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Los últimos ocho años fueron los más cálidos desde que hay registros, según la Organización Meteorológica Mundial

  • Esté récord se alcanzó incluso bajo el efecto de bajada de temperaturas que provoca el fenómeno de La Niña
  • Los tres gases más contaminantes marcan récords y se disparan las emisiones de metano

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Los últimos ocho años fueron los más cálidos desde que hay registros, según la Organización Meteorológica Mundial

El mundo sigue batiendo récords de calor por el cambio climático. Los últimos ocho años, entre 2015 y 2022, fueron los más cálidos desde que empezaron los registros en 1850, según el informe sobre el estado del clima en 2022 de la Organización Meteorológica Mundial, publicado este viernes. En concreto, el año pasado fue el quinto o el sexto más cálido -según la base de datos usada-, todo ello a pesar del fenómeno La Niña, que durante los últimos tres años ha enfriado los oceános.

La subida del nivel del mar marcó un nuevo récord y se ha doblado el ritmo al que crece desde los años noventa, pasando de 2,7 milímetros al año en aquel momento a 4,62 en la última década, mientras que el hielo de la Antártida cae al mínimo histórico y el deshielo de algunos glaciares clave de Europa "se sale literalmente de los gráficos", según la OMM.

Este informe completa una primera versión provisional publicada el pasado noviembre, al inicio de la cumbre del clima de Egipto. Muestra que los tres gases más contaminantes -el CO₂, el metano y el óxido de nitrógeno- marcaron récords de acumulación en la atmósfera en 2021, el último año del que se tienen datos completos. En concreto, los niveles de metano , un fenómeno cuyas causas se está investigando actualmente.

La nieve en los Alpes no sobrevive al deshielo por primera vez

"Mientras las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando y el clima continúa cambiando, las poblaciones de todo el mundo siguen viéndose gravemente afectadas por fenómenos meteorológicos y climáticos extremos", ha afirmado el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

Ha explicado que, en 2022, "la sequía continuó en África oriental, hubo precipitaciones récord en Pakistán y las olas de calor sin precedentes en China y Europa afectaron a decenas de millones de personas, provocaron inseguridad alimentaria, impulsaron migraciones masivas y costaron miles de millones de dólares en pérdidas y daños".

La temperatura global media ha aumentado ya 1,15 grados respecto a los niveles preindustriales, y ya provoca consecuencias a nivel global. Los glaciares, por ejemplo, han sufrido una pérdida de espesor de 1,3 metros en un año, un nivel mucho mayor que la media, y la situación es especialmente dramática en Europa.

La pérdida de hielo en Suiza se sale del gráfico: cae un 6,2% en 2022, superando ampliamente el récord de 2003 (3,8%). Por primera vez en la historia, la nieve no sobrevivió al deshielo de verano ni siquiera en los puntos de medición más elevados, por lo que no se produjo acumulación de hielo fresco.

A pesar del fenómeno de La Niña, que inusualmente ha estado activo tres años seguidos, y que enfría los océanos, estos han marcado nuevos récords de temperatura. Cerca del 90% de la energía que acumula el sistema climático por las emisiones de gases de efecto invernadero se concentra en el mar, lo que permite que el aumento de la temperatura del aire no sea mayor, pero a la vez supone un gran riesgo para los ecosistemas marinos.

La publicación sale a la luz en vísperas del Día de la Tierra, el sábado 22 de abril, y un día después de un informe del servicio europeo Copernicus sobre el estado del clima en este continente, que se calienta el doble de rápido que la media mundial.

Un exceso de 15.000 muertes por olas de calor en Europa

El aumento de temperaturas tiene graves consecuencias humanas y económicas. En el este de África, el nivel de lluvias lleva por debajo de la media durante cinco estaciones húmedas seguidas, el periodo más largo en 40 años. Más de 20 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en la región debido a los efectos de la sequía, entre otras causas.

En Pakistán el problema fue el contrario: el récord de lluvias el pasado verano provocó inundaciones catastróficas, que dejaron 1.700 muertos, unas 33 millones de personas afectadas y unos ocho millones de desplazados.

Europa se vio afectada por olas de calor también de récord, que en algunos casos se combinó con unas condiciones secas excepcionales. El resultado fue un exceso de muertes de 15.000 en total, entre España, Alemania, Reino Unido, Francia y Portugal. China también sufrió su ola de calor más larga registrada.

En todo el mundo hay millones de refugiados por la crisis climática. En Somalia, hay 1,2 millones de desplazados internos por la sequía y sus efectos en la agricultura y la ganadería, mientras que en Etiopía son más de medio millón los desplazados.