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La Comunidad de Madrid gastó 15 millones de euros a través de tarjetas de crédito sin control entre 2008 y 2015

  • No había regulación sobre la asignación de las tarjetas, el motivo, la naturaleza de las mismas ni límites de gastos
  • 173.000 euros se pagaron en gasto sin justificar, siendo el Ifema y Metro de Madrid las principales responsables

Por
Esperanza Aguirre e Ignacio gonzález
Imagen de archivo de 2009 de la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, junto con su entonces vicepresidente primero, Ignacio González.

La Comunidad de Madrid gastó a través de empresas públicas y dos Consejerías 15 millones de euros mediante 345 tarjetas de crédito sin control entre 2008 y 2015, periodo en el que gobernaron en la región Esperanza Aguirre e Ignacio gonzález. Así se desprende de un informe de la Cámara de Cuentas de la región, al que ha tenido acceso RTVE, realizado a petición de la Asamblea de Madrid. De ese total de 15 millones, 173.000 euros están sin justificar, siendo el Ifema y el Metro de Madrid las instituciones que más gastos suman.

Se trata de un sistema de tarjetas opacas ya que no existían, expone el documento, "relaciones, bases de datos o inventarios centralizados de tarjetas de crédito emitidas en el ámbito de la Comunidad de Madrid", lo que ha dificultado el análisis "obligando a constituir el inventario en el transcurso de la fiscalización". Además, no existe "certeza suficiente de que todas las tarjetas hayan sido localizadas".

Han sido identificadas un total de 319 tarjetas repartidas entre 47 entidades públicas y 26 en dos Consejerías -estas últimas registraron pagos de 51.000 euros-. La mayor parte de las operaciones, por valor de 10 millones de euros, se han realizado a través de tarjetas institucionales que, fundamentalmente, recogen gastos de viajes oficiales de personas distintas de aquellas que utilizan las tarjetas para realizar los pagos.

El volumen de pagos y de entidades que han dispuesto de tarjetas de crédito "se ha reducido notablemente" a lo largo del periodo fiscalizado, pasando de 4 millones de gasto en 49 centros en 2008, a 901.000 euros en 17 entidades en 2015.

Metro de Madrid es la entidad que más gastó en 2008, con un total anual de 142.000 euros, mientras que a partir de 2012 el volumen disminuye significativamente respecto al ejercicio anterior, pasando de 87.000 euros en 2011 a 2.000 en 2012, coincidiendo con una disminución del número de tarjetas que pasan de 6 a solo una.

Tarjetas sin control y falta de regulación

Según expone el documento, "no constan actuaciones de control" realizadas por la Intervención General de la Comunidad de Madrid "especialmente dirigidas a la utilización de tarjetas de crédito" en ese periodo.

Además, en varias entidades públicas "no existía separación de funciones entre la contabilidad y el control de las operaciones" debido, prosigue, al pequeño tamaño de las mismas y la escasez de personal, lo que "ha podido propiciar que la exigencia de la justificación de los pagos realizados con las tarjetas no se haya realizado de forma oportuna en el tiempo".

La última conclusión del informe es que no existía una regulación uniforme sobre la autorización de las tarjetas de crédito, los supuestos en los que corresponde la asignación de las mismas, la definición de la naturaleza y los límites de importes de los gastos para los que se autorizan, así como la posterior justificación y control de gastos y pagos.

Escándalo de las 'tarjetas black' en 2015 y cambio de normativa

Después de que saliera a la luz en octubre de 2014 escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid -las llamadas 'tarjetas black', en 2015, se aprobó el 31 de octubre de 2016 el Código Ético de los Altos Cargos de la Administración de la Comunidad de Madrid y de sus entes adscritos, por el cual todas las tarjetas denominadas 'Individuales' o 'Altos cargos' en este informe, habrían pasado a contravenir dicho Código Ético de mantenerse vigentes.

Con todo ello, la Cámara recomienda establecer una regulación general del régimen de uso de tarjetas de crédito en la Comunidad en estos aspectos. El objetivo, añade, es "establecer de forma inequívoca el vínculo entre el gasto realizado y los fines de la entidad correspondiente".

También recomienda que la Tesorería General de la Comunidad de Madrid autorice las tarjetas y elabore "un inventario centralizado de las tarjetas autorizadas".

Además, aconseja realizar "controles periódicos" sobre las tarjetas existentes por parte de los servicios de Auditoría interna o la Intervención General de la Comunidad de Madrid.