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Protestas en Irán

Exvicepresidenta de Irán: "Las sanciones y la interrupción de las reformas han provocado el estallido social"

  • Masoumeh Ebtekar fue vicepresidenta con los presidentes reformistas Jatamí (1997-2005) y Rohaní (2013-2021)
  • La abstención masiva de los jóvenes en las últimas elecciones llevó al poder al ala dura del régimen islámico

Por
"Los jóvenes iraníes viven situaciones difíciles pero tienen muchas esperanzas de futuro"

Tras la última oleada de protestas en Irán, la exvicepresidenta iraní Masoumeh Ebtekar, considerada una reformista dentro del régimen, analiza para RTVE la situación en el país y su preocupación por el desencanto de la generación joven. Su abstención masiva en las últimas elecciones llevó al poder al ala dura del régimen islámico.

Pregunta.- Todo el mundo está pendiente de Irán. Hay un montón de titulares. ¿Qué está pasando?

A veces es conveniente cambiar la perspectiva cuando miramos a países como Irán

Respuesta.- A veces es conveniente cambiar la perspectiva cuando miramos a países como Irán. Tenemos una generación joven que tiene un montón de expectativas, y que quiere un futuro mejor. Vivir de acuerdo con las normas del mundo moderno de hoy. Pero lo que son esperanzas de vida normales en cualquier generación, aquí en Irán deben afrontar muchas dificultades. Particularmente debido a las sanciones que Trump impuso a Irán cuando dejó el Plan de Acción Integral Conjunto. Eso creó enormes problemas especialmente económicos, dejando a la gente, y en especial a los jóvenes, en circunstancias muy difíciles.

No recomendado para menores de 7 años Informe Semanal - Irán, velos y turbantes - ver ahora
Transcripción completa

Sahar Bigi era una directiva de publicidad

hasta que hace ocho años se pasó a la mecánica.

Me cansé de que mi coche me dejara siempre tirada

en la carretera.

Empecé a trabajar en el taller y me gustó tanto que decidí

cambiar de trabajo.

Con tanto éxito que, con Zahedeh Eskandarloo,

han ganado el último campeonato nacional de rallies de Irán.

Los trofeos se acumulan en sus estanterías.

Al principio fue muy difícil,

porque los pilotos no nos reconocían como rivales,

pero no paré y luché por nuestros derechos

hasta el final.

Ahora las mujeres en este campo no somos consideradas diversas

ni menos capaces.

El camino ha sido largo, y la lucha también.

La carga de una nueva revolución dentro de la revolución islamica

liderada por las jóvenes de la franja de población

menor de 24 años,

más de un tercio de los 85 millones de iraníes.

La victoria de la demografía sobre la vieja guardia religiosa.

Que salieron en masa a las calles, en 25 de las 31 provincias del país,

para protestar por la muerte de Mahsa Amini,

el pasado 16 de septiembre.

Arrestada por la policía religiosa por no llevar cubierto el pelo,

su familia acusó al régimen de asesinato.

El clamor nacional e internacional,

con el velo de las mujeres como bandera,

sumía a la república islámica en la mayor crisis

tanto interna como externa contra el Gobierno religioso

de los turbantes.

Sahar Bigi, la primera mujer mecánica de Irán,

y la campeona nacional de rallies, Zahedeh Eskandarloo,

tienen coche nuevo.

Han importado el motor de un Lexus de segunda mano

y lo han instalado en su todoterreno.

Sin apoyos ni subvenciones,

su sueño es competir a nivel internacional.

Desde hace tres años,

cuando un misil norteamericano

acabó con el general de división Qasem Soleimani,

la primera semana de enero se dedica a la memoria del líder

de las fuerzas de élite

de la Guardia Revolucionaria islámica.

Los miembros del batallón de Fátima, veteranos de Siria,

muestran su luto en las plazas al modo chiíta.

En la mezquita Mosala, la más nueva de Teherán,

se dan cita los mandos del régimen.

Ondean banderas de Hezbolá, las milicias proiraníes de Líbano,

y el presidente Raisí repite las amenazas

para vengar la muerte de Soleimani.

