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Del "Gobierno ilegítimo" y "que te vote Txapote" a los "ataques" a Begoña Gómez: el "acoso y derribo" que denuncia Sánchez

  • El presidente anunciará el lunes si sigue al frente del Gobierno tras la denuncia contra su esposa por tráfico de influencias
  • Sánchez acusa a la derecha y ultraderecha de una campaña de "acoso y derribo" en el ámbito personal y familiar

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, en una imagen de archivo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, en una imagen de archivo. EFE

“En política no todo vale”. Esa es una frase que se ha convertido en los últimos meses en habitual en el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, esgrimida contra PP y Vox. Este miércoles por la noche, el jefe del Ejecutivo anunciaba en una carta a la ciudadanía que se tomaría cinco días para reflexionar sobre si debía o no dimitir, tras una “estrategia de acoso y derribo” para hacerle “desfallecer en lo político y en lo personal atacando” a su esposa, Begoña Gómez. "¿Merece la pena todo esto?", se preguntaba en su carta. La respuesta la dará a conocer el próximo lunes. Pero, ¿a qué se refiere Sánchez con "todo esto"?.

Para el presidente del Gobierno, la gota que ha colmado el vaso de esa "estrategia de acoso y derribo" ha sido la apertura de diligencias contra su mujer por por posible tráfico de influencias a raíz de una denuncia del sindicato ultraderechista Manos Limpias, fundamentado en recortes de prensa, informaciones periodísticas sin verificar, como ha reconocido la propia organización. Sánchez lo ha calificado de “un ataque tan grave como burdo” en el que los líderes de PP y Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, son “colaboradores necesarios junto a la galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias”. 

El nivel de crispación política actual y los ataques personales no pueden entenderse sin remontarse tiempo atrás, antes incluso de que comenzara esta legislatura. No los ha sufrido solo Sánchez, ha habido ataques a dirigentes de distintos colores políticos, pero el jefe del Ejecutivo asegura que las acciones en su contra "no tienen precedentes" y desliza algunos de los momentos claves que le han llevado a esta situación.

“Gobierno ilegítimo”, “sanchismo”, “amigo de terroristas” o “felón”

Desde que Sánchez es presidente del Gobierno, la tensión política entre Ejecutivo y oposición ha ido en aumento y, el goteo de insultos y descalificaciones, in crescendo. Ya cuando pactó con Unidas Podemos un ejecutivo de coalición, la derecha habló de “gobierno ilegítimo” y poco a poco empezó a acuñar el término “sanchismo”, personalizando toda la actividad política del Gobierno y del PSOE en Pedro Sánchez. 

El presidente dice en su carta que, "tras la moción de censura y las sucesivas victorias electorales de 2019", hubo un "sostenido intento de deslegitimación del gobierno de coalición progresista". “Felón”, “traidor”, “cómplice de un golpe de Estado” en Cataluña, u “okupa” fueron palabras habituales esos años en el discurso del entonces presidente del PP, Pablo Casado. El presidente del PP de Zamora, José María Barrios, le llamó “psicópata” el pasado mes de noviembre, y el exlíder del PP de Cataluña Alejo Vidal-Quadras, dijo de él que era “amigo de terroristas y prófugos sediciosos”. Feijóo ha seguido la línea con descalificaciones como “déspota”, “caudillista”, “ególatra” o “adanista”. 

Y en Vox, Abascal también ha seguido la misma tendencia aludiendo al presidente del Gobierno como un “personaje sin escrúpulos”, “Tirano Banderas”, “político indigno” y diciendo de él que es “el mayor fraude de la democracia”.

“Que te vote Txapote”

Sánchez recuerda en su texto que ese intento de deslegitimación del gobierno se hizo "al calor del ignomioso grito de 'que te vote Txapote'". Hace referencia al lema que se hizo popular entre votantes de derecha y que avalaron algunos dirigentes políticos en las pasadas elecciones generales del 23 de julio. La frase 'Que te vote Txapote' hace referencia al exdirigente de ETA Francisco Javier García Gaztelu, que cumple condena en prisión por más de una decena de asesinatos de la banda terrorista como el de Miguel Ángel Blanco.

Se hizo viral a raíz de una entrevista en TVE el 23 de enero de 2023 a un ciudadano por un polémico radar móvil ubicado en una localidad de Toledo. A media entrevista, el entrevistado empezó a llamar a Sánchez “hijo de puta” y a decir “que te vote Txapote”.  Pocos días más tarde, el 2 de febrero, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lanzó esta frase contra el PSOE y su líder en la Asamblea regional, lo que indignó no solo a la izquierda sino también a asociaciones de víctimas del terrorismo (la Fundación Fernando Buesa y Covite). Desde entonces, en mítines de la derecha empezaron a verse entre los asistentes simpatizantes con camisetas con el lema “que te vote Txapote”.

