España afina sus redes para pescar en el río revuelto de la ciencia de Estados Unidos
- El programa Atrae contratará a investigadores punteros en el extranjero, muchos de ellos descontentos con Trump
- El nuevo Gobierno norteamericano ha disminuido la financiación y ha paralizado amplios sectores científicos
No corren buenos tiempos para la ciencia en Estados Unidos. Esta es la conclusión que se extrae de una encuesta realizada por Nature, una de las publicaciones científicas más prestigiosas a nivel mundial, en la que el 75% de los más de 1.200 investigadores estadounidenses que respondieron consideran abandonar su país. Muchos de ellos, según afirman, están buscando trabajo en Europa y Canadá.
Poco después de que esta encuesta viese la luz, otros 2.000 científicos enviaron una carta abierta al pueblo estadounidense, que se convirtió en una llamada de auxilio. En el texto, los investigadores pedían al Gobierno de Trump que cese su "ataque generalizado" a la ciencia y hablaban de "censura" y de "destrucción de la independencia". Los firmantes, entre ellos varios premios nobel, mantenían que los recortes y los cambios en el sistema de investigación están "diezmando" la actividad científica.
Estados Unidos siempre ha sido uno de los mejores lugares del mundo para desarrollar una carrera científica. Invierte más en investigación y desarrollo que ningún otro país, cuenta con una red de universidades e institutos del máximo nivel (como Harvard, MIT, Stanford o Caltech), y tradicionalmente ha atraído talento internacional. Además, la colaboración entre el sector público y el privado favorece la rápida transferencia del conocimiento científico a aplicaciones prácticas, lo que se ha traducido en la creación de algunas de las empresas más punteras a nivel mundial.
Sin embargo, los profundos recortes de la Administración Trump están provocando que muchos científicos del país reconsideren su situación. El nuevo Gobierno ha disminuido drásticamente la financiación de la investigación y ha paralizado amplios sectores de la ciencia sostenida con fondos federales, en el marco de una iniciativa gubernamental de recorte de gastos liderada por el multimillonario Elon Musk. Un protagonismo político, el de este último, que aunque parece estar llegando a su fin, no deja de resultar chocante, ya que sus dos principales empresas, Tesla y especialmente SpaceX, han recibido miles de millones de dólares en ayudas públicas en los últimos años, tanto de forma directa como indirecta, a través de contratos gubernamentales, subvenciones y beneficios fiscales.
En esta coyuntura, el Gobierno de España se ha dispuesto a pescar en el río revuelto de la ciencia estadounidense, y ha lanzado sus redes a investigadores que actualmente trabajan en este país y que están descontentos con las políticas de Trump. Este será el principal objetivo del programa Atrae 2025, que gestiona la Agencia Estatal de Investigación (AEI), y que en su tercera convocatoria contará con un presupuesto de 45 millones de euros para la contratación de líderes mundiales en sus respectivos campos de investigación, con "un foco muy especial en los investigadores que se encuentran en Estados Unidos y que están siendo despreciados por la actual Administración".
Coloides y nanomateriales en el País Vasco
Eric Hill es uno de estos científicos norteamericanos que llegará a España en las próximas semanas, aunque no de manera directa, ya que lo hará desde la Universidad alemana de Hamburgo, donde trabaja actualmente. Él se dedica a la química coloidal, y su proyecto Atrae se centrará "en el uso de microburbujas inducidas por láser para imprimir materiales compuestos y aleaciones en superficies sólidas", un conocimiento que después se aplicará a la fabricación de sensores y dispositivos miniaturizados. Su destino será el Centro Vasco de Materiales, Aplicaciones y Nanoestructuras (BCMaterials), en principio durante los próximos cuatro años, aunque tampoco descarta quedarse en España más allá de ese plazo, "mientras esté satisfecho con su situación investigadora".
El investigador estadounidense Eric Hill. E.H.
Sobre el nuevo escenario de su país, este químico no se muerde la lengua. "Los recortes de financiación a diferentes agencias federales son alarmantes y han creado un ambiente de miedo que distrae de la investigación y siembra una falta de confianza en la dirección futura de la ciencia en Estados Unidos", declara a RTVE.es.
Hill opina que el "clima de miedo" es "especialmente fuerte en agencias gubernamentales y centros de investigación, donde la gente teme perder sus empleos", aunque cree que "no se detiene ahí", ya que "incluso en instituciones académicas no gubernamentales, como las universidades, existe un riesgo real de perder subvenciones activas y futuras oportunidades de financiación". "Estados Unidos ha sido históricamente reconocido por la investigación científica, en gran parte debido a la significativa cantidad de financiación gubernamental que apoya la investigación básica, y este estatus está en peligro", advierte.
Además, critica la "decisión de la Administración Trump de cuestionar ciertos términos como cambio climático o desigualdad en salud, y desaconsejar fuertemente su uso a través de órdenes ejecutivas", lo que a su juicio "interfiere con la capacidad de los científicos para comunicar su investigación claramente", y "está a solo unos pasos de la censura explícita".
La decisión de Eric Hill de establecerse en España para seguir desarrollando su carrera profesional no es arbitraria. Este estadounidense ha considerado varios motivos que son de gran relevancia para él. Entre ellos, destaca que en España, junto con otros países de la Unión Europea, "hay muchos expertos en mi campo de investigación —el de los coloides/nanomateriales—, lo que le convierte en una buena ubicación para construir colaboraciones". Además, el instituto en el que trabajará, BCMaterials, "se encuentra en una etapa incipiente", lo que "le da la oportunidad de dejar su huella".
También cree que "el sistema educativo español ha formado a muchos grandes estudiantes, que son un activo para cualquier programa de investigación". Y, por último, pero "no menos importante", considera que España "es un país hermoso que ofrece condiciones laborales estables y un buen equilibrio entre trabajo y vida personal".
Estudio de los ríos contaminados
Audrey H. Sawyer es doctora especializada en Hidrología y profesora de la Escuela de Ciencias de la Tierra de The Ohio State University. El programa Atrae llevará a esta investigadora hasta el Grupo de Hidrología Subterránea, dentro de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), en Barcelona, donde investigará el efecto del lecho de los ríos como un filtro purificador natural.
Audrey H. Sawyer, investigadora estadounidense especializada en Hidrología. A.H.S.
Sawyer se muestra crítica con el Gobierno de Donald Trump, ya que "nunca antes había visto cambios tan drásticos en mi área de investigación—los recursos hídricos— durante una Administración previa".
Las Ciencias de la Tierra —que incluyen campos como la Geología, la Climatología, la Oceanografía o la Meteorología— suelen ser particularmente vulnerables a políticas como la del nuevo presidente, que priorizan el desarrollo económico inmediato sobre la sostenibilidad ambiental. La combinación de recortes presupuestarios, desregulación y negacionismo científico ha creado un entorno especialmente hostil para estas disciplinas.
"En este momento, creo que a algunos científicos y estudiantes les resulta difícil hablar sobre sus experiencias y opiniones debido a las posibles consecuencias. Como catedrática que dejará los Estados Unidos, me siento privilegiada de poder compartir mis experiencias", declara a RTVE.es esta investigadora, quien detalla cómo en su área de trabajo "la Administración está reduciendo el número de científicos en las agencias gubernamentales encargadas de recopilar los datos sobre ríos, acuíferos, y agua potable", a pesar de que "los estadounidenses desean conocer la calidad de sus aguas".
El programa Atrae representa para ella una "oportunidad" de enfrentarse a nuevos retos profesionales "en una etapa en la que ya he aprendido y experimentado mucho, pero aún tengo mucho que aportar". Según confiesa, su intención es quedarse en el Grupo de Hidrología Subterránea y "establecer su nuevo hogar profesional de manera permanente en España". "El país cuenta con una comunidad de hidrólogos ambiciosos y creativos, y es un honor unirme a ella. Además, considero que España es un lugar ideal para criar a nuestras hijas", valora.
Repatriación de cerebros fugados
Pero no todos los científicos contratados bajo el paraguas de Atrae son extranjeros. El programa también quiere convertirse en un incentivo para repatriar cerebros fugados, como sucedió con Germán Labrador, un investigador español que se acogió a la primera edición de 2023, lo que le permitió regresar desde Estados Unidos y trabajar en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS / CSIC).
Para él, aunque reconoce que "las condiciones salariales y otros elementos académicos que ofrecen las universidades de élite en Estados Unidos siguen siendo muy superiores a las del sistema español", existen otros elementos "de tipo personal y social que hacen mucho más atractiva la vida en el contexto español". "El programa Atrae me ha ofrecido un itinerario de regreso consistente, unas condiciones de incorporación sólidas y una base de confianza para el retorno", expresa a RTVE.es. "Después de 20 años de trabajo, se trata de un cambio con vocación de permanencia. Mi voluntad es la de trasladar mi aprendizaje en el extranjero a mi país", afirma.
Germán Labrador, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS / CSIC). G.L.
Sobre la actual situación de la ciencia en Estados Unidos, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional, Labrador opina que "está habiendo un cierto alarmismo", ya que "la Administración Trump está aplicando una doctrina del shock sobre las universidades", que es "un poco como la cuestión de los aranceles: busca generar un contexto de pánico e incertidumbre que permita impulsar reformas que en otro contexto serían inaceptables y producirían una gran resistencia".
"Es una suerte de chantaje: si queréis fondos federales para la investigación es necesario producir recortes de libertades y derechos en los campus norteamericanos, uno de los espacios de pensamiento crítico más importantes del país", reflexiona este profesor e investigador especializado en la cultura española contemporánea.
"La educación y la investigación son o pueden ser poderosas fuentes de retorno económico, de desarrollo colectivo, pero también de justicia social y democratización", mantiene Labrador, para quien el programa Atrae representa "un paso decisivo en la dirección correcta".