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Biden nombra un enviado especial para Corea del Norte y reitera su deseo de explorar una vía diplomática

  • El presidente estadounidense ha detallado su estrategia con Pionyang, muy distinta a la de su antecesor, Donald Trump
  • Trump se reunió en tres ocasiones con el líder norcoreano, Kim Jong-un

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden (d), junto a su homólogo surcoreano, Moon Jae-in (i), durante su reunión en la Casa Blanca el viernes 21 de mayo de 2021.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden (d), junto a su homólogo surcoreano, Moon Jae-in (i), durante su reunión en la Casa Blanca el viernes 21 de mayo de 2021.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este viernes su voluntad de utilizar la diplomacia silenciosa, ya experimentada con Israel en el conflicto con Hamás, para relacionarse con Corea del Norte y lograr la desnuclearización de la península de Corea.

El líder estadounidense ha detallado su estrategia con Pionyang, muy distinta a la de su antecesor, Donald Trump (2017-2021), tras recibir en la Casa Blanca al presidente surcoreano, Moon Jae-in.

"Nuestras dos naciones comparten la voluntad de implicarse diplomáticamente para que Corea del Norte tome medidas pragmáticas que reduzcan las tensiones a medida que avancemos hacia el objetivo final de desnuclearización de la península de Corea", ha dicho Biden en rueda de prensa tras el encuentro con Moon.

El presidente surcoreano, Moon Jae-in.

Biden, de hecho, ha aprovechado la comparecencia junto a su homólogo para anunciar el nombramiento como enviado especial para Corea del Norte del experimentado diplomático Sung Kim, quien ha ejercido en el pasado como embajador estadounidense ante Corea del Sur, las Filipinas e Indonesia.

Moon, por su lado, ha considerado que el nombramiento de Kim refleja el "firme compromiso" de Washington para buscar una vía diplomática con Corea del Norte y ha dicho tener "muchas expectativas" con su elección, al describirle como "un hombre de gran calibre".

Sin cartas ni cumbres

Lejos parecen quedar las cartas que Trump intercambiaba con el líder norcoreano, Kim Jong-un, con el que se reunió en tres ocasiones (la primera en 2018 en Singapur, la segunda en 2019 en Hanói y la tercera también en 2019 en la zona desmilitarizada que divide la península coreana) en busca de la desnuclearización.

El nuevo enfoque abandona el "todo o nada" de Trump, pero también la "paciencia estratégica" de Barack Obama, apostando por una especie de vía intermedia que persigue el diálogo diplomático silencioso, el mismo que Biden empleó en busca de una tregua en el reciente conflicto en la Franja de Gaza.

Biden ha evitado nombrar a Trump, al que se ha refirido, al ser preguntado sobre un posible encuentro con Kim Jong-un, al que dejó la puerta abierta en caso de que tenga un propósito claro y esté previamente preparado por su equipo diplomático.

Imagen de archivo del líder norcoreano, Kim Jong-un.

"Lo que no voy a hacer es lo que se hizo en el pasado reciente", ha sostenido Biden, insinuando que las cumbres con Trump sirvieron al líder norcoreano para promover su legitimidad nacional e internacional.

Pionyang centra la agenda

Corea del Norte ha sido el gran asunto del encuentro entre Biden y Moon, que ha centrado su mandato en mejorar las relaciones con Pionyang y recientemente reiteró su compromiso de lograr la paz antes de dejar el poder en menos de un año.

Seúl ha optado por aparcar el asunto de los derechos humanos para restablecer el diálogo y sellar la paz, pero Washington insiste en sus denuncias contra Pionyang.

Por ese desencuentro estratégico o por otros motivos la reunión que ha sido a puerta cerrada se alargó más de dos horas, más de lo previsto, por lo que el equipo de Biden les interrumpió varias veces para avisar: "se están excediendo de tiempo".

"Está bien. Disfruté tanto de nuestras reuniones que se ha retrasado toda la agenda", ha detallado Biden a la prensa.

La de Moon fue la segunda visita de un líder extranjero a la Casa Blanca desde la llegada de Biden hace cuatro meses después de la del primer ministro japonés, Yoshihide Suga, lo que indica la importancia que el actual Gobierno da a la región Indo-Pacífico.