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¿Cuándo se apagará el volcán de La Palma? Lo que debe pasar para que la erupción acabe

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El volcán de la Palma: Todo lo que debe pasar para que la erupción acabe

¿Cuándo se apagará el volcán? Dos meses después de la erupción del volcán de La Palma, es la pregunta que más se hacen los vecinos. Los expertos, como el primer día, insisten en que los volcanes estrombolianos son impredecibles. Es imposible, por tanto, adivinar cuándo acabará. Pero hay parámetros que nos darán pistas cuando comience el principio del fin. Nuestra compañera María Moreno nos cuenta cuántos y cuáles son.

Sismicidad, tremor, deformación del terreno, emisiones de dióxido de azufre… Son los términos que determinarán lo que muchos están esperando: el momento en el que se pueda declarar por apagado el volcán. Los geólogos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) Rubén López y Stavros Meletlidis nos cuentan cómo será el proceso y cuándo sabremos que estamos en la situación anterior a que todo empezara, el 19 de septiembre.

Mientras haya música va a haber baile

El volcán de La Palma es, dicen, como un refresco abierto hace dos meses: va perdiendo gas, pero aún suben burbujas. "Abajo sigue habiendo desequilibrio y sigue inyectando magma. Lo que nosotros llamamos música en sistema. Y mientras haya música va a haber baile", explica López.

¿Cuándo se apagará el volcán?

Hay varias claves que indican que el volcán se va apagando. Son los parámetros que los vulcanólogos miden cada día y uno de los más importantes es la sismicidad, los terremotos que en la isla despiertan a casi todos y que ahora parecen que se van relajando.

El tremor se incluye dentro de la sismicidad y se describe como la vibración que tiene el conducto. "Llegará un momento en que no salga nada de material y podremos hablar de que la erupción está finalizando", señala el vulcanólogo Rubén López. Hace poco el tremor llegó a cero, pero se recuperó.

Estamos en parámetros bastante estabilizados

La deformación es otro de los parámetros que puede indicar que el volcán se va cansando. Para comprender el concepto cabe imaginar el volcán como un globo al que va entrándole la lava por debajo, se va hinchando y se va deformando. Y así puede estar mucho tiempo, como ocurrió en El Hierro. Lo crucial no es que adelgace, sino que deje de engordar. Algo que, según el experto, se está cumpliendo: "Estamos en parámetros bastante estabilizados".

Por otro lado, los gases son un buen indicativo a tener en cuenta. El volcán no solo expulsa lava, sino también dióxido de azufre. Ahora mismo hasta 20.000 toneladas al día, pero tiene que bajar a 500 para que podamos hablar del principio del fin

¿Cómo lo hará?

No desaparecerá ni de forma lineal ni progresivamente. El volcán tendrá idas y venidas hasta que un día los niveles paren en seco en una fecha imposible de establecer.

Pero algo que sí se puede adelantar es que no sabremos que ha detenido su actividad hasta mucho después, puede incluso que semanas. "Tendrá que ser un consenso entre científicos de qué día podemos determinar que fue el día de la extinción", agrega López.

"Tengo las mismas ganas que de anunciar el Gordo de Navidad", comparte el vulcanólogo Stavros Meletlidis, en un reflejo del deseo de muchos palmeros,