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Coronavirus

Las muertes en España duplican las previsiones, aunque solo el 30% son casos confirmados con coronavirus

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Entierro de un fallecido con coronavirus, en el cementerio del Cabañal, en Valencia.
Entierro de un fallecido con coronavirus, en el cementerio del Cabañal, en Valencia.

El nuevo coronavirus COVID-19 comenzó siendo un hecho aislado en China para convertirse en la razón que mantiene en cuarentena a todo el planeta desde hace algo más de un mes. El país asiático, que poco a poco vuelve a la relativa normalidad que un fenómeno así permite, no es la primera vez que experimenta uno: en 2003, por ejemplo, un síndrome agudo respiratorio grave (SARS) provocó más de 8.000 contagios confirmados.

En el caso de España, tal y como ha destacado la clase política en los últimos días, la nación no se enfrentaba a una emergencia sanitaria de tal magnitud desde hace al menos un siglo. El Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) puede ser una herramienta útil para hacerse una idea del número de fallecimientos que se han producido en los últimos meses. Ahora bien, hará falta tiempo para hacer un análisis correcto de la situación.

El Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad, ha hecho público el historial de este estudio desde marzo de 2018 hasta el 11 de abril de 2020. En este registro, si se analiza de forma global, son apreciables picos y descensos a lo largo de todo ese tiempo. Estas subidas y bajadas se corresponden con otros fenómenos como las olas de calor -como se observa en la segunda quincena de agosto de 2018- o la temporada de gripe -del 1 al 27 de enero de 2019-, que hasta ahora eran los que más mortalidad causaban dentro de la sociedad española.

España supera en un 50% las muertes esperadas entre marzo y abril

Si se analiza el período comprendido entre el 11 de marzo hasta ese mismo día del mes siguiente, coincidiendo con el pico de la epidemia en España -y en Europa-, se ha observado un total de 54.001 defunciones, un 49,95% más de las que la institución esperaba (alrededor de las 36.000). De esas, según los datos proporcionados por Sanidad en ese mes, 16.317 fueron a causa del coronavirus, lo que supone un 30,21% del total.

En 2018, con los datos proporcionados por el Instituto de Salud Carlos III desde que tiene registros (21 de marzo de ese mismo año) hasta el 11 de abril, se observaron 25.109 defunciones, mientras que se esperaban 24.418, lo que supuso una demasía del 2,83%. En el caso de 2019, desde el 11 de marzo al 11 de abril se anotaron 35.274 decesos, un 2,12% menos de los 36.037 que se estimaban.

Volviendo a 2020, entre las comunidades autónomas, el coronavirus representa un alto porcentaje de este exceso en algunas como Madrid (63,45%), La Rioja (56,75%), Cataluña (40,23%) o Castilla-La Mancha (31,89%). En contraposición, otras como Melilla (3,92%), Canarias (6,18%), Ceuta (7,14%) o Galicia (8,53%) presentan un índice porcentual visiblemente más bajo.

Durante el período del 11 de marzo al 11 de abril, en todas las regiones se han notificado más muertes de las esperadas, aunque no al mismo nivel en unas que en otras. Por ejemplo, Murcia, Canarias y Andalucía son las que menos (37, 81 y 384 más, respectivamente). En el caso de Madrid, Castilla-La Mancha, Cataluña y Castilla y León se han producido 5.921, 2.976, 2.458 y 2.415 más en cada una de ellas.

Así han evolucionado las muertes en Galicia, Murcia y La Rioja

Al analizar los datos día a día de Murcia, Galicia o La Rioja, es posible observar algunas peculiaridades y representaciones llamativas que ejemplifican las diferencias señaladas.

Las 94 defunciones con coronavirus notificadas en Murcia entre el 11 de marzo y el 11 de abril solo representan un 9% del total de 1.049 observadas. Esta acusada distancia puede apreciarse en la coincidencia de picos al alza en las defunciones con coronavirus y a la baja en las recogidas en el MoMo en días como el 27 y el 31 de marzo; un dato que, al mismo tiempo, puede revelar un cierto retraso en las notificaciones que obliga a observar el estudio con cautela.

Esto se percibe de una forma más clara en La Rioja, donde cuanto más se acerca la recolección de datos al momento actual, más discrepancias existen entre las comunicaciones de Sanidad y las observaciones del MoMo. Allí, la diferencia más acusada entre los registros se observa el 20 de marzo, cuando el Instituto de Salud Carlos III recoge 20 decesos mientras que Sanidad informa de dos muertes con coronavirus.

