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Juicio accidente de tren en Santiago

El jefe de la estación asegura que varios maquinistas se quejaron de que la entrada era "complicada" por la curva

  • El jefe de maquinistas que alertó del riesgo de la curva dice que con la señalización actual el accidente no se habría producido
  • Los vecinos que auxiliaron al maquinista dicen que lamentó el accidente y críticó la seguridad, según han declarado

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Continúa el juicio por el accidente de tren en Santiado que dejó 80 muertos

El jefe de la estación de Santiago de Compostela, Jose Luis Carreira García, ha declarado este jueves ante la juez que antes de que se produjera el accidente del Alvia el 24 de julio de 2013 "varios" maquinistas le trasladaron que "la entrada" en la estación de Santiago era "complicada" por la curva de A Grandeira donde se produjo el descarrilamiento.

"Algún comentario tengo oído de algún maquinista, antes del accidente", ha dicho Carreira ante la juez Elena Fernandez Currás en respuesta a las preguntas del fiscal en su declaración como testigo en la sexta sesión del juicio por el accidente que dejó 80 muertos y 145 heridos.

Al ser preguntado en concreto por si recordaba quién había hecho esos comentarios ha dicho que no recuerda "quién, era en general" y ha explicado que "a veces" un compañero se pasaba "por el gabinete de circulación de Santiago" y se quejaba de que la entrada de Santiago era "complicada" en relación con la bifurcación de A Grandeira.

Esas quejas se produjeron, según ha detallado después, cuando se estaban haciendo las pruebas de la línea, que fue inaugurada en diciembre de 2011.

En todo caso nunca lo interpretó como un riesgo real y sí como "una cosa más que se podía mejorar". "Lo que entendí es que podía estar mejor señalizada", ha concretado Carreira, pero este asunto nunca lo elevó al Adif por no estar entre sus cometidos hacerlo. "No tengo forma de trasladar eso a nadie. Puedo trasladar averías que ocurren en mi sistema", ha declarado.

El jefe de maquinistas que alertó del riesgo: "Dependía todo del factor humano"

El jefe de maquinistas que alertó en un informe del riesgo de la curva de A Grandeira, José Ramón Iglesias Mazaira, ha asegurado que con la señalización que se instaló en agosto de 2013, apenas un mes después del accidente, el tren se habría detenido y que "nunca" había visto un "salto" de velocidad tan significativo como ese, de 200 a 80 km/h, en un punto donde se puede dividir la atención del maquinista.

Sobre el sistema ERTMS (que frena automáticamente el tren cuando el maquinista no lo hace) ha dicho que si hubiera estado conectado en ese punto de la vía habría sido otra referencia más para el maquinista, que le habría ayudado, pues le habría obligado a reconocer en una pantalla el cambio de sistema a ASFA, pero que el riesgo habría sido el mismo "dependía todo del factor humano".

"¿Quién le dijo que no se podía tratar ese punto?", le ha preguntado el fiscal, a lo que Mazaira ha apuntado directamente al responsable de la gerencia de seguridad en la circulación de Renfe, Ángel Lluch.

José Ramón Iglesias Mazaira es autor de un informe en el que advertía del "riesgo" y pedía señales para alertar sobre la curva de A Grandeira, donde descarriló el tren. Iglesias Mazaira, al igual que otros formadores de conductores de tren, fue consciente 1 año y 7 meses antes de la tragedia del Alvia de la urgencia de señales con balizas para afianzar la seguridad.

En su declaración Iglesias Mazaira ha asegurado tajante que si en el tramo donde se produjo el accidente hubiera habida una señalización como la que pedía, no habría habido accidente alguno, ya que con esa baliza el tren se hubiera frenado al pasar a 200 kilómetros por hora. "Le haría un control de velocidad [...] y detiene el tren", ha respondido en la sexta sesión del juicio en la Ciudad de la Cultura de Santiago.

La alerta del riesgo "llegó" y "se estaba siguiendo"

El jefe de maquinistas José Ramón Iglesias Mazaira ha apuntado a una conversación con el responsable de la gerencia de seguridad en la circulación de Renfe, Ángel Lluch, que "demuestra" que el informe con el que avisó del riesgo antes de la curva de A Grandeira "se estaba siguiendo". La "respuesta" que le dieron es "que eso no se iba a trasladar porque estaba amparado normativamente", ha destacado.

