Sanidad aprueba el nuevo Plan de Salud Mental: más atención comunitaria y menos internamientos forzosos
- Tras varias modificaciones, el plan ha conseguido finalmente el respaldo del Consejo Interterritorial
- Dotado con 39 millones de euros, el plan ha sido avalado, entre otros, por la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental
El Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 presentado este viernes por el Ministerio de Sanidad a las comunidades en el Consejo Interterritorial ha salido adelante tras haber recabado el "sí" de las comunidades del PP, que lo habían frenado en febrero.
Dotado con 39 millones de euros, el plan ha sido avalado por el comité técnico de la Estrategia de Salud Mental y la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), que en un principio mostró reservas sobre algunos aspectos relacionados con la prescripción farmacológica. El documento mantiene el grueso de su versión inicial, pero introduce ajustes que han facilitado el consenso entre las comunidades autónomas.
La primera versión del plan sólo recibió el apoyo de Asturias, Castilla-La Mancha, Canarias y Cataluña, mientras que el resto de consejerías del PP lo rechazaron argumentando la falta de presupuesto específico y la desvinculación de la SEPSM. Ahora, con el respaldo de esta sociedad y la incorporación de nuevas directrices, la estrategia podrá implementarse en todo el territorio.
Durante la rueda de prensa posterior al consejo, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha asegurado que el plan de salud mental no ha recibido ningún voto en contra.
En relación con las críticas del PP sobre la financiación del plan, que este viernes ha mencionado el consejero de Sanidad de Castilla y León, Alejandro Vázquez Ramos, antes del inicio del CISNS, García ha destacado que la discusión no se ha centrado tanto en la cuantía económica, sino en la falta de personal sanitario. "La principal demanda ha sido un aumento de recursos humanos. Más allá de las declaraciones públicas, no ha habido oposición al plan de salud mental", ha afirmado la ministra.
Un modelo más humanizado y comunitario
El Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 establece ocho líneas de acción que buscan avanzar hacia un modelo más humanizado de atención. Entre sus principales objetivos destacan la reducción del uso de internamientos forzosos, el fomento de alternativas a la institucionalización y la regulación del uso de psicofármacos en un país que lidera el consumo de benzodiazepinas en Europa.
El documento también refuerza la "prescripción social" como estrategia para mejorar la atención de los pacientes sin depender exclusivamente de fármacos. Esto incluye el acceso a programas de integración comunitaria, actividades culturales y apoyo social como elementos clave en la recuperación de las personas con problemas de salud mental.
Además, se prioriza la protección de los derechos humanos y la reducción del estigma en torno a la salud mental, estableciendo un marco normativo que garantice una atención equitativa y de calidad.
Atención a colectivos vulnerables y refuerzo del sistema sanitario
Otro de los pilares fundamentales del plan es la atención a colectivos vulnerables, con especial énfasis en la infancia, adolescencia y salud mental perinatal. Para ello, se prevé la creación de más unidades especializadas y la ampliación de los equipos de intervención precoz.
También se reforzarán los recursos humanos en salud mental con un enfoque interdisciplinario, lo que incluye la contratación de más psicólogos y psiquiatras en la sanidad pública.
Además, el plan prevé la mejora de los sistemas de información para obtener datos más precisos sobre la situación de la salud mental en España. Se implementará un sistema de vigilancia epidemiológica que permitirá detectar tendencias y necesidades emergentes en la población, facilitando así una respuesta más ágil y efectiva.
Integración de la salud mental en el ámbito laboral y educativo
Una de las novedades más destacadas del plan es su enfoque en la integración de la salud mental en el ámbito laboral. Se establecerán directrices para que las empresas adopten medidas de prevención y apoyo a trabajadores con problemas de salud mental, promoviendo entornos laborales saludables y evitando la discriminación.
Asimismo, el plan contempla la implementación de programas de educación emocional en colegios e institutos para sensibilizar a los más jóvenes sobre la importancia del bienestar psicológico y la detección temprana de trastornos mentales.
Sin embargo, el plan no incluye medidas específicas para la prevención del suicidio, ya que esta cuestión cuenta con un documento aparte, aprobado el pasado mes de febrero, con su propia financiación.
Con la aprobación de este plan, España da un paso decisivo para modernizar la atención en salud mental, impulsando un modelo más cercano a las necesidades de los pacientes y alineado con las recomendaciones internacionales.