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Guerra en Ucrania

Los ucranianos atrapados por la ocupación rusa de Zaporiyia: "Nos han bombardeado y ahora no podemos volver a casa"

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Decenas de vecinos en Zaporiyia, atrapados sin poder volver a sus casas en la zona ocupada por Rusia

Decenas de vecinos en la capital de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, cruzan una y otra vez el mismo paso de cebra. Llevan semanas atrapados en el lado ucraniano y cortan el tráfico para exigir que les dejen volver a sus casas en la zona ocupada por Rusia.

Quieren pasar al otro lado, al ocupado por los rusos, porque es donde tienen sus casas o porque pretenden llevar ayuda y alimentos a familiares y amigos que se encuentran allí. Entre ellos hay ancianos, gente enferma, niños muy pequeños e incluso bebés.

Zaporiyia es una de las cuatro regiones en las que se celebró un referéndum ilegal de anexión a Rusia y el presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció su independencia y firmó los tratados de anexión de esta región, así como las de Jersón, Donetsk y Lugansk. Tanto el Senado como la Duma rusa -la Cámara de diputados del país- han ratificado los tratados de anexión.

"No podemos volver a casa"

"¿Cómo puede durar esto tanto?", se pregunta una de las mujeres que quiere cruzar al lado controlado por las tropas rusas. "Nos han bombardeado. Han matado a muchos y ahora nos dicen que no podemos volver a casa", señala esta mujer, una de las supervivientes del ataque contra una caravana de vecinos que también iban a volver a la zona ocupada.

El ataque con misiles se registró el pasado viernes alrededor de las 7:30 de la mañana. Al menos 25 civiles murieron y alrededor de 50 resultaron heridos, entre ellos niños. Al igual que los vecinos que protestan cortando el tráfico, estos civiles esperaban para volver a sus casas o a llevar ayuda a sus familiares o amigos que se encuentran en la zona ocupada por Rusia.

Viviendo como vagabundos

Todos estos ciudadanos se quejan de que les han abandonado y de que viven como vagabundos. Muchos llevan semanas durmiendo en furgonetas o en sus propios vehículos.

"Tengo que dormir aquí, en el campo. Sin comida, sin nada", afirma Víktor.

Entre estos vecinos de Zaporiyia hay personas de todas las edades, desde bebés hasta ancianos, como Kalina, quien tiene problemas de movilidad y lleva semanas viviendo en una furgoneta con su hija.

Por esta razón, protestan cortando el tráfico en la capital de Zaporiyia para exigir que les dejen volver a sus hogares. La Policía pide que la protesta se disuelva y los vecinos se quejan e increpan al agente, pero no hay mucho más que hacer.