Ahora bien, al contrario de lo que ocurre en Murcia, los 206 decesos con coronavirus recopilados por Sanidad suponen un 57% del total de muertes anotadas por el sistema, que fue de 363. Por este motivo, el espacio entre la curva de color azul oscuro -que representa la cifra recogida por el Instituto de Salud Carlos III- y la curva roja -correspondiente a los informes del ministerio- es más estrecho.

En Galicia, por su parte, las muertes con coronavirus son un 8,53% de todas las que se han producido entre el 11 de marzo y el 11 de abril: Sanidad ha notificado 261 muertes con COVID-19, mientras que el Instituto de la salud Carlos II ha observado 3.058 decesos en total. En cuanto a las diferencias de las notificaciones día a día, la jornada en la que son más acusadas es el 31 de marzo, con 128 muertes observadas frente a las 20 con coronavirus notificadas.

Por qué, aunque haya datos, tendrá que pasar tiempo para analizar correctamente la situación

1. Por un lado, por el retraso en la notificación de los fallecimientos. La información que se proporciona durante los fines de semana suele hablar de registros más bajos que los registrados en jornadas anteriores. Esto se debe principalmente al estado de excepcionalidad en el que se encuentra el país, pues no todos los registros civiles están operativos al 100% y no reportan los decesos a la misma velocidad que en otras ocasiones. Esta circunstancia es especialmente apreciable en La Rioja, Castilla-La Mancha y en la Comunidad de Madrid.

Además, de este fenómeno de subida y bajada también se ha percatado el Ministerio de Sanidad. Esta circunstancia, ya calificada como "efecto fin de semana" por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, es palpable también en el número de contagiados diarios por el COVID-19. Esta tardanza en la notificación provoca que en días posteriores, principalmente los martes, se produzca un repunte en la cifra de casos, a pesar de que la tendencia en las últimas semanas se encamine hacia un descenso de la epidemia en España.

2. Por otro, en la necesidad de corrección de los datos. Precisamente por el punto anterior, el Instituto de Salud Carlos III en su informe del 7 de abril puntualiza que "sobre los datos de defunciones observadas en los últimos 28 días se realiza una corrección por retraso para corregir la cifra real de defunciones notificadas". Por ello, en el 11 de abril puede haber 54.001 acumuladas, pero, días después, esa cifra puede variar si se conoce un nuevo deceso o si esa información hay que modificarla por cualquier otra causa.

3. Lo más importante: no todo el exceso de muertes se debe al coronavirus. Aunque a primera vista pueda parecer que esta causa es la que ha motivado el pico experimentado en nuestro país, hasta que no se deje pasar tiempo no podrá analizarse con cautela esta situación. Hace unos años, por ejemplo, la demasía podría achacarse a los accidentes en las carreteras de nuestro país. Sin embargo, dada la situación de confinamiento, no se trata de una explicación plausible.

En los certificados de defunción se consignan tres causas: la inmediata, la intermedia y la fundamental. Tal y como explica la doctora del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) a RTVE, aunque la primera sea -por ejemplo- una parada cardiorrespiratoria, en la tercera los médicos pueden indicar que el paciente tenía síntomas compatibles con el coronavirus, y esto lo incluiría en la categoría de sospechosos, que actualmente no se está teniendo en cuenta en los datos de Sanidad.

Este matiz ha suscitado cierta polémica sobre la fiabilidad del recuento que ha llevado al ministro de Sanidad, Salvador Illa, a explicar que los casos contabilizados en el informe diario son solo aquellos a los que se les ha hecho el test. Ahora bien, la causa fundamental del certificado de defunción es la que utiliza el Instituto Nacional de Estadística (INE)para su estudio anual sobre los decesos. Por lo tanto, la suma total de fallecidos con coronavirus más precisa solo se conocerá cuando el organismo publique su informe, algo que no suele ocurrir hasta finales de año.

Qué es el MoMo

El Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) se creó en 2004, aunque no fue hasta el año 2008 cuando se puso en funcionamiento. Su principal objetivo es observar la mortalidad en nuestro país a través de los 3.929 registros civiles informatizados del Ministerio de Justicia, los cuales facilitan información de forma diaria. Gracias a ellos, sus estimaciones proporcionan datos sobre el 93% de la población española.

Este mecanismo fue instrumentado por el departamento del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que lidera el doctor Fernando Simón para estudiar los efectos de fenómenos como las olas de calor. Por tanto, sus datos deben tomarse con cautela al tratarse de un retrato aproximado de la realidad. Además, como ya se ha mencionado, no todas las comunidades han registrado muertes en el mismo momento.