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El Govern sitúa a grupos numerosos y heterogéneos como autores de los disturbios, entre ellos anarquistas italianos

  • El Govern se ha reunido con el Ayuntamiento después de trece días de protestas en apoyo al rapero Hasel y disturbios
  • Los empresarios claman contra los desórdenes y piden que se ponga fin a la violencia callejera

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El Govern y el Ayuntamiento de Barcelona rechazan la violencia de los disturbios y apelan a la calma

El conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha apuntado este lunes que los autores de los disturbios en las protestas del sábado contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel proceden de grupos numerosos y heterogéneos, entre los que ha situado a anarquistas italianos.

Así lo ha detallado Sàmper en una rueda de prensa junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en la que ha precisado que de los 15 detenidos el pasado fin de semana por los disturbios en la capital catalana, siete se ubicarían en el marco del movimiento anarquista que ha tenido una "conducta violenta", cinco de ellos italianos, uno francés y otro catalán.

El conseller ha insistido en que los grupos que provocan los disturbios son "heterogéneos", lo que dificulta la labor de mediación de los Mossos d'Esquadra, ya que requiere una voluntad por parte del convocante que hasta ahora está siendo "imposible".

El Govern y el Ayuntamiento de Barcelona han mostrado este lunes unidad institucional para rechazar y condenar la violencia y los disturbios de los últimos días tras las protestas para pedir la libertad del rapero y hacer un llamamiento a la calma, ya que "la violencia nunca es el camino", según la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau. Mientras tanto, empresarios y hosteleros reclaman que la Administración responda con contundencia a los graves altercados de los últimos días.

El Govern y el Ayuntamiento condenan la violencia callejera en Barcelona

El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, y el conseller de Interior se han reunido este lunes con Colau tras trece días de disturbios y después de que el sábado se produjeran los altercados más graves, cuando un grupo de violentos lanzó todo tipo de objetos contra la comisaría de la Guardia Urbana situada en la Rambla, y quemaron una furgoneta del cuerpo aparcada frente a su sede, con un agente en su interior, y prendieron fuego a varias oficinas bancarias.

Govern y Ayuntamiento analizan la violencia callejera en Barcelona mientras los empresarios claman contra los desórdenes

Los graves disturbios tuvieron lugar tras la manifestación de protesta convocada para pedir la libertad del rapero Pablo Hasel y para reivindicar la regulación de los precios del alquiler, la derogación de la ley mordaza, de los antidisturbios de los Mossos, la reforma laboral o la excarcelación de los líderes del "procés", entre otras demandas.

Ya este domingo, el Govern mostró su preocupación ante la escalada de la violencia "desbocada e inaudita" que se estaba produciendo en Barcelona. El conseller de Interior, Miquel Sàmper, advirtió de que "ahora estaríamos hablando de un muerto" si el sábado llega a explotar la furgoneta de la Guardia Urbana a la que se prendió fuego. Este incendio fue sofocado rápidamente gracias a la presencia y buena coordinación policial, ha asegurado Ada Colau.

Así, la alcaldesa ha puesto en valor y ha agradecido la "buena labor", la "fuerte presencia" y la "muy buena coordinación" entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana.

En esta línea, Sàmper ha anunciado que han puesto a disposición de la Urbana de Barcelona todos los elementos de estudio que están llevando a cabo los Mossos d'Esquadra para proteger sus comisarías. Se trata, según el conseller, de poner a disposición del consistorio de Barcelona el trabajo y la coordinación necesarios para aportar más elementos para preservar la seguridad de los ciudadanos y de sus policías, ya que "lo que no puede ser es que los que preservan la seguridad de un país no estén seguros".

Por otro lado, la alcaldesa ha pedido "al conjunto de la ciudadanía que rechace estos actos violentos en ningún caso justificados". Colau ha insistido en que "quien quiera expresarse, lo haga", pero que "la violencia nunca es el camino". "Hay malestar. Precisamente porque hay malestar -por la pandemia, la crisis y las restricciones- lo último que necesitan los ciudadanos son estos actos violentos".

Los empresarios piden el fin de los desórdenes públicos

Por otro lado, la preocupación por los graves incidentes es extrema entre los comerciantes y empresarios barceloneses, especialmente los que tienen sus negocios en el centro de la ciudad, perjudicados reiteradamente por destrozos y saqueos durante las protestas.

Las patronales catalanas, con Foment y Pimec al frente, asociaciones de comerciantes, de agencias de viajes y gremios como el hotelero, entre más de un centenar de entidades del mundo empresarial y de la sociedad civil, han firmado un manifiesto en el que exigen a la Generalitat y a los ayuntamientos que pongan fin a la violencia en las calles de Cataluña.

El manifiesto, titulado Ja n'hi ha prou. Centrem-nos en la recuperació (Basta ya. Centrémonos en la recuperación), propone además la "inmediata negociación y suscripción de un Pacto de País para la recuperación económica y social de Cataluña", entre fuerzas políticas, administraciones públicas y entidades civiles.

El escrito es la respuesta prácticamente unánime del sector empresarial y económico de Cataluña al cumplirse dos semanas de disturbios y pillajes en las calles de varias ciudades catalanas, sobre todo en Barcelona. El manifiesto reclama a la Generalitat y a los ayuntamientos que "ejerzan su autoridad democrática y sus responsabilidades sin complejos a fin de recuperar la paz y la convivencia en nuestras calles".

Así, advierten que se está "perjudicando gravemente la capacidad de Barcelona y de toda Cataluña de atraer turismo de calidad, talento e inversiones", lo que "compromete nuestro futuro colectivo".

Los empresarios lamentan la destrucción de establecimientos comerciales y los saqueos, que las fuerzas de seguridad atribuyen a grupos de radicales organizados especialmente violentos, y exigen que los actos vandálicos "sean erradicados" y que sean objeto "de la más absoluta condena, sin ninguna atenuante".

En esta línea, piden al Govern, a todos los partidos y al nuevo Parlament que se constituya que dé "el máximo apoyo a los cuerpos de seguridad" y, en particular, a los Mossos d'Esquadra, mientras muestran su respeto al ejercicio de los derechos fundamentales de reunión y manifestación, siempre y cuando se haga sin violencia.

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Los empresarios y asociaciones del ámbito social y cultural se dirigen también al Ejecutivo central para pedirle que conceda, "de manera inmediata", 50.000 millones de euros de ayudas directas a las empresas, autónomos y sectores más afectados por la pandemia para "salvaguardar" la economía.

La policía catalana constató que los incidentes los desarrollaron grupos organizados violentos, de entre 15 y 20 personas encapuchadas, que utilizaban material pirotécnico y gasolina para quemar entidades bancarias, establecimientos, contenedores y el vehículo de la Urbana. A pesar de la violencia de las acciones, los Mossos no llegaron a utilizar en ningún momento pelotas de foam ni realizaron cargas contra los alborotadores.