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Adiós a Isabel II (XIII)

El día que Londres despidió por última vez a su reina: "Era nuestra madre"

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Asistentes observan el funeral de la reina Isabel II en una pantalla gigante en Hyde Park, Londres, el 19 de septiembre de 2022. Foto: JUSTIN TALLIS / AFP
Asistentes siguen el funeral de la reina Isabel II en una pantalla gigante en Hyde Park, Londres, el 19 de septiembre de 2022.

Londres se ha paralizado este lunes para dar el último adiós a la reina Isabel II. Desde el alba, miles de personas han salido a las calles para ser testigos de un acontecimiento histórico, un funeral de Estado retransmitido en directo por primera vez y abierto al público británico.

La Abadía de Westminster y el Palacio de Buckingham han sido los epicentros del cortejo fúnebre y el homenaje al fin de una era monárquica. Poco después de las 6:00 hora local, los accesos al público quedaban completamente blindados ante el desfile de líderes mundiales congregados en Westminster.

Tom, un hombre que viene desde Manchester, había acampado con su mujer y su cuñada el sábado en The Mall. Salió a comprar desayuno y, para su sorpresa, los servicios de seguridad no le dejaron regresar. "¡Qué le vamos a hacer!", se conforma.

A apenas tres kilómetros, el emblemático Hyde Park sirve como punto de concentración para todos los británicos que quieren vivir este momento. El parque tiene habilitadas varias pantallas donde retransmite la misa en directo y nadie quiere perderse detalle. Es el culmen de la peregrinación que millones de personas han hecho estos días al corazón del Reino Unido.

El luto se apodera de Hyde Park

A pocos minutos de empezar el funeral, una marea humana -las autoridades calculan que han sido 150.000 personas- tiñe de luto el parque. Miles de personas de todas las culturas y edades se congregan en torno a las pantallas. Los policías, voluntarios y demás agentes de seguridad que vigilan el mayor dispositivo de seguridad de la historia en la ciudad se mezclan en la multitud con miembros de las Fuerzas Armadas y veteranos. Clive Clasing y Robert Ross son dos de ellos. Los dos septuagenarios sirvieron en Canadá, Irlanda, Irak o Afganistán, entre otros destinos. Y vienen a decir adiós a su "jefa". "Aquí está lo mejor del pueblo británico", afirma Clive a RTVE.es. "Hay incluso gente de todo el mundo, eso es lo que representa la reina: unidad", añade.

Clive Clasing y Robert Ross, septuagenarios y veteranos de las Fuerzas Armadas británicas que sirvieron en Canadá, Irlanda, Irak o Afganistán, entre otros destinos, y que han acudido a dar el último adiós a Isabel II en Londres. Foto: Paloma de Salas

Clive Clasing y Robert Ross, septuagenarios y veteranos de las Fuerzas Armadas británicas que sirvieron en Canadá, Irlanda, Irak o Afganistán, entre otros destinos, y que han acudido a dar el último adiós a Isabel II en Londres. Paloma de Salas/RTVE

Robert recuerda una anécdota de la reina que vivió hace 20 años muy cerca de este parque. "Eran las siete de la tarde, llevaba más de una hora esperando bajo la lluvia porque la reina y el duque de Edimburgo iban a cenar por aquí", dice. "Me saludaron, la reina me sonrió. Es una emoción inexplicable", señala.

Clive y Robert resumen a la perfección el sentimiento de los asistentes a este funeral en la calle. "Isabel II era familia, era la madre de nuestro Ejército. Le tocó hacer este trabajo porque su tío no quería. Macron dijo 'habéis perdido a vuestra reina, pero nosotros hemos perdido a LA reina'", dice con orgullo.

No queríamos estar en casa. Es un momento histórico

A su lado, Josh y y Will, dos treintañeros, se preparan para el inicio de la ceremonia. “No queríamos estar en casa. Es un momento histórico, sentíamos que teníamos que estar todos los británicos juntos”, aseguran.