Nos habéis declarado la guerra cibernética,

política, económica, militar, de prensa, pero os hemos derrotado.

No vais a ninguna parte con vuestras acciones hostiles,

y vais a continuar perdiéndolas todas.

Todas las mujeres que acuden a los actos organizados

por el Gobierno llevan chador.

Nos protege.

Y no supone ninguna cortapisa para actividades culturales,

académicas, o deportivas.

Nuestro creador es Dios y él nos dice cómo tenemos

que vestir los hombres y las mujeres.

Las mujeres tuvieron un papel predominante

en la revolución de 1979, uno de cuyos epicentros

estaba en la universidad central de Teherán.

Uno de los eslóganes del levantamiento contra el Sha

a favor de Jomeini,

era el regreso al modo de vestir tradicional de Irán,

que incluye el pre-islámico chador.

Estos días las puertas principales de la universidad

aparecen cerradas con candados.

Los universitarios pertenecen a la Generación Z,

nacidos entre 1997 y 2012,

los años del primer gobierno reformista del presidente Jatamí,

cuando se empezó a hablar de estado de derecho en Irán.

Ahora los estudiantes deben pasar un cribado de seguridad

por las entradas secundarias.

Y pocos se atreven a hablar.

No sabría qué decir.

Espero que mejore la situación.

No tengo nada más que añadir.

Buena suerte.

No sé qué decir.

No tengo tiempo.

¿Podría no decir nada?

Lo siento.

Con miles de arrestos y, según la ONU,

al menos 300 muertos, entre ellos 40 niños,

la gente huye de las cámaras.

Aun así, el despliegue de melenas al viento,

con el cabello teñido,

parece indicar que no hay marcha atrás.

Cuatro jóvenes han sido ahorcados tras su condena, a puerta cerrada,

por la muerte de agentes de seguridad en las protestas.

Los bazarín son la clase de comerciantes,

la sabia del sistema económico de Irán, la antigua Persia.

Su apoyo a los ayatolás contra el Sha,

determinó el éxito de la revolución de 1979.

30 años después, con el denominado Movimiento Verde,

dio comienzo la serie de levantamientos democráticos

contra la teocracia islámica.

El proclamado vencedor de aquellos comicios,

Mir Husein Musaví,

continúa desde entonces en arresto domiciliario.

Los bazarín han sido obligados a reabrir sus puestos.

Pero no quieren vender.

Con una hiperinflación del 48 por ciento en el último año,

y los precios del oro ligados al dólar,

cada día pierden un 10 por ciento de su valor.

En 2015, con la firma del Acuerdo Nuclear, Irán

y Estados Unidos vivían una pseudo luna de miel

de tres años, hasta que lo canceló tres años

después Donald Trump y volvieron las sanciones

contra Irán.

Hay 625 nombres de iraníes que nadie quiere conocer muertos

por no poder tener acceso a medicamentos

para tratar sus enfermedades concretas,

por culpa de las sanciones.

La situación económica de Irán es tan desesperada

que el régimen ha eliminado el dinero de la circulación.

Solo se puede pagar con tarjetas de débito locales.

Hasta las especias que se usan para cocinar.

Cada euro se cotiza en unos 4 millones de riales.

Difícil de imaginar tal marcha atrás

en las relaciones internacionales de Irán

después de los intentos de apertura de sus gobiernos reformistas,

una de cuyas protagonistas fue Masumé Ebtekar.

La gente quería que todos esos cambios continuaran adelante,

particularmente en los campos de la justicia, igualdad femenina.

Esos eran valores importantes de la Revolución Islámica,

en consonancia con las enseñanzas del Islam,

pero desgraciadamente una vieja guardia retrógrada

ha tomado el control y se resisten a estas reformas.

Ebtekar fue vicepresidenta con sendos líderes progresistas,

Jatamí y Ruhaní.

En su día fue una de las revolucionarias

que asaltó la embajada americana en 1979.

Muerte a América, muerte a Israel, y precisamente el hijab,

pañuelo o bufanda que cubre la cabeza,

eran los tres pilares de un régimen que cumple 44 años.

Cuatro décadas de protestas

en la plaza de la Libertad de Teherán.

