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El consumo no da la felicidad: el 'lado oscuro' del 'Black Friday'

  • La gran fiesta de las compras tiene un impacto negativo en el medioambiente y perjudica al pequeño comercio
  • Las alternativas al 'Viernes negro' en este día son variadas: desde el 'Día Sin Compras', al 'Light Friday'

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El 'Black Friday' se celebra el último viernes del mes de noviembre.
El 'Black Friday' se celebra el último viernes del mes de noviembre.

En solo unos años, el Black Friday se ha convertido en un hito del consumo en España. Llegó como el día del año en el que se podían cazar las mayores gangas -el último viernes del mes de noviembre- y se ha convertido en una fecha cada vez más extensa y ambigua que sirve como excusa a las grandes empresas para bombardear con ofertas a los compradores.

En estos días la resistencia la representan tanto las organizaciones ecologistas como las asociaciones de comerciantes, quienes advierten de que esa gran fiesta de las compras tiene un lado tan "oscuro" como su propio nombre porque perjudica al medioambiente, desequilibra las ventas del pequeño comercio y promueve un modelo de "consumo compulsivo" que genera infelicidad.

Las iniciativas que intentan contrarrestar los efectos negativos del Black Friday son variadas, pero todas coinciden en fomentar el consumo responsable y la economía social.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Un Black Friday sin compras. ¿Es posible? - Escuchar ahora

29 de noviembre, el 'Día Sin Compras'

Entre las propuestas de las organizaciones en defensa del medioambiente destaca el 'Día Sin Compras', impulsado por Ecologistas en Acción con el objetivo de “echar el freno” al sobreconsumo.

El 29 de noviembre, coincidiendo con toda intención con el día clave del Black Friday, se plantea como una fecha simbólica que contrarresta lo que esa ONG define como “Viernes Negro Para el Planeta”.

“El primer problema del Black Friday es que la oferta no está basada en cosas que necesitemos. Hace que la sociedad, abducida por las ofertas, entre en una rueda compulsiva y compre de forma acrítica”, explica a RTVE.es Charo Morán, que trabaja dentro del Área de Consumo de esa confederación que forman más de 300 grupos ecologistas distribuidos por pueblos y ciudades.

Desde esa plataforma recuerdan la “encrucijada” en la que se encuentra el planeta y proponen unir el 'Día Sin Compras' a la movilización por la Emergencia Climática y la COP 25, ya que la mayoría de compras que se hacen durante el Black Friday son de ropa y de electrónica, dos sectores que tienen un gran impacto ecológico y social.

El consumo compulsivo como factor de infelicidad

“Con una mirada cortoplacista consumimos y ya está, pero con una mirada de largo recorrido podemos ver detrás de estos productos no solo el impacto ecológico, sino también social por el modo de vida que se implanta”, señala Morán, quien considera que el modelo de consumo compulsivo es un importante factor de infelicidad humana, una teoría que cuenta con el aval de diferentes estudios psicológicos y que cuenta incluso con una página web propia.

Para esa organización, el bienestar tiene más que ver con la “riqueza y variedad de nuestras relaciones sociales” y con fomentar valores como la solidaridad y la cooperación, que con los “efímeros momentos de insatisfacción crónica” que, consideran, ofrece el consumismo.

Todas esas ideas, que fluyen como diques de contención frente al Black Friday, están detrás de las numerosas actividades que la plataforma ha organizado durante esta semana en diferentes puntos de la geografía española.

Entre ellas, talleres de reutilización o un intercambiador de ropa en Madrid; una charla sobre obsolescencia programada en Zaragoza; una acción sobre los impactos del ‘modelo Amazon’ en Bilbao; la exposición ‘¿Consumimos felicidad?’ en Barcelona; o el pasacalles ‘No-Black Friday’ en Sevilla.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Black Friday: ¿Es posible consumir de forma responsable? - Escuchar ahora

Las alternativas del pequeño comercio

En esa reivindicación de una economía más social y solidaria está también la defensa del pequeño comercio, que también sufre los efectos negativos de las celebraciones consumistas.

Los propietarios de fruterías, panaderías, zapaterías o librerías tienen que ingeniárselas en estos días para vender sus productos y a duras penas pueden competir con el aluvión de ofertas que inundan internet y los centros comerciales en esas fechas. En ese transitar a veces nacen iniciativas como el ‘Light Friday’, la alternativa de la Asociación de Comerciantes del barrio madrileño de Lavapiés al omnipresente ‘Viernes Negro’.

“Queremos que la gente consuma en cercanía, que sepa que cuando consume en el comercio de su barrio está haciendo barrio", explica a RTVE.es la presidenta de la asociación, María Esteban, sobre un proyecto al que se han unido 48 establecimientos del barrio.

Durante el 'Light Friday' -bautizado así porque el pequeño comercio es "luminoso", dicen- toda esas tiendas ofrecen ofertas de sus productos, desde prendas de vestir, hasta tatuajes, colchones o clases de costura, que no solo se dan a conocer en los propios comercios. También se publicitan a través de un catálogo que se reparte a los vecinos y con el que además se puede participar en un sorteo.

El lado más oscuro del Black Friday no es perder ventas en el mes de noviembre, es que la gente se habitúa a un tipo de compra, a esa compra por ofertas, y repercute en el tipo de consumo. Es una rueda y se pierde el ir con tu bolsa por el barrio”, añade Esteban.

Sus palabras coinciden con las que pronunció el pasado lunes durante una rueda de prensa el presidente de la patronal Comfecomerç Comunitat Valenciana, Rafael Torres, quien informó sobre el "desequilibrio" que produce el Black Friday en las ventas de Navidad de la campaña de invierno en el pequeño comercio y reclamó una regulación de las ofertas en los periodos de rebajas.

También como alternativa a esa celebración y en defensa del comercio tradicional y de proximidad, la patronal ha decidido lanzar este año una campaña a la que han llamado ‘Un Black Friday diferente’. Los comerciantes que participan en esta iniciativa han rechazado ofrecer descuentos y promociones, pero intentarán atraer a los compradores con un sorteo de 3.000 euros y con algo más valioso a lo que no se puede poner precio: atención personalizada, cercanía, y confianza.

¿Qué recomiendan a los compradores?

Estas son algunas de las recomendaciones que lanzan a los compradores los defensores del medioambiente y los pequeños comerciantes para hacer más sostenible la jornada más consumista del año:

  • Antes de comprar algo, hazte una pregunta: ¿realmente lo necesitas?
  • Compra solo lo imprescindible y hazlo en el pequeño comercio
  • Reduce el uso de bolsas, paquetes y envoltorios
  • Da prioridad a marcas "éticas" que apuesten por la sostenibilidad y el trabajo justo
  • Emplea el tiempo que dedicarías a las compras en verdaderos placeres