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El déficit público se sitúa hasta noviembre de 2023 en el 1,89% del PIB, un 4,3% menos

  • Esta corrección del déficit se debe al aumento de los ingresos, en especial por la recaudación tributaria
  • Las comunidades autónomas redujeron su déficit en un 40,3%

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El déficit público cerró en el 3,7% del PIB en 2023
Billetes y monedas de euro

El déficit del conjunto de las administraciones públicas del Estado, excluidos los Ayuntamientos, alcanzó los 27.631 millones de euros hasta noviembre de 2023, un 4,3% menos que en los primeros 11 meses de 2022, cuando se rozó los 29.000 millones de euros. Así, la deuda pública supone el 1,89% del PIB, según ha informado el Ministerio de Hacienda este miércoles.

Esta cifra no incluye la ayuda a las instituciones financieras. En este caso, sumando el aporte a estas organizaciones de 324 millones, el déficit público alcanza los 27.995 millones de euros, lo que representa el 1,91% del PIB. Estos números están lejos del objetivo del Gobierno, que es registrar un déficit del 3,9%.

La corrección del déficit fue posible gracias al aumento de los ingresos, del 7,7% —impulsado tanto por el avance de la recaudación tributaria (6,4%) como de las cotizaciones sociales (9,4%)—, que fue superior al incremento de los gastos, del 6,9%. 

Como es habitual, entre enero y noviembre la mayor parte del déficit público se concentraba en la Administración central, con 27.995 millones; un 0,7% menos que en el mismo periodo de hace un año y representa un 1,91 % del PIB. Esta situación se debe, en parte, a la aportación de los nuevos impuestos sobre la banca y las energéticas, que permitieron compensar el mayor gasto en salarios, deuda y el efecto negativo de la liquidación autonómica.

Precisamente, este impacto de la liquidación del sistema de financiación autonómica de 2021 explica la buena marcha de las cuentas de las regiones, que redujeron en un 40,3% su déficit, hasta 4.668 millones, un 0,32% del PIB. Además de este efecto, entre enero y noviembre de 2023, las regiones experimentaron un fuerte aumento de sus ingresos, del 6% —sobre todo los tributarios, que crecieron un 14%—, mientras que sus gastos se incrementaron solo un 4,3%.

A pesar del aumento de las cotizaciones sociales y la puesta en marcha del mecanismo de equidad intergeneracional, que propiciaron un crecimiento de los ingresos del 9%, los fondos de la Seguridad Social se redujeron un 23,2% con respecto a noviembre de 2022 ante el mayor gasto en pensiones y remuneración de asalariados. Aun así, cerraron noviembre con un superávit de 4.708 millones, equivalente al 0,32% del PIB.