Conservadores y socialdemócratas cierran un acuerdo para formar Gobierno en Alemania
- Merz anuncia un giro para reducir la migración irregular pero sin tocar el derecho de asilo
- Los socialdemócratas ostentarán al menos dos ministerios, la de Finanzas y Defensa, y nombrarán a sus propios representantes
Seis semanas después de las elecciones generales, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Friedrich Merz y los socialdemócratas (SPD) han cerrado este miércoles su acuerdo para formar Gobierno en Alemania. En la presentación del pacto, Merz, que será el futuro canciller, ha afirmado que esta coalición es una señal de que la primera economía europea tiene un gobierno capaz de actuar en tiempos económicos inciertos, en una clara alusión a la actitud hostil de Estados Unidos en política comercial.
El nuevo Gobierno alemán ha acordado medidas en contra de la migración, permitiendo las deportaciones a Siria y suspendiendo las reagrupaciones familiares, pero a la vez respetando el derecho de asilo. También pretenden poner fin a todos los programas federales de admisión de refugiados y no establecer nuevos programas en el futuro. Con estas medidas, el nuevo canciller asegura que llevará "a Alemania a la época anterior a la ola migratoria de 2015". Además, el nuevo Gobierno contará por primera vez con un Consejo de Seguridad Nacional permanente en la Cancillería que asumirá todas las cuestiones en materia de política de seguridad en tiempos de incertidumbre y tensiones geopolíticas.
En el ámbito económico, ambos partidos han pactado reducir el impuesto sobre la electricidad y las tarifas de red. Reintroducirán las rebajas fiscales para el gasóleo en la agricultura, junto con nuevos incentivos a la compra de vehículos eléctricos. En el documento publicado, los socios de la coalición han expresado que planean recortar el impuesto de sociedades, impulsar la inversión industrial y estudiar la modernización de las normas de endeudamiento.
También quieren abolir una controvertida ley de calefacción y de almacenamiento de gas que Berlín introdujo en 2022 para cubrir los costes de sustitución del gas ruso después de que Moscú cortara los suministros.
Con este pacto y si ningún contratiempo lo impide, la cancillería volverá a manos de los conservadores después de los tres años de Olaf Scholz, del SPD, cuyo mandato estuvo marcado por las repercusiones económicas y políticas tras el inicio de la guerra en Ucrania. Para Merz, el acuerdo "es una señal muy fuerte y clara para los ciudadanos de nuestro país. Y también es una señal clara para nuestros socios de la Unión Europea".
Un mes de negociaciones
El acuerdo pone fin a más de un mes de negociaciones para formar una gran coalición entre el futuro canciller y el SPD. Los conservadores ganaron las elecciones del 23 de febrero y, como no llegaron al 30% necesarios para alcanzar la mayoría absoluta, Merz emprendió unas negociaciones "largas y difíciles".
Este miércoles ambos partidos se han vuelto a reunir después de la intensa jornada vivida el martes en la que se debatieron por más de 13 horas. A pesar de que la víspera medios como ntv y Focus adelantaron que había ya un principio de acuerdo, las negociaciones continuaron en la sede de la CDU y fue ahí donde llegaron a un acuerdo. En estas reuniones se trataron los últimos retoques del pacto de coalición.
Los 19 negociadores concluyeron su trabajo en la tarde del martes y, a partir de entonces, ya solo se reunieron los jefes de los dos partidos, según informa la prensa. Han sido precisamente el presidente de la CDU, Friedrich Merz; el primer ministro de Baviera y líder de la CSU, Markus Söder, y la copresidenta del SPD, Saskia Esken, quienes han presentado el pacto este miércoles al país.
Los desacuerdos: impuestos y pensiones
Lo que no ha trascendido son los motivos que han obstaculizado la firma final, prevista para el martes. Según el diario Bild, había desacuerdos sobre el tema de los impuestos, ya que el SPD abogaba por subir los gravámenes a las rentas más altas. En cambio, la CDU lo rechazaba. Los dos partidos tampoco estaban de acuerdo en la cuestión de las pensiones, pues el SPD quería fijar el nivel en el 48%, algo que supondría un aumento masivo de las cotizaciones de los asalariados. Los conservadores también lo rechazaron.
De la misma forma, sigue sin estar clara la repartición ministerial y sus titulares. El acuerdo de coalición aún debe ser ratificado por los miembros del SPD y los socialdemócratas no nombrarán a sus ministros hasta que los miembros del partido aprueben un acuerdo de coalición, según el líder del SPD, Lars Klingbeil. Los socialdemócratas ostentarán al menos dos carteras, la de Finanzas y Defensa, y nombrarán a sus propios representantes.
Los socios potenciales han estado bajo presión para acelerar sus conversaciones en medio de la agitación de los mercados financieros y la escalada de la guerra comercial provocada por los aranceles implantados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que podrían avivar la inflación y han aumentado los temores de una recesión global. Es algo que ha confirmado el ministro de Finanzas, Joerg Kukies, del SPD, a la radio Deutschlandfunk, asegurando que la amenaza de una recesión ha añadido urgencia a las negociaciones.
Merz, que calificó a Estados Unidos de Trump de aliado poco fiable tras ganar las elecciones en febrero, también ha prometido aumentar el gasto en defensa. Según el conservador, "Europa se enfrenta a una Rusia hostil", y es necesario apoyar a las empresas que luchan contra los altos costes y la débil demanda. El futuro canciller también se ha comprometido a ser más duro con la migración, alejándose de la política más liberal de su predecesora conservadora Angela Merkel durante la crisis migratoria europea de 2015.
En medio de la tormenta, los institutos económicos alemanes han recortado su previsión de crecimiento para este año al 0,1% desde el 0,8% que esperaban en septiembre, ya que su economía, la mayor de Europa, depende especialmente de las exportaciones.
Merz ha declarado que el nuevo gobierno del país debería presentarse la semana siguiente al 28 de abril. Los democristianos de Merz celebrarán una pequeña conferencia de partido ese día y decidirán sobre el acuerdo de coalición y después podrían celebrarse elecciones a canciller la semana siguiente. El futuro jefe del Ejecutivo apunta a que habrá un gobierno antes de mayo.