Enlaces accesibilidad

El grupo Volkswagen superó en 2017 el bache del escándalo de las emisiones al duplicar su beneficio del año anterior

  • El consorcio automovilístico alemán ganó 11.354 millones, un 120,7% más
  • Obtuvo récord de ventas, con 10,7 millones de vehículos vendidos en el mundo

Por
Varios vehículos diésel de Volkswagen aparcados en un aparcamiento de Sydney antes de ser distribuidos por Australia
El grupo alemán redujo a la mitad el gasto derivado del impacto del escándalo por manipulación de las emisiones en sus vehículos diésel.

El grupo Volkswagen ganó 11.354 millones de euros en 2017, lo que supone más que duplicar (un 120,7% más) la cifra registrada el año anterior, según los resultados presentados por la empresa este martes en Berlín. El consorcio automovilístico alemán comprende 12 marcas de automóviles distintas, entre las que se encuentra SEAT.

Este crecimiento ha sido posible, según la propia compañía, gracias al récord de ventas conseguido el año pasado. El consorcio vendió 10,7 millones de vehículos en todo el mundo, un 4,3% más que en 2016, lo que hizo que su facturación se elevara un 6,2%, hasta 230.682 millones de euros.

Sólo la matriz del grupo de Wolfsburg, Volkswagen AG, obtuvo un beneficio neto de 4.353 millones de euros en 2017, un 55,5% más que los 2.799 millones que ganó durante el ejercicio precedente.

La dirección ha señalado que los gastos especiales de la corporación por el impacto del caso del software que alteraba las emisiones de algunos modelos con motor diésel se situaron en 3.200 millones de euros, la mitad de los 6.400 millones de 2016. En esa cantidad se incluyen los costes en programas de recompra para vehículos TDI 2.0 y 3.0 litros en Norteamérica.

Los acuerdos extrajudiciales, multas y modificaciones multimillonarias en los vehículos derivadas de ese escándalo del diésel ha obligado al grupo a provisionar hasta ahora 25.800 millones de euros, de los que ya ha desembolsado 19.100 millones de euros.

Trece nuevas plantas para fabricar coches eléctricos en cinco años

En la presentación de Berlín, el consejero delegado del grupo, Matthias Müller, ha anunciado que aumentará a 16 el número de fábricas que producirán vehículos eléctricos en 2022, respecto a las tres que lo hacen ahora. En 2020, el número de fábricas que producirán eléctricos aumentará a nueve.

Ninguna de las nuevas plantas de vehículos eléctricos estará en España, según ha dicho el consejero delegado de Volkswagen, quien no ha descartado dicha posibilidad para el futuro, en caso de que se registre un aumento de demanda de este tipo de modelos en el mercado español. "La decisión la tomaremos en su momento", ha apuntado Müller.

Para 2022, la corporación prevé fabricar vehículos electrificados en un total de cinco centros en China (Changchun, Qingdao, Anting, Yizhen y Foshan) y en la localidad estadounidense de Chattanooga.

Las factorías donde ha planificado fabricar vehículos eléctricos en Europa son las de Zuffenhausen (Porsche), Neckarsulm e Ingolstadt (Audi), Hannover, Wolfsburg, Dresden, Wrezsenia y Zwickau (Volkswagen) y Mladá Boleslav (Skoda).

Müller ha explicado que Volkswagen ha llegado a acuerdos con fabricantes de Europa y China para asegurar una capacidad de baterías adecuada para ampliar la producción de eléctricos. Estos contratos tienen un volumen de unos 20.000 millones de euros y, en breve, el grupo tomará decisiones similares con fabricantes de baterías en Norteamérica.

"Los últimos meses hemos tocado todas las teclas para aplicar la hoja de ruta eléctrica rápida y de forma decisiva", ha señalado Müller.

El grupo Volkswagen quiere aumentar de forma paulatina la producción de eléctricos hasta alcanzar en 2025 los tres millones de vehículos anuales y lanzar al mercado 80 nuevos modelos electrificados, de ellos 50 eléctricos y 30 híbridos enchufables.

Este año, Volkswagen lanzará nueve vehículos electrificados, de ellos tres completamente eléctricos. Estos nueve nuevos modelos se suman a los ocho eléctricos e híbridos enchufables que ya produce el grupo. Algunos de estos nuevos modelos fueron presentados en el Salón del Automóvil de Ginebra, como el Audi e-tron, el Porsche Mission E y el I.D Vizzion.

A partir de 2019, el grupo espera lanzar cada mes un nuevo modelo eléctrico.

Casi 11 millones de vehículos producidos en sus 120 plantas

Müller ha subrayado que el "excelente" resultado financiero logrado por Volkswagen en 2017 le proporciona a la empresa una base sólida ante los "grandes desafíos y cambios radicales" a los que se enfrenta la industria automovilística.

"2017 puede ser visto como el año en que cambió nuestra perspectiva y pusimos nuestra atención en el futuro. Fue el año en que nuestro grupo volvió a la ofensiva de nuevos modelos en todos los mercados y mayores iniciativas estratégicas", ha añadido el máximo ejecutivo del grupo.

Por su parte, el director financiero de la corporación, Frank Witter, ha señalado que los resultados que registró la empresa el año pasado demuestran la transformación en la que está inmersa la compañía, subrayando que el grupo Volkswagen no cesará en sus esfuerzos para seguir mejorando en 2018.

La producción del grupo con sede en Wolfsburg también aumentó en 2017, un 4,5% más, con 10,87 millones de unidades fabricadas en sus 120 plantas repartidas por todo el mundo. A 31 de diciembre del año pasado, contaba con una plantilla formada por 642.292 empleados, un 2,5% más.

El consejo de administración y el consejo de supervisión del grupo propondrán pagar un dividendo de 3,90 euros por acción (1,9 euros más que el año pasado) por acción ordinaria, y 3,96 euros (1,87 euros más que el año pasado) por acción preferente en la asamblea general anual de la compañía del próximo 3 de mayo.

De cara a este año 2018, Volkswagen estima que sus entregas a clientes superen de forma "moderada" las registradas el año pasado. El consejo de administración también contempla que la facturación crezca un 5% y que el retorno operativo sobre ventas se sitúe entre el 6,5% y el 7,5%.

Según la dirección, los principales desafíos para la marca en 2018 son el aumento de la competencia, la volatilidad del tipo de cambio y el "problema del diésel", así como el nuevo método europeo de homologación de emisiones y consumo, denominado WLTP.