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EE.UU.

Al menos cuatro muertos y múltiples heridos en un tiroteo en la ciudad estadounidense de Tulsa

  • Ha ocurrido en un hospital de la ciudad estadounidense de Tulsa (Oklahoma) y el agresor también ha perdido la vida
  • Todavía se desconoce la identidad del agresor, un hombre negro de entre 35 y 40 años, según han señalado las autoridades

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El personal de emergencia trabaja en la escena de un tiroteo en la Clínica Warren en Tulsa, Oklahoma.
El personal de emergencia trabaja en la escena de un tiroteo en la Clínica Warren en Tulsa, Oklahoma.

Al menos cuatro personas han muerto y varias han resultado heridas en un tiroteo ocurrido en un hospital de la ciudad estadounidense de Tulsa (Oklahoma), en el que el agresor también ha perdido la vida, según ha informado el vicedirector de la policía de Tulsa, Eric Dalgleish, a los medios.

"Tenemos cuatro civiles que están muertos y tenemos un tirador que está muerto", ha dicho Dalgleish, que ha especificado que las primeras investigaciones apuntan a que el agresor se disparó a sí mismo.

El responsable ha explicado que el tiroteo se produjo en la segunda planta del edificio, situado en las instalaciones del Hospital Saint Francis de Tulsa.

Según ha asegurado el concejal del Ayuntamiento, Jayme Fowler al canal CNN, el asaltante, que portaba un rifle y una pistola, estaba buscando a un médico que trabajaba en lugar, extremo que la Policía no ha confirmado. Brooks ha apuntado que todavía se desconoce la identidad del agresor, un hombre negro de entre 35 y 40 años, que llegó al hospital a las 16:40 hora local (21:40 GMT).

El recuerdo de Uvalde

Este nuevo tiroteo tiene lugar mientras el país continúa reponiéndose de la masacre ocurrida el pasado 24 de mayo, cuando 19 niños y dos profesoras fueron asesinados por disparos de un joven de 18 años en una escuela de Uvalde (Texas), donde el agresor fue abatido después por la policía.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el martes que se reunirá con miembros del Congreso para tratar la cuestión del control de las armas de fuego, después de lo ocurrido en Uvalde, el tiroteo escolar más mortífero sucedido en Estados Unidos desde el de Sandy Hook, en el que murieron 27 personas, incluido el atacante, en diciembre de 2012.