Del “hijo de puta” al “me gusta la fruta”

Ayuso ha protagonizado otra de las frases que se ha convertido en lema en el PP, “me gusta la fruta”. Viene del debate de investidura de Sánchez en el Congreso el pasado 15 de noviembre, cuando el presidente reprochó a Feijóo que su “respuesta” ante el caso de compra de mascarillas vinculado al hermano de la presidenta madrileña (que acabó archivado) “fuera echar tierra a ese caso de corrupción de la señora Ayuso”. La aludida, que estaba presente en la tribuna de invitados, le respondió desde su asiento con un “hijo de puta”, captado por las cámaras. 

Ante la polémica, el equipo de la presidenta respondió en primer lugar que lo que Ayuso había dicho fue “me gusta la fruta”. Después, admitió que sus palabras exactas fueron “hijo de puta” y añadieron:Es lo mínimo que se merece. Desde entonces, Ayuso ha vuelto a repetir esa frase lanzándola contra sus adversarios políticos (“a mí, desde luego, me gusta la fruta”). El PP también hizo un guiño en un spot de campaña de las elecciones gallegas del pasado mes de febrero: el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, va recogiendo gallegos en un autobús del PP y pasa por delante de un puesto de frutas donde se puede leer la frase en cuestión.

Apaleamiento en Ferraz de un muñeco de Pedro Sánchez

El acuerdo de Sánchez con Junts y ERC para su investidura incluyó una ley de amnistía para los implicados en el ‘procés’ que derivó en sucesivas jornadas de protestas ciudadanas frente a la sede del PSOE en la madrileña calle Ferraz, algunas pacíficas y otras derivaron en disturbios. Hubo desde mariachis y cánticos, entre ellos la famosa canción de Paquita la del Barrio “Rata de dos patas”, hasta asistentes que rezaron el rosario en las escaleras del Santuario del Inmaculado Corazón de María, contra el presidente.

También, el 31 de diciembre, varios asistentes colgaron de un semáforo un muñeco que representaba a Pedro Sánchez y empezaron a golpearlo por turnos. “Rojo de mierda, es lo que mereces”, gritaron, y pidieron “acabar así con él”, avisando a los “bolcheviques” de que tomarían “la justicia del pueblo”. El PSOE interpuso una denuncia por esto, pero la jueza descartó el delito de odio y archivó la causa, alegando que “la falta de educación no es delito”.

El bulo que decía que Begoña Gómez era transexual y las fotos en la playa

A finales de 2022, comenzó a surgir un bulo sobre la esposa del presidente que aludía a que Begoña Gómez era transexual. Lo difundió la tertuliana Pilar Baselga en un canal llamado Distrito TV. “Me atrevo a decir que hay sospechas de que nuestra querida segunda dama, porque la primera es la reina, me atrevo a decir que en un inicio fuera Begoño”. Añadió que “esta esposa o esposo del presidente viene de una familia de tradición de saunas gais. Esto hay que decirlo”. Siguió refiriéndose a Gómez como “Begoño” para decir que “nada más llegar a La Moncloa fue nombrado director de un máster de la Complutense” y que estaba “involucrado con una cuestión de narcotráfico en Marruecos”.

A raíz de esta tertulia, “Begoño” se convirtió en ‘trending topic’ en Twitter, actualmente X, con múltiples comentarios despectivos de los usuarios, insultos e incluso montajes fotográficos. En la campaña de las generales del 23 de julio, Sánchez denunció en varias entrevistas que su esposa ha tenido que soportar frecuentemente que la llamen “transexual” o “Begoño”.

En las redes sociales también es frecuente ver cada cierto tiempo una fotografía descontextualizada de 2016 en la que se ve al presidente del Gobierno paseando con su mujer de la mano en una playa, en bañador, disfrutando de unas vacaciones. Cuando, tras los malos resultados de las municipales y autonómicas del 28 de mayo Sánchez decidió adelantar las generales al 23 de julio, algunos medios recuperaron esa imagen para ilustrar informaciones con mensajes del tipo: “Sánchez adelanta sus vacaciones tras estropear la de miles de españoles obligando a votar en verano”. También se ha empleado para denunciar falsamente que Sánchez se va “en Falcon” de vacaciones.

La causa contra Begoña Gómez y la estrategia del PP

El PP empezó a dar protagonismo en su estrategia de ataque al Gobierno a Begoña Gómez a raíz de que el Ejecutivo y el PSOE cargaran duramente contra los ‘populares’ por el presunto fraude fiscal de la pareja de Ayuso. Fue, en concreto, después de que Sánchez le pidiera a Feijóo, en una sesión de control al Congreso el 13 de marzo, el cese de la presidenta madrileña “aunque le cueste la dimisión como a Casado”. Aumentaron así desde entonces las alusiones en las filas ‘populares’ a la mujer de Sánchez.

