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Decenas de muertos y heridos en un "ataque terrorista" en una sala de conciertos en Moscú

  • El Estado Islámico ha reivindicado la autoría y al menos 11 personas han sido detenidas
  • El Ministerio de Exteriores de Rusia ha llamado a la comunidad internacional a condenar el atentado

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Ataque terrorista en Moscú: un tiroteo deja decenas de muertos en un teatro de la capital rusa

El Comité de Investigación de Rusia ha afirmado que al menos 115 personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas en el atentado perpetrado contra la sala de conciertos Crocus City Hall, con capacidad para 6.200 personas, en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de Moscú. Un grupo de al menos cuatro sujetos armados y con ropa de camuflaje abrieron fuego en el interior de la sala, según ha informado el Servicio Federal de Seguridad (FSB).

Según ha informado el Comité de Instrucción ruso, el número de las víctimas mortales ha ascendido a 115 personas. Previamente, las autoridades habían cifrado en 60 el número de víctimas mortales, aunque advirtieron que esa cifra "podía aumentar" conforme avanzaban los trabajos de búsqueda y rescate en el lugar de los hecho.

El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso ha detenido a once personas en relación con el atentado, entre ellos cuatro terroristas que participaron personalmente en la masacre, según ha informado el director del FSB, Alexandr Bórtnikov, al presidente ruso, Vladímir Putin.

Las primeras informaciones de las autoridades sanitarias apuntaban a que unas 145 personas habían resultado heridas, de las cuales unas 60 se encontraban en estado crítico. Además, según informa la agencia de noticias RIA, al menos tres niños están entre los muertos del atentado.

Los heridos están siendo atendidos en hospitales de las localidades de Krasnogorsk, Jimki, Dolgoprudny y Odintsovo. 

Horas después del atentado, el grupo yihadista Estado Islámico se ha atribuido la autoría del ataque. "Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura", ha indicado la agencia Amaq, órgano de propaganda de la organización terrorista, en su canal de Telegram.

"Hoy en (...) el Crocus City Hall ocurrió una terrible tragedia. Mis condolencias a los familiares de los muertos", ha escrito el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, en su canal de Telegram.

Los atacantes han accedido al edificio armados con ametralladoras y han disparado numerosas ráfagas contra los asistentes. Además, se ha registrado una explosión y se ha declarado un incendio.

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Vladímir Putin ha sido informado sobre el ataque terrorista en cuanto empezaron los disparos, ha dicho Dmitri Peskov, portavoz presidencial, que ha añadido que "el presidente recibe constantemente información a través de todos los servicios pertinentes sobre lo que ocurre y sobre las medidas adoptadas". "El presidente ha impartido todas las instrucciones necesarias", ha afirmado.

Mientras tanto, centenares de ciudadanos hacen cola desde las primeras horas de la mañana para donar sangre para las víctimas, según las autoridades rusas. "Durante la primera hora del trabajo de los centros de sangre de la región de Moscú, más de 600 personas han dado sangre", ha informado un portavoz del Ministerio de Sanidad, citado por la agencia TASS.

En redes sociales también circulan imágenes de largas colas frente a los centros médicos indicados por las autoridades para donar sangre a los heridos.

Rusia llama a la comunidad internacional a condenar el atentado

La Guardia Nacional Rusa (Rosgvardia) busca a los terroristas. "Las unidades especiales de la Rosgvardia trabajan en el lugar del atentado en el Crocus City Hall. Está en marcha la búsqueda de los criminales", ha informado su oficina de prensa en un comunicado.

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha llamado a la comunidad internacional a condenar el atentado. "Toda la comunidad internacional está obligada a condenar este horrible crimen", ha dicho la portavoz de Exteriores, María Zajárova, en su canal de Telegram.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kirby, ha dicho que la Casa Blanca está "con las víctimas del terrible atentado". Kirby ha explicado que Estados Unidos aún está recopilando información sobre el suceso, pero ha dicho que "por el momento no hay indicación alguna de que Ucrania o ciudadanos ucranianos estén involucrados". "En este momento descartaría cualquier conexión con Ucrania", ha asegurado.

El secretario general de las Naciones Unidas ha condenado "de la manera más firme posible" el ataque a la sala de conciertos. "El Secretario General transmite su más sentido pésame a las familias en duelo y al pueblo y Gobierno de la Federación Rusa. Desea a los heridos una pronta recuperación", ha señalado el portavoz adjunto, Farhan Haq, en un comunicado.

También la Unión Europea ha condenado "cualquier ataque contra civiles". "La UE está conmocionada y consternada por los informes de un ataque terrorista en Crocus City Hall de Moscú", ha dicho el portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Peter Stano, en su cuenta oficial en X. "Nuestros pensamientos están con todos los ciudadanos rusos afectados" por el ataque, ha señalado.

Ucrania asegura que "no tiene nada que ver" con el atentado

Ucrania ha asegurado que "no tiene nada que ver" con el atentado. "Desde luego, Ucrania no tiene nada que ver con el tiroteo o la explosiones en Crocus City Hall. No tiene ningún sentido". ha dicho el asesor de la Oficina de la Presidencia Mijailo Podoliak en un mensaje en la red social X, donde ha añadido que “Ucrania nunca ha recurrido a métodos terroristas” para combatir a Rusia, y ha afirmado que ha sido “la propia Rusia” la que en otras ocasiones “ha atacado a sus propios ciudadanos para iniciar ‘acciones antiterroristas’ contra grupos étnicos que protestaban”.

Asimismo, Podoliak se ha mostrado convencido de que “los acontecimientos” que se están produciendo en Moscú “contribuirán a un incremento abrupto de la propaganda militar, a una militarización acelerada, a la expansión de la movilización” militar en Rusia y “a una escalada” de la agresión militar a Ucrania.

Por su parte, la inteligencia militar ucraniana (GUR) ha atribuido la masacre a una “operación planeada por los servicios especiales del Kremlin” con el objetivo de “desacreditar a Ucrania y a todo el mundo libre”. En un mensaje publicado en sus redes sociales, el GUR ha asegurado que el atentado es otro “pretexto” para intensificar la agresión militar rusa contra Ucrania y para justificar una nueva movilización militar dentro de Rusia. Según el GUR, el hecho de que un grupo de personas con fusiles de asalto pudiera moverse “libremente” por Moscú probaría, “junto con otras pruebas irrefutables” que la masacre fue organizada por el espionaje ruso.

Moscú cancela todos los eventos de masas del fin de semana

Tras el atentado, el Ayuntamiento de Moscú ha decidido suspender todos los eventos de masas previstos para el fin de semana. "Tomé la decisión de suspender este fin de semana en Moscú todas las actividades masivas deportivas, culturales y otras", ha escrito el alcalde en Telegram.

Mientras, la agencia de aviación civil ha asegurado que en los aeropuertos de la capital se han extremado las medidas de seguridad. También se ha reforzado la seguridad en las estaciones de tren de la capital rusa.

Según Tass, los investigadores, criminalistas y expertos del Comité de Investigación de Rusia, junto con las unidades operativas del Ministerio del Interior y del Servicio Federal de Seguridad (FSB), continúan con las investigaciones en el lugar de los hechos.

El gobernador del óblast de Moscú, Andrey Vorobyov, se ha dirigido a los habitantes de su entidad y les ha pedido que "si sus seres queridos están heridos o no pueden contactarlos, llamen a la línea directa: 122-0", en declaraciones recogidas por Rossiskaya Gazeta.

Las Embajadas occidentales en Rusia habían advertido sobre posibles atentados terroristas en el país, avisos que el presidente, Vladímir Putin, consideró "un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad".