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Joaquín José Martínez: "Sin Amnistía Internacional hoy no estaría aquí"

  • El español que estuvo condenado a muerte encabeza el homenaje a AI en su 30 aniversario
  • En este periodo, la ONG ha conseguido la liberación de 50.000 presos
  • La violencia de género y las repatriaciones ilegales de inmigrantes, retos de futuro

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"Cada día recuerdo el día en que dejé el corredor de la muerte. Llevaba el mismo traje que llevo hoy. Lo guardo porque es un recuerdo al que tengo mucho cariño, como a todos los que me apoyaron. Jamás me cansaré de agradecer lo que hicieron por mí, porque, sin Amnistía Internacional, hoy no estaría aquí".

Estas palabras de Joaquín José Martínez, el español que estuvo en el corredor de la muerte de una prisión estadounidense, resumen la labor realizada en España por Aministía Internacional desde que fue legalizada, en febrero de 1978.

Con motivo de su 30 aniversario, la organización no gubernamental ha reunido los testimonios de gente que, como Martínez, sólo tuvieron su apoyo cuando vivían una situación en la que se estaban violando sus derechos humanos.

Ahora, Martínez trabaja con Amnistía, porque es una organización  "de personas que trabajan por las personas" y que, "desde la independencia política y religiosa", actúa de forma organizada en más de 71 países y cuenta con el apoyo de 2,2 millones de socios, 50.000 de ellos en España.

Treinta años de lucha

"Llevamos 30 años haciéndonos escuchar, sacando a la luz abusos y violaciones de los derechos humanos, trabajando en favor de los presos de conciencia y luchando contra la pena de muerte, la tortura y la discriminación", ha explicado la presidenta de Amnistía Internacional España, Delia Padrón.

En este tiempo, AI ha logrado la liberación de 50.000 presos de conciencia, muchos de ellos personajes célebres como los políticos Vaclav Havel (antigua Checoslovaquia) y Benazir Butto (Pakistán), la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi (Myanmar), el ajedrecista ruso Gary Kasparov o el escritor indio Salman Rushdie.

Otros, sin embargo, fueron casos anónimos que dieron la vuelta al mundo como el de las nigerianas Safiya Husseini y Amina Lawal, condenadas a morir lapidadas y que finalmente fueron indultadas gracias a las cartas y firmas (más de 9 millones) recogidas por Amnistía Internacional.

Globalizar la justicia

En el otro lado de la balanza, Aministía tambíen ha luchado estos años, Amnistía ha logrado llevar ante los tribunales internacionales a más de cinco ex presidentes de Gobierno de Latinoamérica (Fujimori y Pinochet entre otros) y a otros tantos políticos africanos con el objetivo de "globalizar la justicia".

Además, ha sacado a la luz violaciones de derechos humanos como la prisión de Guantánamo y los centros de detención estadounidenses, las ejecuciones que realizan países como China o Vietnam o los miles de casos de "desapariciones forzadas" que se dan en todo el mundo.

Nuevos retos

La lucha contra la violencia de género, contra la "nueva esclavitud" de los 200 millones de inmigrantes que trabajan en el mundo en condiciones infrahumanas, contra las repatriaciones ilegales de menores a Marruecos, y contra el recorte de derechos que ha impuesto la lucha contra el terrorismo desde el 11-S, son algunos de los retos de Amnistía Internacional para el futuro.

No obstante, el director de AI España, Esteban Beltrán, ha subrayado que la mayor aspiración de esta ONG es "dejar de existir", porque "eso significaría que los derechos humanos se están respetando en el mundo" y que no queda nada por hacer