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Coronavirus

Los niños que se contagien de COVID-19 esperarán ocho semanas para recibir una sola dosis de la vacuna

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Una dosis de la vacuna Cominarty, de Pfizer-BioNTech, en Francia. REUTERS/Eric Gaillard
Una dosis de la vacuna Cominarty, de Pfizer-BioNTech, en Francia. 

Los niños de 5 a 11 años que se contagien de COVID-19 antes de vacunarse tendrán que esperar ocho semanas para recibir la primera y única dosis de la vacuna del coronavirus. La Comisión de Salud Pública ha ampliado la espera de uno a dos meses en la última actualización de la Estrategia de Vacunación, la número 11, publicada este miércoles.

El cambio en la recomendación ocurre cuando las comunidades autónomas han comenzado a pinchar las segundas dosis de la vacuna pediátrica. En ese caso, si la infección se diagnostica después de haber recibido el primer pinchazo, sí podrán recibir la segunda dosis, que se administrará "a partir de las ocho semanas tras el diagnóstico de la infección", reza el documento.

Asimismo, los técnicos del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han acordado mantener el intervalo de ocho semanas entre las dos dosis en los pequeños que no han pasado la infección.

Recomienda que los vulnerables reciban una dosis extra a las ocho semanas

Estos cambios en los intervalos y la pauta no afectan a los niños y niñas de 5 a 11 años vulnerables al COVID grave, por tener condiciones de alto riesgo o estar en tratamientos con inmunodepresores. Ese grupo recibirá en todo caso una dosis adicional de la vacuna infantil de Pfizer a las ocho semanas de la última dosis e independientemente de si han pasado la infección.

La Comisión de Salud Pública recuerda en su escrito que se ha observado una "amplia seguridad" de la vacunación en la población infantil, "con menor aparición de los ya per se muy infrecuentes casos de miocarditis/pericarditis comparados con los adolescentes y adultos jóvenes".

En cualquier caso, indica también que las formas graves de la enfermedad tienen "una baja repercusión" en este grupo y que, incluso en casos asintomáticos y muy leves, los niños "generan una respuesta inmune adaptativa robusta y mantenida en el tiempo frente a SARS-CoV-2, superior a la observada en adultos".