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Paloma Pujol, 'freestyler': "Cada vez más chicas se animan a practicar Fútbol 'freestyle' y 'footbag'"

  • El programa Objetivo Igualdad habla con la subcampeona del mundo de "Freestyle" Fútbol y cinco veces campeona del mundo de "Footbag"
  • El documental All I need is a ball la ha ayudado a conseguir encontrar a otras mujeres para abrir la competición en España
  • Puedes ver ya Objetivo Igualdad en RTVE.es y esta noche a las 00.30 horas en el Canal 24 horas

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Free Style Fútbol y Footbag, cosa de chicas

La plaza del 2 de mayo, en el corazón del barrio de Malasaña de Madrid, es su oficina. Es lo que dice orgullosa y feliz Paloma Pujol, cinco veces campeona del mundo de "footbag" y subcampeona del mundo del fútbol freestyle. La calle es el lugar donde nacen y se perfeccionan los "freestylers", una figura cada vez más popular. De hecho, 'Skillzy' la mascota diseñada para la última Eurocopa de fútbol estaba inspirada en este tipo de fútbol callejero.

Los árboles, los columpios infantiles, las terrazas de los bares y los muros de esta centenaria plaza parecen el marco perfecto para que luzcan sus virtuosas piruetas con el balón o practicando "footbag" con esa pequeña bola llamada "hacky" y que apenas se ve. "El 'hacky' es una pelotita, como un saquito relleno de acero con el que se hacen trucos con los pies. Mi madre un día me enseñó un 'hacky' y me dijo: Paloma, ¿sabes para lo que es esto? Se usa para jugar un 'quenocaiga', te va a gustar mucho y yo jugaba a esto en los años 70'. Yo le contesté: 'Mamá, ¿tú jugabas a esto? ¡Venga ya!'".

Contra viento y marea

En el mundo del fútbol se siguen presentando comportamientos misóginos, como ha demostrado la reciente persecución machista en redes contra la guardameta del Real Madrid, Misa Rodríguez, que había subido a su perfil una foto en que aparecían ella y el jugador Marcos Asensio con el lema "misma pasión". No obstante, también hubo una oleada de apoyos a la futbolista: la visibilidad y normalidad del fútbol femenino va en aumento. Cuando Paloma Pujol era pequeña, en cambio, las chicas que jugaban al fútbol eran consideradas "raras".

A Paloma le ha gustado desde siempre jugar al fútbol. Nos cuenta que en México, donde nació, se tuvo que apuntar en un equipo masculino falseando su identidad, porque allí entonces no había equipos de chicas. Cuando se trasladó a España la afición se mudó con ella y también la soledad. En la plaza empezó a jugar con los chicos y a hacer trucos con el 'hacky' y el balón.

Competir con los chicos me ha dado muchas tablas, pero estaba cansada de enfrentarme sólo con ellos

Poco a poco fue perfeccionando su habilidad con el "footbag". Fue una lesión lo que la empujó a pasar al fútbol de estilo libre, porque esos movimientos son diferentes y sí los podía realizar. Pero tanto con el balón como con el 'hacky', en su entorno era la única chica.

"Competir con chicos me ha dado muchas tablas sobre el escenario, pero estaba cansada de enfrentarme solo con ellos", reconoce Pujol. Había dado el salto internacional, aprendió inglés, compitió en el extranjero porque solo allí había otras chicas con las que medirse. Consiguió ser campeona del mundo de "ootbag" cinco veces y es subcampeona del "freestyle".

Paloma Pujol, campeona de Footbag

¿Dónde están las mujeres?

Pero Paloma no estaba satisfecha. No podía competir en España, ni siquiera había campeonato en nuestro país, por falta de mujeres con las que medirse. "Yo dije, vamos a ver, no puede ser que yo sea la única chica en España a la que le gusta esto. ¿Dónde están las chicas?", se pregunta, mientras juguetea con su 'hacky'. Ella empezó a volcarse en Instagram y grabó tutoriales para animar a otras chicas a jugar. Pero entonces, el pasado vino a buscarla para tenderle la mano de una amiga.

Elena Molina y Paloma Pujol habían sido compañeras de insituto. Elena había realizado su sueño, convertirse en realizadora audiovisual y quiso ayudar a su amiga a hacer realidad el suyo: "Me parecía increíble quen no pudiese competir en España por ser la única mujer. Paloma me dijo que se estaba haciendo influencer para buscar otras chicas y yo pensé que estaría bien seguir este proceso. Y de hecho un poco medio en broma dijimos que a ver si entre las dos, haciendo el documental y ella buscando chicas, se podía abrir esta categoría".

Dedidí ayudar a Paloma porque me parecía increíbel que no pudiese competir en España por ser la única mujer

Y así nació All I need is a ball, el corto documental dirigido por Elena Molina y producido por Implícate que narra la aventura de Paloma para dar con las chicas que efectivamente había repartidas por toda España y que tenían ganas y actitudes para convertirse en "freestylers". Paula, Chaima, Alexia, Lucia y Carmen protagonizan este corto que es un canto a la persistencia y la sororidad.

Todo un espectáculo

"Tengo que reconocer que no soy nada futbolera, pero ya de pequeñas me alucinaba las cosas que era capaz de hacer Paloma", reconoce Elena Molina, que también señala que ese carácter tan visual del "footbag" y el fútbol "freestyle" son un punto muy positivo para el documental. Esta espectacularidad hace que sean habilidades muy demandadas para demostraciones y competiciones amistosas.

De hecho, los trucos con el balón están perfectamente clasificados, como nos cuenta Paloma: "Usar la cabeza se llama "upper", luego cuando haces trucos tipo "vueltas al mundo" con los pies se llama "lower" y cuando te sientas es "sit down". Ahora hay un estilo nuevo que se está desarrollando que se llama "acrobatics". Mucho más de lo que acostumbramos a ver en las presentaciones de los futbolistas de élite o en sus juegos entre entrenamientos.

El 'freestyle' de Adama Traoré y Ansu Fati

"En las plazas, en las calles normalmente los chicos están jugando a algo y las chicas miran o hablan, pero no se animan a jugar. Si ven a otra que lo hace, seguramente se animarán a intentarlo. Cada vez hay más chicas 'freestylers'", afirma con un entusiasmo contagioso.

Paloma consiguió que el campeonato femenino de España sea una realidad y está orgullosa de su trabajo de siembra, aunque insiste en que no quiere contar más para que la gente vea el documental. Tiene ya 32 años y no quería retirarse sin estar segura de que otras seguirían su estela en España: "Ahora nos llaman de un Ayuntamiento, se organizan torneos y ya puede haber chicas; de hecho nos llaman porque quieren que haya chicas", afirma.