Por ello, ha llamado la atención sobre que "se tenía que hacer un cambio normativo, como se hizo más tarde", que implicara la colocación de señales laterales para avisar al maquinista de que debía reducir la velocidad.

En su declaración, el jefe de maquinistas de la gerencia de Galicia Renfe Operadora ha dicho que su preocupación máxima eran los cambios bruscos de velocidad como el que se producía en A Grandeira, un salto de 200 a 80 kilómetros por hora que coincidía con el cambio de ERTMS a ASFA. "En ese punto coincidía algo que yo no había visto nunca, un salto de 200 a 80, el más importante, y que coincidía con el cambio de ERTMS a ASFA. Era un punto donde se puede dividir la atención del maquinista".

Sobre la llamada de 100 segundos del interventor al maquinista antes del accidente, Iglesias Mazaira ha dicho que el conductor del tren tiene la "obligación" de atender la llamada del móvil corporativo y al ser preguntado por si le pareció prudente que mantuviera la llamada ha dicho que no, que ve "imprudente" continuar con la llamada en lugar de colgar el teléfono, pero ha admitido que no sabe si él hubiera colgado.

Mazaira ha afirmado que la llamada es un riesgo "porque distrae", pero si en la actualidad cuentan con un protocolo sobre la utilización del teléfono que cuida los detalles, en aquel entonces solamente disponían de recomendaciones.

Iglesias Mazaira, a cuyo aviso hizo alusión este miércoles el maquinista que llevó el tren hasta Ourense, declaró en su día (en 2014) ante el juez instructor de la causa y también lo hizo en la comisión de investigación sobre el siniestro en el Congreso de los Diputados (en 2018), donde aseguró que tramitó "de forma impecable" el informe que redactó un año y medio antes de que ocurriera el accidente, en el que hablaba de una serie de anomalías en la vía.

El maquinista dijo que ya lo tenían "denunciado", según un vecino

También han declarado dos vecinos residentes en el barrio compostelano de Angrois, Julio Santiso y Evaristo Iglesias, que auxiliaron al maquinista en los primeros momentos tras el accidente y lo llevaron a la zona donde se encontraban los servicios sanitarios.

Santiso ha contado que escuchó un estruendo, "como si fuera una explosión", y que tras las llamadas de rigor a emergencias y fuerzas y cuerpos de seguridad, se dedicaron los residentes en esta zona a "hacer lo que pudimos".

Del conductor, al que auxiliaron dos policías, a los que Julio vio cuando ya venían con Garzón en marcha, ha recordado que le comentó que había sido "culpa de él" y que la escasa protección era algo que "ya tenían denunciado".

Preguntado expresamente por la letrada de Adif por si Amo le había mentado la llamada con el interventor de a bordo, ha afirmado que no, y consultado por esta misma abogada sobre si Garzón había llegado a espetar "si pillo al de seguridad lo mato", ha respondido "hasta me parece que sí". Iglesias ha indicado que a él le soltó "era mejor que muriera que ver todo aquello". "No le escuché otra cosa", ha relatado.

La vista continuará el 8 de noviembre

La vista oral del juicio continuará el próximo 8 de noviembre según ha señalado al final de esta sexta sesión la magistrada Elena Fernández Currás.

Las testificales se han retomado esta semana con la declaración de una decena de policías, del interventor que hizo la llamada al maquinista, del conductor que llevó el convoy hasta Ourense, de un mecánico y de un empleado de seguridad que viajaban en el tren.

Con anterioridad fueron interrogados el maquinista Francisco Garzón y el ex jefe de seguridad de Adif, ambos en el banquillo de los acusados por imprudencia profesional grave por 80 supuestos delitos de homicidio y 145 de lesiones, así como uno de daños.

Como estos dos días, es previsible que ninguno de los dos esté presente en la sala, toda vez que así lo autorizó la titular del juzgado de lo penal número 2 de Santiago, una vez terminadas sus declaraciones. De hecho, Garzón ya no estuvo presente durante la comparecencia de Cortabitarte.