Dina, de 53 años, ha venido desde Chippenham, una localidad cerca de Bath, para vivir el acontecimiento con su hija. "No llegamos a la capilla ardiente, he venido porque quiero formar parte de este ambiente", dice. Guarda el recuerdo de la visita de la reina a su ciudad: "Verla en carne y hueso fue diferente, precioso. Era extraordinaria".

Dina, de 53 años, junto a su hija, en Hyde Park. Ha venido desde Chippenham, una localidad cerca de Bath, para vivir el acontecimiento del funeral por Isabel II. Foto: Paloma de Salas/RTVE. 

Dina, de 53 años, junto a su hija, en Hyde Park. Ha venido desde Chippenham, una localidad cerca de Bath, para vivir el acontecimiento del funeral por Isabel II. Paloma de Salas/RTVE.

Un funeral retransmitido en directo

En la verde explanada de Hyde Park, cubierta por la marea humana de luto, destacan las flores que muchos depositarán en la zona de tributo habilitada, que se mezclan con banderas de la Union Jack y de la reina.

A las 10:44, con una puntualidad británica exquisita, se hace el silencio en el parque. Solo se escucha el gorjeo de los cuervos y pájaros que sobrevuelan el cielo nublado. Los ingleses contienen el aliento cuando ven salir el féretro de Isabel II del Palacio de Westminster a la Abadía. En cuestión de segundos, el ambiente se llena de una solemnidad que se mezcla con el recuerdo y la nostalgia.

Algunos se sorben las lágrimas, otros sonríen. Nadie habla, todos guardan respeto bajo el cielo nublado que envuelve la ciudad por última vez en presencia de la reina. Mientras, veteranos, miembros de la Royal Navy, agentes de policía miran al frente. El tiempo se detiene: solo tienen a la reina en mente.

Militares en Hyde Park durante el funeral de la reina Isabel II. Foto: Paloma de Salas/RTVE.

Militares en Hyde Park durante el funeral de la reina Isabel II. Paloma de Salas/RTVE.

A las 10:57, la procesión entra por la Great West Door en la Abadía de Westminster. Nadie quita el ojo de la pantalla. Le acompañan las campanas del Big Ben, que no sonó durante el minuto de silencio del domingo por la tarde. De pronto, una niña interrumpe el protocolo. Está triste porque ya no tiene reina. "Tenemos un rey ahora", le consuela su padre.

Aplausos y ‘hurras’ en el último trayecto de Isabel II

A las 11:46, pocos antes del fin de la misa en Westminster, el sol se abre paso en Hyde Park. Dos jóvenes cantan el 'God save the queen' en el tramo final de la misa. Y 12 minutos después, la gente que se desplaza a los puntos habilitados para ver el cortejo fúnebre vuelve a romper en silencio. Son los dos minutos decretados por las autoridades para terminar de conmemorar a la reina. "He pensado en sus 70 años de servicio", explica Monica, una vecina de Kensington. “El funeral ha sido muy conmovedor, un homenaje precioso a su vida”.

El funeral ha sido muy conmovedor, un homenaje precioso a su vida

John se acerca a las vallas para ver las salves a la reina que marcarán el inicio de la procesión fúnebre desde Westminster hasta Wellington Arch. "Ya no estoy triste, hoy hemos venido a celebrar su vida", confiesa.

A las 12:19, las salves comienzan a sonar en el parque. La multitud se congrega en las vallas para la última imagen de un ataúd exhibido por todo el país desde hace diez días. La emoción se apodera del ambiente, ahora también con curiosos que quieren presenciar un momento histórico. Poco más de una hora después, el coche fúnebre con los restos de Isabel II recorre por última vez la avenida junto a Kensington Road. Vuelve el silencio, que se disuelve con los aplausos. "’¡Hurra!", exclama el público.

Es el fin de una era, de una despedida diseñada a milímetros durante años. "Dios salve a la reina”, gritan dos mujeres, que reciben la respuesta de otro veterano: "Descanse en paz".

Más de 500 líderes mundiales despiden a Isabel II en Westminster