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El Banco de España prevé una década de ajustes para corregir el déficit estructural provocado por la pandemia

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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, calcula que será necesaria una década de ajustes para corregir el déficit estructural -que no tiene en cuenta el ciclo económico- que tendrá España al final de la crisis provocada por el coronavirus.

Durante su intervención ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, Hernández de Cos ha explicado que el Banco de España estima que el déficit estructural alcanzará el 5 % del PIB al final de la pandemia, si bien ha advertido de que esta cifra está sujeta a una gran incertidumbre.

Esta cifra se obtiene al añadir al déficit estructural de 2019 (3,1 % del PIB) el impacto de medidas como un mayor gasto sanitario, el ingreso mínimo vital, los intereses de la deuda o el mayor gasto en pensiones. Si este déficit estructural se corrigiera a un ritmo de 0,5 puntos del PIB anuales como marcan las normas europeas, ahora suspendidas, serían necesarios diez años para completar el ajuste, ha apuntado De Cos.

Plan para corregir los desequilibrios

Por lo que respecta a la deuda pública, si no se adoptan medidas se mantendrá alrededor del 130 % del PIB los próximos quince años, mientras que en un entorno de corrección del déficit volvería a niveles de 2019 en 2035, ahora está en cifras récord.

Así, el responable del BdE ha urgido a elaborar un "plan pormenorizado para la corrección" de los desequilibrios presupuestarios ante el riesgo asociado a mantener niveles altos de deuda pública, sobre todo si suben los tipos. Esta corrección debería comenzar una vez que se superen las consecuencias de la pandemia, aunque si se comunica con anticipación mejorará la credibilidad de las políticas económicas, ha señalado.

El proceso de consolidación fiscal se vería "especialmente favorecido" si se combina con reformas estructurales que aumenten el crecimiento potencial de la economía. La "minuciosa" estrategia de consolidación fiscal tendrá que actuar sobre los ingresos y los gastos, ha explicado el gobernador, que ha instado a considerar "de manera más sistemática" las recomendaciones de la Airef sobre el gasto.

Retrasar la subida de algunos impuestos

De Cos ha abogado por retrasar la subida de impuestos porque la recuperación de la economía presenta "evidentes síntomas de fragilidad" y se encuentra "sometida a considerables riesgos a la baja" por la pandemia que "no aconsejan un aumento generalizado de la presión fiscal".

"Posiblemente, hubiera sido preferible retrasar la introducción de, al menos, algunas figuras hasta que la recuperación económica fuera más robusta", ha afirmado. También ha subrayado que España recauda menos por impuestos indirectos que otros países del entorno, sobre todo por la menor imposición de hidrocarburos, al tiempo que obtiene menos por el impuesto de sociedades.

Sobre la subida de sueldos públicos y de pensiones del 0,9 % recogida en las cuentas, el gobernador ha asegurado que los riesgos sobre la inflación "están sesgados a la baja", por lo que cree que esta previsión "superará claramente" la inflación final.

Esto significaría que, finalmente, estas retribuciones crecerían por encima del IPC en un contexto, ha incidido, de "importante destrucción del empleo" y de "deterioro muy acusado sin precedentes en las cuentas públicas". A su juicio, "sería más conveniente que, en lugar de incrementos salariales generalizados", se contemplaran "aumentos más focalizados" y ha citado a los trabajadores sanitarios.