Conservadores y socialdemócratas inician negociaciones oficiales para formar una coalición de Gobierno en Alemania
- Tras un acuerdo inicial alcanzado la semana pasada, la CDU y el SPD inician el camino hacia una gran coalición
- El objetivo de Friedrich Merz es ser el nuevo canciller el día 23 de abril
Los partidos del bloque conservador integrado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) —que se alzaron con la victoria en las elecciones generales alemanas— han iniciado oficialmente este jueves las negociaciones para formar una coalición de Gobierno con el Partido socialdemócrata (SPD).
Con 16 grupos de trabajo compuestos por 256 políticos de CDU/CSU y SPD, conservadores y socialdemócratas buscan avanzar, con una reunión que comenzó a las 17.00 GMT, en la formación de una nueva 'gran coalición', después de que el pasado fin de semana presentaran un acuerdo básico inicial basado en un documento de 11 páginas.
Según recoge Efe, tras las negociaciones exploratorias, conservadores y socialdemócratas difieren en cuestiones como la subida del salario mínimo a 15 euros la hora, una idea del SPD, o las llamadas "devoluciones en caliente" de migrantes irregulares en las fronteras de Alemania con sus países limítrofes, que anhela la CDU/CSU.
De hecho, el plan migratorio de la 'gran coalición' es uno de los puntos más polémicos, que en los últimos días ha desatado protestas de ONG pro-derechos humanos, como Amnistía Internacional (AI), organización que movilizó el jueves en Berlín a un grupo de manifestantes frente a la Casa Konrad Adenauer, sede de la CDU, donde también se manifestó Greenpeace.
Conservadores y socialdemócratas esperan ver resultados de las negociaciones en unos 10 días, aunque ambas formaciones se han comprometido a no informar sobre el transcurso de las conversaciones, cuyo contenido permanecerá en secreto hasta la conclusión de las deliberaciones. El objetivo de Friedrich Merz, aspirante a canciller de la CDU/CSU, es ser el nuevo jefe del Gobierno el día 23 de abril.
Las elecciones del 23 de febrero dieron la victoria a Friedrich Merz, que obtuvo un 28,5% de los votos y arrebató el liderazgo a los socialdemócratas, que con el 16,4% del escrutinio cosechó un resultado "catastrófico", en palabras del canciller saliente, Olaf Scholz. El líder unionista, sin embargo, no puede formar un Ejecutivo en solitario y necesita el triunfo de esta 'gran coalición' con el SPD —fórmula que ya se ha dado en Alemania en el pasado— para garantizar la gobernabilidad.
Unidos para reformar el freno de la deuda
Las dos formaciones acordaron en sus negociaciones exploratorias aumentar el endeudamiento del país para hacer frente a las necesidades de rearme y de infraestructuras y están condicionadas por lo que se decida en una sesión extraordinaria de la Cámara Baja del Parlamento alemán (Bundestag).
Además, la CDU/CSU y el SPD pretenden conseguir la aprobación el próximo martes de tres reformas constitucionales para aumentar el gasto en defensa y en infraestructuras. Para ello, quieren, entre otras cosas, modificar el freno de deuda anclado en la Constitución germana, que establece un límite de endeudamiento del Estado 0,35% del PIB anual.
Los partidos de la 'gran coalición' también quieren hacer posible que los estados federados tengan más margen de maniobra para endeudarse, ya que las administraciones de esas regiones tienen prohibido cualquier déficit estructural desde 2020.
Tienden la mano a los Verdes
Para aprobar esas reformas, los conservadores y socialdemócratas necesitan una mayoría de dos tercios, por lo que buscan el apoyo de los Verdes en la Cámara Baja, donde aún está vigente la configuración parlamentaria salida de las elecciones de 2021 hasta la constitución del nuevo Bundestag el próximo día 25.
Los ecologistas, sin embargo, han planteado condiciones para dar su apoyo a las reformas, ya que quieren que la protección climática esté más presente en los planes de CDU/CSU y SPD, que califican de "insuficientes" tal y como afirmó en el primer debate parlamentario Katharina Dröge, copresidenta del grupo parlamentario de Los Verdes. Sin embargo, ella misma también tendió una mano a conservadores y socialdemócratas.
"Estamos dispuestos a acordar con ustedes una reforma del freno de la deuda", afirmó Dröge en el pleno extraordinario, una cita en la que Merz propuso sin lograr convencer a los ecologistas el trasvase de 50.000 millones del presupuesto extraordinario a un fondo para la lucha contra el cambio climático.
También separa a Los Verdes de conservadores y socialdemócratas su deseo de que todos los gastos en defensa que superen el 1,5% del PIB puedan ser financiados sin estar sujetos al freno de deuda. CDU/CSU y SPD han acordado que el porcentaje sea de un 1%.
Las citas de los negociadores, cuyos grupos funcionan de forma autónoma, están regladas al detalle, con horarios comprendidos por regla general entre 10.00 GMT y 16.00 GMT. Hasta el próximo domingo, los presidentes de los grupos de trabajo tendrán que elaborar un orden del día, además de identificar los posibles puntos conflictivos.
El texto que escriban los grupos deberá ser homogéneo, aunque cuando haya disparidad esta se mostrará en el escrito en rojo cuando corresponda a una propuesta del SPD, y en azul cuando sea una idea de los conservadores, según recoge Político. Los partidos también han fijado hasta el tamaño y el tipo de letra para redactar sus documentos de trabajo.