Liu Weidong, analista: "Trump busca el desacople de China pero su fin es un nuevo orden económico mundial"
- El experto Liu Weidong lleva décadas investigando la relación entre China y Estados Unidos
- Analiza la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo
La guerra comercial entre titanes mantiene al mundo en vilo. Para entender mejor lo que está en juego y qué bazas pueden jugar los contendientes, hablamos con Liu Weidong, que lleva décadas investigando la relación de su país con Estados Unidos. Es investigador del Instituto Americano y subdirector de la Oficina de Investigación Política de la Academia China de Ciencias Sociales. Son cada vez menos los expertos chinos que conceden entrevistas a medios extranjeros, pero él accede.
"Creo que Trump ha hecho todo lo posible por destruir la economía china, pero China se ha preparado para este momento durante al menos ocho años. Y creo que su población puede tolerar mejor la presión que la estadounidense", explica a TVE desde el jardín de la Academia.
Es cuestión de paciencia. Según el experto, Washington tiene más prisa por negociar que Pekín. Después de la meteórica escalada de aranceles que desató Donald Trump el pasado 2 de abril, Washington y Pekín rebajaron la tensión con la reunión de sus jefes negociadores en Ginebra, de la que salió una rebaja arancelaria del 115% y el compromiso de establecer un mecanismo para sentarse a negociar.
¿Llamará Xi Jinping a Donald Trump? "No. No, no lo creo", contesta entre carcajadas Weidong. Argumenta que fue Estados Unidos quien inició la guerra comercial, no China; pero también lo achaca a la idiosincrasia de este país. "A los chinos les importa mucho su "cara", su reputación, así que especialmente el Gobierno no creo que quiera "perder la cara", como decimos aquí, perder prestigio frente a EE.UU.", asevera.
Occidente acusa a China de "sobreproducción", es decir, de producir más de lo que el mundo es capaz de consumir. La Unión Europea teme que los productos chinos que no compre Estados Unidos acaben inundando su mercado. Y la población china, con un consumo débil y la actual crisis inmobiliaria, no puede absorber todo el exceso de producción.
Pulso comercial
En el pulso comercial entre las dos mayores economías, resistir puede resultar clave. Pero, ¿cuál es la más autosuficiente?
"Quizás la economía estadounidense. Los productos que llegan a Estados Unidos del exterior se están reduciendo prácticamente cada año. Pero para China, las exportaciones son un factor muy importante para mantener nuestro crecimiento económico", argumenta el experto.
La mayor fortaleza del gigante asiático, su gran baza, son las tierras raras, minerales críticos para la tecnología y la defensa. China extrajo el año pasado el 70% de la producción mundial. Pero el gigante asiático también tiene alguna debilidad, además de su fuerte dependencia de las exportaciones.
"El punto más débil es la alta tecnología, creo, aunque hemos hecho un gran programa; pero tenemos un largo camino por recorrer si queremos alcanzar a EE.UU.", asegura Liu.
Guerra arancelaria
La guerra arancelaria no es sólo contra China, afecta a todo el mundo. ¿Qué pretende Trump? "El desacople de China, creo que todo el mundo sabe que es su objetivo principal y más importante. Pero creo que China no es su fin último: él quiere reestructurar el orden económico mundial. Quiere que Estados Unidos consiga más del nuevo sistema", asegura el investigador del Instituto Americano.
La guerra comercial ha golpeado a la economía mundial, pero también podría generar nuevos equilibrios en la geopolítica del planeta. Algunas alianzas podrían resentirse ante los envites de Washington y Pekín podría encontrar su nicho de nuevos socios, como mínimo, comerciales.
"La amenaza de EE.UU. al mundo y a China es también una oportunidad para nosotros. Si aprovechamos convenientemente esa ocasión, China puede hacer algunos progresos en sus relaciones con otros países, unirse con ellos para actuar conjuntamente contra Estados Unidos. Quizás no seamos aliados, pero estamos enfrentándonos a la misma situación, así que podemos ayudarnos mutuamente. Estoy seguro de que el soft power (poder blando) de EE.UU. se reducirá, sin duda. Y, probablemente, el de China crecerá", concluye Liu Weidong.
China lleva años ganando influencia en el llamado sur global, con financiación y grandes proyectos de infraestructuras a través de su Nueva Ruta de la Seda. Las presiones de la Administración Trump han conseguido que Panamá abandone ese gran proyecto de Xi Jinping. Pero en la cumbre entre China y la CELAC, que agrupa los países latinoamericanos y del Caribe, Colombia se ha unido a la Nueva Ruta de la Seda. En el encuentro, Pekín también ha fortalecido sus lazos con Brasil, que ya le proporciona más soja que Estados Unidos, y con Chile, un gran potencial minero.
"Creo que en el futuro China se hará más fuerte de lo que es ahora. China no quiere una guerra comercial, pero si Estados Unidos la inicia, tenemos que aceptarla y al final la ganaremos", pronostica el experto Liu.
Si a corto plazo la embestida de Trump puede frenar el crecimiento de China, a largo plazo el gigante asiático podría acabar sacando partido... y quién sabe si ganando la partida.