Libertad es la palabra que más se ha escuchado

en los últimos cuatro meses.

El 4 de enero, Alí Jameneí, el líder supremo

de la república islámica de Irán,

declaraba que el hecho de que haya jóvenes

con su cabeza descubierta,

no significa que sean antirreligiosas

o contrarrevolucionarias.

Y pedía tolerancia.

Algunos lo han interpretado como un gesto de apertura

hacia las jóvenes heroicas que han echado un pulso al régimen.

Si la policía moral que parece haber desaparecido

de las calles, no regresa, corroboraría esa lectura.

Los cien días de protestas que han conmovido Irán

han puesto contra las cuerdas al régimen de la República Islámica,

cuya ala dura está en el poder desde el verano de 2021.

El presidente Raisí, muy próximo a la Guía Suprema, Jameneí,

deriva la responsabilidad a las sanciones impuestas

tras la ruptura del Acuerdo Nuclear hace cuatro años.

Irán es una potencia energética y geoestratégica de primerorden,

pero su situación social y económica es la peor de su historia moderna.

Aprovechando la serie de fiestas que coincidían

en el calendario iraní con el fin de año occidental,

los habitantes de las grandes ciudades,

sobre todo la fría capital, se desplazaban al Golfo Pérsico,

con temperaturas primaverales.

Me gusta la naturaleza, y eso es lo único

que nos queda en Irán para disfrutar.

Por eso hemos venido a pasar aquí unos días desde Kermán.

Si se abrieran las fronteras y se acabara la enemistad

entre Irán y los países extranjeros,

mejoraría mucho la calidad de vida de los iraníes.

La isla de Qeshm acaba de ser nombrada Geoparque por la UNESCO.

El primero de Irán y el único de Oriente Medio.

Es uno de los geoparques más singulares del mundo

en términos de fenómenos geológicos, ecológicos, o de medio ambiente.

Frente a la isla de Qeshm, se halla la de Ormuz,

y estas aguas son el as en la manga,

incluso se podría decir el verdadero botón nuclear iraní:

el cuello de botella más estratégico del mundo.

Mientras el resto puede contar con una alternativa,

el Estrecho de Ormuz carece de ella.

Por aquí pasa un tercio del petróleo que se transporta por mar,

y más de la cuarta parte del gas licuefacto mundiales,

porque confluyen el gas y el petróleo

de potencias energéticas como Irán, Iraq, Kuwait,

Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.

Si Irán, que tiene una costa de 1500 km,

decide interrumpir su tráfico, aunque fuese de modo temporal,

el mundo entraría inmediatamente en recesión.

Sevda, Nina, y Emma contemplan la puesta de sol

sobre el Estrecho de Ormuz.

Todavía no tengo una idea precisa de lo que quiero hacer,

pero sí de dedicarme a los negocios.

Estamos en la misma clase y hemos venido a explorar,

queremos hacer lo mismo que cualquier adolescente,

probar lo que nos espera en el futuro.

Quisiera hacer tantas cosas antes de decidir.

Tener experiencias.

Las tres responden al unísono cuando se les pregunta

cómo se imaginan en unos cinco o diez años.

Navegamos entre la fila infinita de naves de mercancías

y cargueros de petróleo y gas por esta ruta marítima

comercial global,

crítica para la seguridad energética del planeta,

cuando cae la noche en el Irán de los velos y los turbantes.

Nos vamos.

Recuerden que pueden volver a ver nuestros reportajes en RTVEPlay,

la plataforma de la radiotelevisión pública,

que es la suya.

¡Les esperamos el proximo sábado!

Informe Semanal - Irán, velos y turbantes - ver ahora

P.- ¿Por qué ha estallado de esta manera tan vasta?

R.- Tenemos grandes esperanzas, desafíos económicos, también mala gestión como en cualquier país; debemos afrontar los retos de nuestro tiempo, por ejemplo el de Internet. Internet abre todas las sociedades a otros mundos diversos. Pero desgraciadamente hay una campaña de propaganda contra Irán que ya dura años, tratando de destacar todo lo malo, demonizando Irán. Todo esto hace que la gente se plantee un montón de cosas.