"No me sorprende la sobreactuación del Sr. Feijóo y el Sr. Abascal. En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias. De hecho, fue el Sr. Feijóo quien denunció el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses, pidiendo para mí de 5 a 10 años de inhabilitación para el ejercicio de cargo público", afirma Sánchez en su carta.

El 18 de marzo, el PP denunció a la Oficina de Conflicto de Intereses el rescate de Air Europa en noviembre de 2020 por parte del Ejecutivo y lo vinculó a supuestas negociaciones de Begoña Gómez. Este organismo, sin embargo, archivó la causa al considerar que Gómez “no tiene ni ha tenido relación laboral o profesional alguna que implique el ejercicio de funciones de dirección, asesoramiento o administración en estas entidades”. Dos días más tarde, en otra sesión de control, Feijóo avisó a Sánchez de que “no ha dado carpetazo a lo que ha pasado en su casa” y le avisó de una investigación en su entorno. 

Manos Limpias interpuso su denuncia contra la mujer de Sánchez el 8 de abril. Feijóo se planteó inicialmente llamar a declarar a Gómez en la comisión de investigación en el Senado por el 'caso Koldo', aunque luego lo descartó (“no quiero llamar a la mujer del presidente, salvo que me obligue”, llegó a decir). Pero este miércoles, a raíz de conocerse que el juzgado abriera diligencias, finalmente la mayoría absoluta del PP en la Cámara Baja aprobó ampliar los trabajos de investigación a Begoña Gómez, que podría ser llamada a declarar. 

En este contexto, Sánchez se enfrentaba este miércoles a la oposición en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Hubo pocas alusiones a su mujer tras conocerse la decisión del juzgado. Sí le preguntó directamente Gabriel Rufián (ERC), que aludió a un supuesto ‘lawfare’ diciéndole que hoy está “sufriendo en sus carnes la guerra sucia” judicial, respecto a si seguía creyendo en la justicia. "En un día como hoy, a pesar de todo, sigo creyendo en la Justicia", respondió el jefe del Ejecutivo.

Horas más tarde, publicaba una carta en sus redes sociales anunciando que se tomaba cinco días para decidir si continuaba al frente del Gobierno o si no. Cargaba contra la “máquina del fango” de PP y Vox, a los que acusaba de atacar a su mujer “no por haber hecho algo ilegal” sino por ser su esposa, traspasando “la línea del respeto” a su vida familiar y atacando su vida personal.

Sánchez no es el primero en sufrir ataques personales

Entre el Ejecutivo y sus socios parlamentarios, Sánchez ha recibido múltiples mensajes de apoyo. En Podemos, han sido muy incisivos recordándole otros casos que afectaron a algunos de sus dirigentes. El exvicepresidente y exlíder de Podemos Pablo Iglesias, y la exministra de Igualdad Irene Montero, denunciaron tiempo atrás el “acoso diario” frente a su vivienda en Galapagar, donde viven con sus tres hijos. Cabe recordar que “rata”, “chepudo” o “coletas” fueron adjetivos habituales con que algunos políticos y medios de comunicación aludieron durante tiempo al exlíder de Podemos. Y Montero también fue víctima de ataques personales por parte de políticos por la relación con su pareja: “Está donde está porque la ha fecundado el macho alfa” o “su único mérito ha sido estudiar en profundidad a Iglesias”.

El acoso en el domicilio de ambos recuerda al 'escrache' que sufrió la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría (PP) en 2013 por parte de activistas antidesahucios. Su marido llegó a denunciar que los manifestantes le impidieron sacar a pasear al hijo de ambos, recién nacido. Tampoco es para olvidar el ataque que sufrió el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy cuando recibió el puñetazo de un joven en la cara mientras realizaba un paseo electoral en 2015.

De forma similar a lo que vivió Sáenz de Santamaría, el exministro de Transportes José Luis Ábalos denunció situaciones de acoso en las puertas de su casa en 2020, en plena pandemia, también con sus hijos dentro. “Vago" y “ojalá se muera toda tu familia” fueron algunos de los gritos que se escucharon.

En el PP, Ayuso también se ha presentado como víctima de “una campaña que dura cinco años” contra ella y contra sus familiares y allegados. “Primero fue mi difunto padre, que no pudo defenderse de unas acusaciones; después fue mi hermano, luego mi madre, primos (...) luego mi expediente académico, después mi época universitaria, mi trabajo, mi vida laboral. Ahora tocaba el novio”, denunció el pasado 12 de marzo a raíz de difundirse las noticias sobre el presunto fraude de su pareja.

La crispación se ha instaurado ya de forma permanente en la política, tanto que nueve de cada diez españoles cree que hay demasiada, según la Encuesta de Hábitos Democráticos que el CIS publicó en enero. Los ciudadanos piden a los políticos que tomen medidas y lleguen a pactos de Estado.