Enlaces accesibilidad
Coronavirus

Las vacunas no agravan los síntomas de pacientes con COVID persistente, según un nuevo estudio

Por
Una de las grandes incógnitas era el efecto de las vacunas en los pacientes de COVID persistente.
Una de las grandes incógnitas era el efecto de las vacunas en los pacientes de COVID persistente.

La vacunación contra el coronavirus es segura para los pacientes afectados por COVID persistente, según los resultados de un trabajo científico llevado a cabo por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que se han dado a conocer este viernes. “El estudio es tranquilizador, ya que la mayoría del las personas no han tenido efectos negativos", ha explicado en los micrófonos de RNE Pilar Rodríguez Ledo, vicepresidenta de esta asociación médica, ya que apenas "un 24,6% de los participantes tuvieron algunos síntomas" después de recibir la pauta vacunal, pero eso no quiere decir que se hayan perpetuado en el tiempo”, ha explicado. "Solamente un 5% de ellos al cabo de dos semanas seguían teniendo sintomatología añadida a la que ya tenían", ha detallado

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Un estudio demuestra que las vacunas no agravaron los síntomas de los pacientes con COVID persistente - Escuchar ahora

La principal conclusión del estudio, tal y como ha detallado Rodríguez Ledo, es que estos pacientes "se tienen que vacunar de forma general". "La vacunación sigue siendo buena para todos. Sin embargo, sí que es verdad que hay un porcentaje de pacientes afectados por COVID persistente que sus síntomas se incrementan", ha valorado.

Así, de los datos de este estudio se desprende que la mayoría de los afectados -el 55%- afirma que no ha mejorado o se sintió igual tras la vacunación, el 18% que ha empeorado tras la vacunación (lo que puede deberse a los posibles efectos secundarios de la vacuna o empeoramiento de sus síntomas), mientras que el resto -el 26%- señala que han mejorado con alguna de las dosis de la vacuna.

Del estudio se deduce que hay un determinado porcentaje de pacientes en los que la vacuna puede provocar mejoría, sin embargo, "falta mucho por saber", tanto del perfil que presentan estos pacientes, como la duración de los efectos de la vacunación.

Perfil de los pacientes que mejoran

El perfil de los pacientes que mejoran son aquellos pacientes que en los días previos a la vacunación no tenían síntomas nuevos, aquellos que tenían pocos síntomas antes de la vacunación y en el debut de la enfermedad aguda, así como aquellos en los que los síntomas se presentaban de forma intermitente antes de recibir la vacuna.

El resto de los resultados de la encuesta sobre los efectos de la vacunación en COVID persistente refleja muy bien cuál es el perfil de los afectados por sintomatología persistente. Las personas que contestaron el sondeo proceden principalmente de Madrid (25,3%), País Vasco (12,5%), Aragón (12,1%), Cataluña 11,7%, Andalucía (10,3%) y Comunidad Valenciana (8,4%).

La mayoría de los encuestados tenía entre 30-60 años (mediana edad), aunque también personas que han contestado más jóvenes (de 18 y 22 años) y mayores de 70 años. El 84,2% (230 en total) son mujeres, coincidiendo con el perfil de los afectados de COVID persistente de la anterior encuesta realizada en 2020 por la SEMG sobre sintomatología e incapacidad, en la que de las 1.834 personas que contestaron, el 79% eran mujeres con una media de edad de 43 años.

En cuanto al perfil profesional sobre la encuesta de la vacunación, el 67 % son profesionales sanitarios, colectivo que fue de los primeros en recibir la vacuna y muy expuesto al contagio en la primera ola por la falta de equipos de protección. El 96 % de los encuestados (262) continúa a día de hoy con sintomatología persistente.

La mayoría se contagió durante la primera ola

De esos 262 encuestados que pasaron la enfermedad y aún no han conseguido recuperarse, la mayoría se contagió en marzo de 2020 (en concreto, el 53,1% - 139 personas) y en octubre (12,2%- 32 personas), coincidiendo con el inicio de las dos olas más fuertes de la pandemia (marzo-abril y octubre-noviembre).

En cuanto a su estado de salud antes de la vacunación (en los días previos) la mayoría señala que sus síntomas eran diarios constantes, diarios intermitentes (26,7%); diarios pero fluctuantes (21,4%); diarios pero unos síntomas eran constantes y otros fluctuantes (16,4%).

La mayoría de los encuestados tenía síntomas diarios y no ha estado asintomático antes de la vacunación ningún día. En cuanto a la intensidad de su enfermedad en los días previos a la vacunación, la mayoría de los encuestados la sitió entre el 5 y el 8 (en una puntuación de 0 a 10).

La mayoría de las personas que han participado en la encuesta recibió la vacuna Pfizer (69,9%), seguidos de Moderna (15,1%) y AstraZeneca (12,8%). Del mismo modo, si tuvieran que decidir ahora sobre la vacunación frente al coronavirus, tras su experiencia, el 83,6% de encuestados señala que volvería a vacunarse.

Sobre el avance de la variante Delta -o india- y su efecto en las personas afectadas por COVID persistente, Rodríguez Ledo ha expresado que "nos preocupa en ellas y en el resto de la población". "Estas variantes pueden tener efectos que desconocemos y habrá que ver cómo son", ha recalcado, explicando que el desarrollo de la COVID persistente ha ido muy ligado a las distintas olas de la enfermedad, por lo que "es muy probable que nuevas olas, y más de variantes distintas, puedan traer afectaciones distintas". "Tendremos que estar vigilantes", ha asegurado.

Un problema que podría afectar al 10% de los contagiados

Algunas estimaciones apuntan a que la COVID persistente podría afectar a un 10% de los contagiados. Respecto al perfil de los pacientes más afectados, se trata de mujeres de entre 30 y 50 años de edad que sufren síntomas de más de 185 días, según una encuesta publicada en noviembre por la SEMG.

En esta encuesta se registraron más de 200 síntomas diferentes que fluctúan en el tiempo. Los más frecuentes, según el porcentaje de cada síntoma con relación al total de respuestas, son cansancio/astenia (95,91%); malestar general (95,47%) o dolores de cabeza (86,53%). También aparecen la disnea o falta de aire, dolores articulares, febrícula o fallos en la memoria, entre otros.