P.- Esta Generación Z, la de los jóvenes nacidos entre 1997 y 2012, ha crecido con sus dos gobiernos reformistas y sus discursos sobre el Estado de Derecho, los Derechos Humanos… ¿Qué ha pasado?

Necesitamos que una amplia gama de la sociedad participe en las elecciones

R.- El proceso de reformas que necesitamos en nuestra sociedad fue, de alguna manera, bloqueado a causa tanto de las sanciones económicas como también por los procesos políticos. Necesitamos esas reformas, esas mejoras tanto en la gestión como en la administración, como en el proceso político… Necesitamos que una amplia gama de la sociedad participe en las elecciones.

Las protestas siguen vivas en Irán más de 100 días después de su inicio

P.- Usted fue una de las jóvenes revolucionarias que protagonizaron la Revolución Islámica de 1979. ¿Cuál es la diferencia entre aquellas mujeres de entonces y las que salen ahora a las calles pidiendo cambios?

R.- Las mujeres han tenido un papel muy importante en la Revolución Islámica, en todas las elecciones, e incluso en las elecciones recientes del presidente Rujaní en 2017. Entonces más del 50 por ciento de los que votaron a su favor eran mujeres. Y el 70 por ciento de los que tenían derecho al voto lo hicieron hace seis años. Así que las mujeres siempre han tenido un papel importante.

No hemos sido capaces de seguir adelante con las reformas, para responder a sus enormes esperanzas

Ahora se trata de expectativas. Quieren concentrarse en el futuro, esperan mucho y tenemos que cambiar nuestro modelo. Tenemos que cambiar muchos de los actuales comportamientos políticos, hacer una revisión, y como nuestra constitución es muy progresista, puede acometer esas reformas que es lo que quieren los jóvenes. La razón del amplio descontento que existe es que no hemos sido capaces de seguir adelante con las reformas, para responder a sus enormes esperanzas.

P.- La demografía, un tercio con menos de 24 años, lo explica todo. ¿Cómo lo ve usted?

R.- Exactamente. El boom de la generación joven con sus grandes exigencias, sumado a la diversidad de culturas en Irán. Irán es una sociedad muy diversificada, de grupos étnicos, y cada uno de esos estamentos busca su lugar en la sociedad del futuro y también están las mujeres que quieren hacer oír su voz. Y eso es lo que nosotros intentamos hacer.

Conseguimos que un 25 por ciento de los puestos de dirección del gabinete de Rujaní fueran mujeres

Cuando estábamos en el gobierno, tratamos de abrirlo a las mujeres, y conseguimos que un 25 por ciento de los puestos de dirección del gabinete de Rujaní fuera a las mujeres. Había cinco o seis embajadoras, y por primera vez viceministras, gobernadoras y vicegobernadoras en provincias. Hicimos un montón de cambios.

La gente esperaba que eso siguiera adelante, particularmente en el campo de la justicia, de la igualdad femenina… Eran valores importantes de la Revolución Islámica, en consonancia con las enseñanzas del Islam, pero desgraciadamente una vieja guardia retrógrada ha tomado el control y se resisten a esas reformas.

P.- Para acabar. Echando la vista atrás, a 1979, la joven revolucionaria que usted era entonces, y ahora como política experimentada, ¿qué subrayaría desde su perspectiva de todos estos años que ha vivido en primera fila?

R.- Tenemos que mantener nuestras esperanzas en el futuro de Irán. Creemos en la generación joven, en la gente. Tienen un montón de potencialidades, e Irán muchas razones para progresar, como jugador principal tanto en el campo del desarrollo económico, como en el regional, pero para que ocurra eso necesitamos un diálogo interno, reformas…

Irán tiene muchas razones para ser un socio de confianza en las relaciones internacionales

Y también que la comunidad internacional entienda Irán y continúe dialogando. Necesitamos seguir esa línea, porque Irán tiene muchas razones para ser un socio de confianza en las relaciones internacionales, económicas, y eso es lo que quiere la gente, y nosotros buscamos ese futuro, a pesar de todas las dificultades, a pesar de todos los desafíos que ahora afronta Irán. Miramos ese futuro brillante.