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Coronavirus

El Banco de España alerta del deterioro de los principales indicadores económicos en el cuarto trimestre

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Vista de un bar de Burgos cerrado por las restricciones para frenar los contagios
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El endurecimiento de las medidas de contención de la pandemia en el cuarto trimestre del año, debido al repunte de contagios por la segunda ola, está teniendo un impacto significativo sobre los principales indicadores de coyuntura de la economía española, lo que provocará una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) para final de año de entre el 10,7 % y el 11,6 %, tal como avanzó el propio Banco de España la pasada semana.

En su informe trimestral de la economía española, publicado este viernes, el supervisor asegura que el empleo -a través de las horas trabajadas-, el consumo de los hogares, la inversión empresarial y en vivienda, los intercambios comerciales o los precios han registrado caídas generalizadas en los últimos meses del año.

Asimismo, casi la mitad de empresas que participaron en una encuesta elaborada por el Banco de España para valorar la evolución reciente de su actividad declaró haber observado un descenso de su facturación en el cuarto trimestre, dinámica que habría sido particularmente intensa en los servicios más afectados por las medidas de contención, como la hostelería, las actividades de ocio y entretenimiento, y el comercio.

Por ello, explica el supervisor, todo apunta a una “cierta desaceleración adicional” del producto de la economía, que, en todo caso, sería de “magnitud moderada”, en consonancia con el carácter focalizado de las medidas de contención aplicadas, cuyo impacto es más severo sobre las ramas de servicios, en las que el contacto personal es más intenso.

En todo caso, señala el informe, el comportamiento de la economía española en los últimos meses habría sido menos desfavorable que el de otras grandes economías del área del euro, “en las que el repunte de los contagios que en nuestro país venía observándose desde agosto no se produjo hasta octubre, por lo que la adopción de las correspondientes medidas de contención fue asimismo más tardía”.

Baja el empleo, aunque menos que en primavera

En noviembre, la variación interanual de la afiliación total mejoró hasta el –1,8 %, pero el aumento de los trabajadores en Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) compensó esta mejoría, dejando el descenso interanual de la afiliación efectiva en el –5,8 %, misma tasa que la observada en octubre. En noviembre, el repunte de los trabajadores en ERTE se produjo en las ramas más expuestas a las nuevas restricciones, lo que aumentó la heterogeneidad sectorial en las dinámicas de empleo.

De esta manera, el supervisor prevé un leve descenso del empleo, medido en términos de horas trabajadas, durante el cuarto trimestre del año. No obstante, este descenso no sería tan acusado como el registrado en los meses de primavera.

Por su parte, se espera que esta debilidad en la evolución del empleo, junto con una suave recuperación de la tasa de participación -tras la observada ya en el tercer trimestre-, eleve la tasa de paro desde el 16,3 % registrado en el tercer trimestre hasta el entorno del 17 %.

Escrivá avanza que los ERTE se mantendrán hasta el verano

En su informe, el Banco de España también alerta sobre los precios de consumo, uno de los indicadores macroeconómicos que está teniendo un mayor impacto por la crisis sanitaria. “La elevada persistencia temporal de ritmos tan modestos de crecimiento de los precios suscita el riesgo de que esta dinámica tienda a realimentarse, en la medida en que los agentes la incorporen en sus procesos de formación de expectativas”, destaca.

No obstante, el organismo cree que la inflación repuntará tras el primer trimestre de 2021, una vez que se disipen los efectos de la caída de precios del petróleo al inicio de la pandemia. En cambio, el repunte de la inflación subyacente -que no toma en cuenta ni los productos energéticos ni los alimentos no elaborados- desde sus reducidos niveles actuales será mucho más gradual.

Con todo, en los próximos meses se espera que la tasa de inflación permanezca en valores negativos, aunque progresivamente más cercanos a cero.

Cae el consumo de las familias en el tramo final del año

Tras repuntar con fuerza en el tercer trimestre, el Banco de España prevé que el consumo de las familias caiga en el tramo final del año, lastrado por la intensificación de la pandemia y el endurecimiento de las medidas aplicadas para su contención.

Asimismo, a tenor de la información que se deriva de los pagos con tarjetas de las familias, el gasto en ocio y restauración se habría reducido en octubre y, de forma más acentuada, en noviembre. En todo caso, apunta el texto, "estos indicadores ponen de manifiesto un impacto muy heterogéneo de la pandemia y de las medidas de contención sobre las distintas partidas de gasto, siendo más intenso en la compra de servicios que en la de bienes".

En este sentido, el supervisor destaca la fortaleza que mantiene el gasto en equipamiento del hogar, que, de acuerdo con el índice de comercio al por menor, supera los niveles previos a la crisis sanitaria. Todo ello habría resultado en un repunte de la tasa de ahorro de los hogares.

Asimismo, y tras repuntar algo más del 15 % en el tercer trimestre, el organismo prevé que la inversión en vivienda experimente una recaída en los últimos meses del año, mientras que algunos indicadores también avanzan un descenso de los precios.

Por su parte, la inversión empresarial retrocederá en el cuarto trimestre ya que podría estar viéndose aplazada debido a la elevada incertidumbre respecto a las ventas futuras.

Descienden las exportaciones e importaciones

Por último, el Banco de España anticipa en su informe trimestral una nueva recaída de los intercambios comerciales con el exterior en el tramo final del año, que se extendería a las exportaciones y a las importaciones.

Así, después del fuerte repunte observado en el tercer trimestre, las transacciones con el resto del mundo se habrían debilitado desde octubre, coincidiendo con la introducción de nuevas restricciones a la movilidad en España y en Europa para frenar la segunda ola de la pandemia. "Los indicadores de opinión del sector manufacturero adelantan caídas relativamente contenidas de los intercambios comerciales de bienes en el tramo final del año, mientras que los indicadores disponibles de turismo extranjero registran contracciones muy severas", recalca.