Enlaces accesibilidad
Día de los Derechos Humanos

Amnistía Internacional denuncia un aumento de la represión: "El derecho a protestar nunca ha estado tan amenazado"

  • La organización señala el uso de leyes represivas y la censura a través de internet
  • Recuerdan el caso de la periodista china Zhang Zhan, en prisión tras informar sobre el primer brote de COVID en Wuhan

Por
Wendy Galarza, activista herida por disparos cuando protestaba por la violencia contra las mujeres
Wendy Galarza, activista herida por disparos cuando protestaba por la violencia contra las mujeres

Amnistía internacional (AI) denuncia una mayor represión y vigilancia por parte de los gobiernos para eliminar las protestas pacíficas. Con motivo de la celebración del Día de los Derechos Humanosla organización ha publicado un informe donde señala la creciente violencia infligida sobre manifestantes o activistas. Según señalan, "las porras policiales o las modernas tecnologías al servicio del espionaje son algunas de las herramientas para eliminar la libertad de expresión en países como China, México, Israel y Territorios Ocupados".

La pandemia ha generado una emergencia mundial que "no ha servido para colocar los derechos humanos en el centro", denuncia Esteban Beltrán, director de AI en España. En mitad de esta crisis económica y social, la organización ha identificado varios métodos que han sido utilizados por diferentes líderes en el poder para reprimir el derecho a la protesta.

El uso excesivo de la fuerza por parte de la seguridad del Estado, las leyes represivas, la censura a través de Internet, y la discriminación y violencia hacia las mujeres que se manifiestan, son algunos de los instrumentos usados para mermar las libertades civiles, según apunta el informe.

"En muchas partes del mundo, las personas que ejercen su derecho a protestar pacíficamente son acosadas, golpeadas, encarceladas y asesinadas.

"El derecho a protestar nunca ha estado tan amenazado como hoy. Debido al gran poder que tiene, a menudo la protesta se percibe como una amenaza real por parte de los gobiernos. Es por eso que activistas de todo el mundo están experimentando de primera mano la escalada y normalización de enfoques y tácticas que los gobiernos y las fuerzas de seguridad utilizan para restringir, controlar y prohibir las protestas ", asegura Esteban Beltrán. Además, "las mujeres que se manifiestan están expuestas a distintas formas de violencia de género, como la violencia sexual".

Las porras y su uso indebido

La Fundación de Investigación Omega ha investigado junto a Amnistía Internacional el uso de las porras, uno de los métodos más empleados por las fuerzas de seguridad del Estado de la gran mayoría de países. En su investigación, ambas organizaciones han documentado "cómo suelen usarse de un modo indebido", en actos que pueden ser constitutivos de tortura y otros malos tratos.

El informe se basa en fotografías y vídeos de acceso público de 35 países, e incluye ejemplos de la represión violenta de manifestaciones en Bielorrusia, Colombia, Francia, India y Myanmar. Los vídeos muestran a agentes encargados de hacer cumplir la ley con porras y armas similares, para infligir castigos, golpear a personas ya inmovilizadas, propinar peligrosos golpes en la cabeza de manera injustificada, y producir asfixia inmovilizando a las personas por el cuello.

En el caso de España, AI ha denunciado el uso indebido de porras policiales contra manifestantes pacíficos o periodistas en las protestas celebradas en Madrid en julio contra el asesinato de Samuel Luiz; el empleo de armas de fuego (escopeta de postas) durante las movilizaciones de febrero en Linares (Jaén) y de balas de goma en las protestas convocadas en Barcelona contra la detención de Pablo Hasel este febrero.

El último ejemplo que citan es el producido durante la huelga del metal en Cádiz. La organización "ha visionado imágenes que han mostrado un uso inapropiado e injustificado de porras policiales contra personas que no suponían ningún riesgo", añaden.

Activistas atacados

En su informe, AI ha señalado los ataques que viven varios activistas en diferentes partes del mundo. Uno de los ejemplos que citan es el de la periodista con ciudadanía china Zhang Zhan, quien informó sobre el primer brote del coronavirus en la ciudad china de Wuhan y que ha sido condenada a cuatro años de prisión por “provocar altercados y buscar problemas”.

Zhan fue detenida a finales de mayo e inició una huelga de hambre en septiembre por la que "corre peligro de morir si no es puesta en libertad urgentemente para recibir tratamiento médico".

También señalan a México y al caso de la activista Wendy Galarza que fue herida por disparos cuando protestaba por la violencia contra las mujeres.

Por otro lado, denuncian el espionaje llevado a cabo por parte de Israel a activistas palestinos gracias a Pegasus, el software espía de NSO Group. Reseñan también la labor de Janna Jihad, de tan solo 15 años, quien es "objeto de amenazas y acoso por parte de Israel" por documentar y denunciar la discriminación en los territorios palestinos ocupados.

Apuntan, además, que Israel ha sido protagonista del escándalo del Proyecto Pegasus y la filtración de 50.000 números de teléfono de posibles objetivos de vigilancia.