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Cumbre del Clima Egipto 2022

Las claves del acuerdo de la COP27 de Egipto: un avance en la financiación climática con muchas incógnitas

  • El pacto no determina la cantidad ni la manera de repartir el nuevo fondo para los daños climáticos a países vulnerables
  • El texto no aporta cambios sustanciales a las propuestas de Glasgow, lo que ha generado el descontento del bloque europeo

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Cartel de la COP27 en Sharm el-Sheikh, Egipto
Cartel de la COP27 en Sharm el-Sheikh, Egipto

El acuerdo adoptado en la Conferencia por el Cambio CIimático de Naciones Unidas (COP27) de Egipto ha dejado sentimientos encontrados en las cerca de 200 naciones participantes. Mientras la presidencia de la cumbre lo califica de “histórico” debido a la aprobación de un fondo destinado a financiar las pérdidas y daños climáticos para los países más vulnerables; otros como el bloque europeo se han mostrado “decepcionado” por no haber avanzado en la reducción de emisiones frente a las resoluciones de la COP26 del 2021 de Glasgow.

Las decisiones de la cumbre han llegado tras duras negociaciones y más de un día de prórroga, en el que incluso la Comisión Europea amenazó con abandonar la cita ambiental, que se ha celebrado en la ciudad egipcia de Sharm El-Sheikh. Estas son las claves de la declaración adoptada por los países, entre los que se han notado grandes ausencias como la de Rusia, pero también la vuelta de otros territorios como Brasil.

1. Un fondo para países en desarrollo vulnerables al cambio climático

La compensación de los daños y pérdidas ha sido uno de los caballos de batalla de las negociaciones de la COP27, una cuestión que aunque había sido debatida durante años, no había conseguido materializarse hasta ahora.

En un contexto en el que se han incrementado los eventos metrológicos extremos como las inundaciones o las oleadas de incendios, los países han conseguido un consenso respecto a la "necesidad inmediata" de aportar recursos financieros "nuevos, adicionales, predecibles y adecuados" para la creación de un fondo que ayude a cubrir desplazamientos forzados, daños en el patrimonio cultural, así como dificultades en la movilidad y vida de los habitantes debido al cambio climático.

A quién se debe dirigir concretamente este fondo - si a todos los países en desarrollo o a los vulnerables- ha sido precisamente uno de los escollos de las negociaciones, que han terminado decantándose por el bloque europeo, que abogaba por limitarlo solo a los países en desarrollo vulnerables al calentamiento global. Aunque esto supone un primer paso, quedará por ver, en las futuras reuniones, qué territorios reciben esa etiqueta, la dotación y cómo se repartirá la financiación. En el acuerdo se establece, además, un "comité de transición" para que las propuestas se pongan en marcha en 2023.

2. Falta por conocer la dotación del fondo y cómo se pondrá en marcha

La manera de financiar este fondo ha sido el siguiente punto de discusión. Sobre ello, el texto invita a las instituciones financieras internacionales a considerar, en las reuniones de primavera de 2023 del Grupo del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, la posibilidad de que contribuyan con la aportación de fondos o través de enfoques nuevos e innovadores.

Propone también al secretario general de las Naciones Unidas que convoque a los directores de las instituciones financieras internacionales y a otras entidades con el objetivo de establecer las formas más eficaces de proporcionar financiación para responder a pérdidas y daños. Se abre la puerta, además, a que países con grandes emisiones como China o India también contribuyan al fondo. Habrá que esperar a las siguientes reuniones de los países para ver cómo se profundiza en estos aspectos y cómo se distribuirá la ayuda.

3. Descontento de la UE por los escasos avances en mitigación

Otra de las discusiones que ha copado la cumbre ha sido la mitigación, recogida en el Plan de Implementación de Sharm el-Sheikh, una declaración política sin efectos vinculantes, con hasta 15 puntos que van desde la energía, la adaptación y la mitigación hasta la protección de los bosques y los océanos. El apartado ha provocado momentos de tensión, hasta el punto de que la Unión Europea amenzó con concluir la cumbre sin acuerdo si no se aumentaba la ambición en la reducción de las emisiones de gases invernadero.

Finalmente, en el texto se reconoce que es una “década crítica” y se ha mantenido viva la meta del 1,5ºC que algunos países pedían dejar en 2ºC. Para ello, continúa el documento, se requieren “reducciones rápidas, profundas y sostenidas” de los gases invernaderos de hasta el 43% para el 2030. Sin embargo, no se aportan cambios sustanciales a las propuestas de Glasgow, sino que sigue instando de nuevo a los países a reducir progresivamente la generación de energía a partir del carbón y a abandonar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles.

"Se reitera la invitación a las Partes para que consideren nuevas medidas para reducir para 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero distintos del dióxido de carbono, incluido el metano", reza el texto preliminar. Tanto la Unión Europea como la ONU, han asegurado que no es suficiente y, por tanto, han calificado el acuerdo de mínimos.

En el ámbito de la energía, tema en el centro de debate internacional debido a la guerra de Ucrania, la declaración también ha sido descafeinada, pues únicamente se indica “la urgencia” de transformar rápidamente los sistemas energéticos para que sean más seguros, fiables y resilientes, “acelerando las transiciones limpias y justas hacia las energías renovables” sin llegar a un compromiso fijo.

4. Otros resultados de la COP27

Además de los aspectos anteriores, otra de las novedades son en materia de océano, donde el acuerdo recoge que a partir de 2023 los temas relativos al océano estarán guiados por dos cofacilitadores seleccionados por las partes cada dos años. Estos serán los responsables de decidir los temas para dirigir el diálogo, en consulta con las partes y con los observadores y prepararán un sumario de cuestiones que se llevarán a las cumbres, lo que podría darles una mayor visibilidad.

En el ámbito de la tecnología, además, la cumbre del clima de Egipto ha servido para lanzar un nuevo programa de trabajo de cinco años para promover soluciones tecnológicas climáticas en los países en desarrollo. Por último, los delegados de la COP han anunciado que Naciones Unidas convocará una "cumbre sobre la ambición climática" en 2023, antes de que concluya el balance en la COP28 del próximo año.

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