arrolladora victoria del candidato de extrema derecha y líder de la formación ultra Alianza para la Unión de los Rumanos, George Simion, ha desatado una tormenta política en Bucarest. Apenas unas horas después de confirmarse su resultado —más del 40 % de los votos—, el Gobierno de coalición ha comenzado a tambalearse, con varios titulares en la prensa nacional que calificaban de "inminente" la dimisión de Ciolacu.
Según el político socialdemócrata, los dos principales objetivos de la alianza tripartita que subió al poder eran "formar un Gobierno con un primer ministro del PSD" y "tener un candidato común para el cargo de presidente de Rumanía", si bien finalmente esta segunda meta no se ha logrado.
A pesar de la renuncia, los ministros del gabinete tienen previsto continuar en funciones hasta que se configure una nueva mayoría parlamentaria, previsiblemente tras la segunda vuelta de los comicios. Según fuentes citadas por la emisora Digi24, el actual ministro de Educación, Daniel David, vinculado al PNL, podría asumir de forma interina el liderazgo hasta que se reconfigure el escenario político.
Revés electoral para los partidos tradicionales
El resultado electoral de la primera vuelta ha sido demoledor para los partidos tradicionales: ni PSD, ni PNL, ni el minoritario UDMR han logrado colar a su candidato, Crin Antonescu, en la segunda vuelta. Lo superó por un estrecho margen el independiente y alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, que enfrentará a Simion el próximo 18 de mayo.
En la recta final del recuento, Antonescu perdió con una diferencia inferior a un punto porcentual ante Dan, quien es ahora el único rival de Simion.
Pese a su figura proeuropea y reformista, Dan parte con desventaja ante un Simion que ha capitalizado el descontento social con un discurso crítico contra el establishment rumano y afín a la línea populista del presidente estadounidense, Donald Trump. Entre sus posturas, se incluye anular el envío de la ayuda militar a Ucrania.
El cargo presidencial en Rumanía tiene importantes competencias, en especial relacionadas con la política exterior y de defensa. A su vez, este Estado es una pieza clave en el flanco sudeste de la OTAN y alberga un importante contingente de soldados de la Alianza Atlántica, incluidos batallones españoles, que desempeñan un rol clave para la estabilidad y seguridad en el Mar Negro.
Una hipotética victoria de Simion ampliaría el grupo de líderes euroescépticos en la Unión Europea, como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, o el eslovaco, Robert Fico, en un momento en que Europa lucha por formular su propio plan de defensa frente a las presiones de Washington.
