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La Agencia Internacional de la Energía alerta de un invierno duro si Rusia corta los envíos del gas

  • Advierten de que, en el peor de los casos, las reservas podrían estar en marzo del año que viene por debajo del 20%
  • El organismo apuesta por la extensión de las renovables y la instalación de calefacciones eléctricas

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El precio del diésel baja ligeramente y la gasolina se mantiene estable
Una persona echa gasolina de 95 en una estación de Zaragoza.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha alertado este lunes en su informe anual de mercados gasísticos que Europa podría afrontar un invierno difícil si Rusia corta las vías de suministro.

"Nuestras simulaciones muestran que un invierno frío, unido al corte total de los envíos de hidrocarburo ruso por gasoducto hacia la Unión Europea [...] podrían fácilmente volver a inducir volatilidad en los precios", ha avisado la organización que asesora a los países consumidores de productos energéticos.

En el peor de los casos, en el que también concurra un aprovisionamiento limitado de gas natural licuado, las reservas podrían estar en marzo del año, que viene por debajo del 20%, un nivel que comporta "mayor riesgo de disrupciones en el suministro".

Asimismo, el documento señala que incluso en el caso de que las reservas de gas se sitúen antes de octubre cerca del 100%, "no hay garantías" frente a futuras tensiones en los mercados. El nivel actual en el club comunitario se encuentra por encima del 80%, según datos de la asociación continental de operadores Gas Infrastructure Europe (GIE).

Piden reducciones "estructurales en la demanda de gas"

En este sentido, la AIE estima como necesarias "reducciones estructurales en la demanda de gas", mayor eficiencia energética, extensión de renovables e instalación de calefacciones eléctricas.

Por otro lado, el organismo ha revisado a la baja las perspectivas del mercado del gas para el medio a largo plazo, pues el alza de precios motivado por la guerra de Ucrania "ha reducido su competitividad frente a otras fuentes de energía", a la vez que se ha puesto en entredicho la "fiabilidad" de su abastecimiento.

Así, el crecimiento en la demanda mundial de gas entre 2020 y 2024 se ha recortado en un 40%, hasta los 200 bcm (millones de metros cúbicos) desde los 350 bcm anteriores. El continente europeo será responsable de más de la mitad de esta caída, entre otros motivos, por la electrificación o la menor dependencia industrial del hidrocarburo.

La demanda global de gas se redujo un 7%

La demanda global de gas, que se redujo un 1,5 % en 2022 por el efecto de la crisis generada con la invasión rusa de Ucrania, sobre todo en el mercado europeo, se mantendrá estancada en 2023, con una nueva caída del 7% en el Viejo Continente que será compensada por la recuperación de China.

En su informe anual sobre el mercado del gas publicado este lunes, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) subraya que la situación va a continuar tensa este año y no descarta que vuelva la volatilidad de los precios, que se han moderado mucho en los últimos meses. La AIE explica que aunque las reservas se puedan llenar al 95% en la Unión Europea (UE) al comienzo de la temporada de calefacción, eso no es una garantía para que haya un encarecimiento del gas si el invierno es frío y hay un cierre total de los gasoductos que llegan de Rusia, según explica el documento.

A escala global, el problema es que el aumento de la oferta de gas natural licuado (GNL), el que se transporta por barco (entre 20.000 y 25.000 millones de metros cúbicos adicionales), no será suficiente para cubrir el esperado recorte del flujo de gas ruso por gasoducto, que los autores estiman de unos 40.000 millones de metros cúbicos.