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Objetivo Igualdad

Yolanda Domínguez, artista visual: "Si tienes voz y eres feminista, te atacan por sistema"

  • El programa Objetivo Igualdad entrevista a Yolanda Domínguez sobre los estereotipos de género en los mensajes audiovisuales
  • La creadora de la campaña "Hola, soy tu machismo" aboga por utilizar la imagen para lograr una sociedad más igual
  • Ya puedes ver Objetivo Igualdad en RTVEPlay y a las 00.30 h en el Canal 24 horas

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Objetivo Igualdad - Retrato 100x100 feminista: Yolanda Domínguez

Conocí a Yolanda Domínguez cuando inauguró su exposicion "Little Black Dress" en el Museo del Traje. Desde entonces me ha impresionado en todo lo que hace porque combina una mezcla poderosa de feminismo, activismo, sentido del humor, y arte colectivo que hace que te cuestiones la mayoría de los estereotipos que la cultura patriarcal proyecta sobre lo que debe ser una mujer.

Desde entonces ha llovido mucho. La feroz campaña de odio que sufrió Domínguez en redes a raíz de su cortometraje "Hola, soy tu machismo" la afectó profundamente. Como ella misma me confesó por aquel entonces: "Nunca te acostumbras a levantarte y recibir amenazas de muerte".

-¿En qué crees?

-Creo en la imagen como una herramienta que se puede activar para crear una sociedad más justa e igualitaria.

-"No es sexo, no es gratis" es una campaña contra el consumo de porno de los jóvenes. ¿Por qué la has dirigido a los hombres?

-Como estas campañas se suelen dirigir a la parte más vulnerable o la que menos poder tiene para cambiar las cosas, me pareció interesante retratar en la propia campaña a un hombre, un magnate de la pornografía, que es el que posee todas esas plataformas o la mayoría de ellas, que alojan los vídeos y, por tanto, tiene mayor poder y mayor responsabilidad.

-Pero también pones el dedo en llaga sobre la falta de regulación sobre la pornografía.

-Sí. También apela a la falta de regulación que hay sobre esos contenidos, a la falta de leyes, a la falta de una educación sexoafectiva que oriente y sirva de herramienta a la gente joven, a la implicación de las aplicaciones que permiten que se incluyan links a contenidos pornográficos, que le puedan salir a cualquier menor.

Retrato a un magnate del porno porque tiene poder, se beneficia y es el responsable

-Algunas de tus campañas cuestionan estereotipos, clichés y violencia contra las mujeres en la moda. ¿Por qué elegiste el mundo de la moda?

-La moda es uno de los sectores más misóginos que hay actualmente. Creo que hay otros sectores como la publicidad, el cine, las series de televisión, que han avanzado mucho más y yo veo en el mundo de la moda un retroceso sobre todo preocupante en cuanto a la normalización de la violencia hacia las mujeres. No sólo me refiero a nivel físico, mostrándonos un único modelo de mujer: joven, blanca, delgada, sino que ha ido empeorando en las poses, en lo simbólico de la pose de una mujer, en el suelo, como muerta y débil. He estudiado Historia del Arte y he entendido muy bien que para representar a quien gana, hay que representar a quien pierde".

La moda nos muestra un único modelo de mujer: joven, blanca, delgada

-¿Qué reflexión haces sobre el poder de las imágenes?

-Yo estudié Bellas Artes porque quería aprender a crear imágenes, porque tenía la idea de que las imágenes eran algo estético, que tenían que ver con la estética, visualmente impactantes. Y recuerdo que empecé a hacerme muchas preguntas, preguntas más allá de la estética, como: ¿Qué función tiene el arte? ¿Qué función social tiene esto que va a ver la gente cuando vea mi cuadro? Pero sobre todo, empecé a ser consciente de la importancia que tienen las imágenes en la sociedad como una herramienta no sólo de socialización sino también de manipulación.

-¿Por qué es tan importante para ti la perspectiva feminista a la hora de crear?

-Creo que el feminismo me hizo replantearme mi papel como artista. Es un papel que nos han enseñado desde lo individual, desde: Yo genero un mensaje y me da igual lo que pase con ese mensaje. Me hizo replantearme esa función de desigualdad, porque yo no estaba contando con la participación ni la opinión de otras personas, y empecé a poner en marcha proyectos de participación colectiva y empecé a soltar. Sé que, cuando un proyecto se enriquece con otras miradas, perspectivas y talentos, es mucho más potente.

El feminismo me hizo replantearme mi papel como artista

-¿Cómo te afectó la oleada de odio que se creó contra ti en redes a raíz de tu campaña "Hola, soy tu machismo"?

-Se generaron muchas reacciones adversas. Creo que porque era una campaña que apelaba a los hombres y la propia masculinidad lleva muy mal lo de verse puesta en duda o cuestionada. Es verdad que ahí empecé a sufrir los ataques de los trolls, de los haters, en las redes sociales y eso no ha parado hasta hoy en día. No me he acostumbrado a ello, eso ha provocado que sea menos activa en redes. Cuando tienes un poco de voz, o de relevancia o eres feminista se te ataca sistemáticamente.

No me he acostumbrado a la campaña de odio que sufrí en redes. Desde estonces soy menos activa en Internet

-Hablemos de la llamada "ley Gallardón"que pretendía regular el aborto eliminando el sistema de plazos, limitándolo mucho. ¿Cómo se te ocurrió la idea de llamar a las mujeres a inscribir sus cuerpos en el registro de la propiedad?

-Con el anteproyecto de la ley del aborto, me pareció una oportunidad magnífica para poner sobre la mesa una cuestión que no sólo se refiere al aborto sino que es universal y desde hace tiempo está ahí: el hecho de que las mujeres no podamos decidir sobre nuestro propio cuerpo, que siempre tengamos que seguir las normas. El acabose es ya que decidan sobre nuestra propia maternidad.

El acabose es que los hombres decidan sobre nuestra propia maternidad

-¿Por qué te gusta utilizar el humor como herramienta, Yolanda?

-A mí me gusta mucho el humor como una herramienta de trabajo, primero porque tiene mucho que ver conmigo, yo soy una persona que me gusta tomarme las cosas con ironía, me gusta hacer el payaso en mi intimidad, a lo mejor públicamente no se ve pero sí soy así. Creo que es una herramienta que para hablar de desigualdades sociales o de machismo funciona muy bien porque genera que no te pongas una barrera, genera que tú te rías, te relajes y esa pregunta o ese relato funcione mucho mejor.