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Coronavirus

España celebra la Nochebuena con la incidencia en máximos y los hospitales ya en riesgo muy alto

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La inquietud por la nueva ola de COVID-19 vuelve a ensombrecer las fiestas navideñas en España
La inquietud por la nueva ola de COVID-19 vuelve a ensombrecer las fiestas navideñas en España.

La sexta ola del coronavirus ha acabado por romper contra las fiestas navideñas: España celebra este viernes la Nochebuena con la inquietud que suscita el nuevo embate de la pandemia, que alcanza nuevos máximos de incidencia acumulada, por encima ya del pico que marcó la tercera ola a principios de este año, mientras las unidades de cuidados intensivos de los hospitales vuelven a colocarse en riesgo muy alto, con más del 16 % de las camas ocupadas por los pacientes de COVID-19.

El último informe del Ministerio de Sanidad, publicado este jueves, registraba un nuevo récord, el tercero consecutivo, de contagios notificados en una sola jornada, con casi 73.000 infectados, al tiempo que la incidencia acumulada de los últimos 14 días se elevaba otros 127 puntos para situarse en 911,31 casos por cada 100.000 habitantes. Es la cifra más elevada de toda la pandemia, si bien los contagios de la primera ola, cuando no había capacidad diagnóstica suficiente para medir correctamente la expansión del virus, están probablemente infrarrepresentados.

Las infecciones, además, se aceleran cada día, como consecuencia del desembarco de la variante ómicron, mucho más transmisible que la variante delta, que era la predominante hasta hace muy poco. Sanidad estima que, en la segunda semana de diciembre, los infectados por ómicron ya eran el 47,2 % del total, cuando una semana antes apenas eran el 3 %. Y dos semanas después, la circulación del virus se ha triplicado, al pasar de los poco más de 300 casos de entonces a los más de 900 de este jueves.

Casi todas las regiones, en riesgo muy alto por los contagios

Esa aceleración, en cualquier caso, es apreciable día a día: esta semana, la incidencia ha vuelto a aumentar a tasas que superan el 10 % cada jornada, similares a las de mediados de julio, cuando se levantaba la quinta oleada. Este jueves subió a un ritmo del 16 %, que en España no se observaba en una única jornada desde la tercera ola, y nunca había subido 127 puntos de una tacada.

Esta explosión de contagios a las puertas de las navidades ha llevado a varias comunidades a alcanzar también su pico de contagios: hasta siete (Navarra, País Vasco, Madrid, Asturias, La Rioja, Aragón y Canarias) marcan estos días la incidencia acumulada a 14 días más alta de toda la pandemia.

 

De esta forma, todos los territorios están en riesgo muy alto por la acumulación de contagios, según la escala con la que evalúa el riesgo el Ministerio de Sanidad. La única excepción es Castilla - La Mancha, aunque al ritmo de las últimas jornadas, es muy probable que la próxima semana también rebase ese umbral de los 500 casos por cada 100.000 habitantes. Con todo, estará todavía lejos de Navarra o La Rioja, que superan ya los 1.500 casos.

Las unidades de cuidados intensivos, también en riesgo muy alto

A rebufo de los contagios, la presión hospitalaria empieza ya a ser elevada, a pesar del freno que suponen las vacunas para el desarrollo de los síntomas más graves de la enfermedad. La ocupación de las unidades de cuidados intensivos ya rebasa el 15 %, la frontera que marca el riesgo muy alto, hasta situarse en el 16,27 %, una tasa que no se alcanzaba desde principios de septiembre.

En Cataluña, la ocupación de las camas UCI ya es del 32 %, en Melilla se roza el 30 % y en otras seis comunidades autónomas (Aragón, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Navarra y País Vasco) supera el 20 %. Tan solo Galicia y Andalucía están en riesgo bajo en este aspecto, por debajo del 10 %.

En este sentido, la gran incógnita es la gravedad de la infección que causa ómicron: algunos estudios sugieren que es más leve que la de delta, pero no hay certezas aún. E incluso en ese caso, dado que las vacunas no son infalibles y siempre hay un porcentaje de personas que acaban enfermando de gravedad, una explosión de casos puede acabar colapsando la atención primaria, en primer lugar, y después los hospitales.

Las muertes se mantienen estables

A la luz de los datos que Sanidad publica desde hace unas semanas sobre infecciones, hospitalizaciones y fallecimientos de vacunados y no vacunados en las ocho semanas anteriores, parece que ómicron es más capaz de sortear las vacunas para provocar infecciones, pero estas siguen proporcionando una notable protección frente a los síntomas más graves de la COVID-19.

Por ejemplo, a finales de noviembre, la tasa de hospitalizados entre los vacunados de 30 a 59 años era del 0,4 %, por el 3,9 % de los no vacunados, mientras que en la franja de 60 a 79 años la diferencia era más notable, un 2 % por un 35,7 %, respectivamente. En segunda semana de diciembre, ya con ómicron circulando, la tasa ha subido al 1,03 % para vacunados y al 7,57 % para no vacunados de entre 30 y 59 años, al tiempo que, para quienes están entre 60 y 79 años, es de un 5,27 % y un 81,22 %. Es decir, la probabilidad de acabar hospitalizado es entre seis y 14 veces más baja si se está vacunado.

Todo ello se aprecia en las muertes, que es el único indicador que, por el momento, se mantiene estable a pesar de la sexta oleada: la media semanal de fallecimientos por COVID-19 continúa en torno a 30, cuando en el pico de la tercera ola se aproximó a los 900 decesos. El efecto de la última explosión de contagios, sin embargo, puede notarse también ahí en las próximas semanas, por lo que todo invita a la prudencia, incluso a costa de las fiestas navideñas.