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China

Muere Liu Xiaobo, activista chino por la democracia y premio Nobel de la Paz

  • Liu pasó nueve años en prisión por su lucha en favor de la democracia en China
  • Había sido excarcelado recientemente a causa del cáncer terminal que sufría
  • Ha fallecido en un hospital del noreste del país, bajo custodia policial
  • Durante décadas, fue una de las voces más críticas con el régimen chino

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Muere Liu Xiaobo, activista chino por la democracia y Nobel de la Paz en 2010

Liu Xiaobo, el intelectual chino que en 2010 fue galardonado con el premio Nobel de la Paz por su lucha en favor de la democracia en su país, ha fallecido este jueves a los 61 años mientras permanecía bajo custodia policial en un hospital de la ciudad de Shenyang a causa del cáncer terminal de hígado que sufría, según han confirmado las autoridades de China.

Su muerte ha sido anunciada en el boletín oficial de esa ciudad, ubicada en el noreste del país, detallando que el activista, que se encontraba en los últimos estadios de su enfermedad, ha sufrido un múltiple fallo orgánico, por lo que los esfuerzos por reanimarle han sido infructuosos. El anuncio oficial también asegura que, a pesar de los diversos tratamientos probados, su cáncer había empeorado sin remedio.

Liu fue condenado en 2009 a once años de cárcel por "incitar a la subversión contra los poderes del Estado", después de suscribir la denominada Carta de 2008, un manifiesto publicado para conmemorar el 60 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos que reclamaba el respeto de los derechos humanos y la libertad de expresión en China, así como la celebración de elecciones libres.

Tras pasar nueve años en prisión, las autoridades chinas accedieron a su excarcelación a finales de mayo, tras serle diagnósticado un cáncer de hígado terminal, si bien permanecía custodiado en el Hospital Universitario Nº1 de Shenyang, en el que ha estado ingresado hasta su muerte.

Fotograma de un vídeo sin fecha difundido el 11 de julio que  muestra a Liu Xiaobo en la cama, rodeado de médicos y de su esposa, Liu Xia

Fotograma de un vídeo sin fecha difundido el 11 de julio que muestra a Liu Xiaobo en la cama, rodeado de médicos y de su esposa, Liu Xia. AFP

Sin alternativa para el tratamiento

Después de difundirse su excarcelación, ya en junio, varias organizaciones para la defensa de los derechos humanos y algunos gobiernos occidentales habían impelido a China permitir que Liu y su esposa, la poetisa Liu Xia, pudieran salir del país con el fin de que fuera tratado en el extranjero, tal como él había solicitado. Pero el Gobierno chino hizo oídos sordos y argumentó de forma insistente que no aceptaba injerencias y que Liu estaba siendo tratado por reputados oncólogos chinos.

Un disidente próximo a la familia de Liu, Ye Du, contaba entonces a AFP que el Gobierno chino pretendía mantener detenido al opositor "hasta la muerte", puesto que fuera de China, "podría expresarse políticamente como galardonado con el premio Nobel, lo que tendría un impacto negativo en el Partido [Comunista de China] y en el país".

Pese a todo, Pekín accedió a que dos médicos, uno estadounidense y otro alemán, visitaran a Liu el pasado sábado; ambos aseguraron posteriormente que su estado era estable y podía ser trasladado al extranjero. También certificaron que Liu y su familia habían pedido que le trataran en Alemania o Estados Unidos.

En sus últimos días, el primer chino galardonado con un premio Nobel ha podido estar acompañado de su mujer, autorizada a visitarle pese a que permanece en arresto domiciliario desde la detención de su marido en 2008, así como de otros familiares. Según AFP, Liu Xiaobo es el primer Nobel de la Paz que muere privado de libertad desde el pacifista alemán Carl von Ossietzky, que murió en 1938 mientras permanecía detenido por los nazis.

Liu Xiaobo cumple una condena de 11 años de prisión por pedir reformas democráticas para su país. La decisión es un varapalo al gobierno chino y por eso la reacción de Pekín ha sido muy dura.

Un tabú para el régimen chino

Su fallecimiento libra a Pekín de una de las más prestigiosas voces críticas contra el régimen comunista, pero no deja de ser una derrota, tal como subrayaba el abogado de Liu en Estados Unidos, Jared Genser: "Hoy está claro que el Gobierno chino ha perdido. Las ideas y los sueños que de Liu le sobrevivirán, se difundirán y se concretarán", afirmaba.

De hecho, el anuncio de la muerte del disidente coge en mal momento al Ejecutivo chino, en tanto que coloca el foco sobre el trato a los disidentes políticos en vísperas del XIX congreso del Partido Comunista de China, que debe renovar el mandato de Xi Jingping como líder del país, un período en el que se ha recrudecido la persecución de los opositores y activistas por los derechos humanos.

Así, las autoridades chinas han silenciado hasta el final las menciones al premio Nobel de la Paz que recibió Liu Xiaobo e incluso el Ministerio de Asuntos Exteriores ha omitido de las transcripciones de sus ruedas de prensa diarias, que se publican cada noche en su web, las preguntas que los periodistas extranjeros realizaban acerca de Liu, especialmente sobre si se le permitiría viajar fuera del país para recibir tratamiento.

Este jueves, la agencia oficial Xinhua ha emitido un despacho sobre el fallecimiento, en el que omite la concesión del Nobel de la Paz en 2010 y lo define como un "convicto en 2009 de subversión al poder el Estado". Otros medios oficiales, como los diarios Global Times, Diario del Pueblo o la Radio Internacional de China, no mencionan aún su fallecimiento o ignoran el galardón; únicamente el China Daily, que solo se escribe en inglés y tiene una edición para Estados Unidos, menciona al final de su información la concesión del Nobel, pero añade que "China considera que el galardón ofrece una imagen negativa del Comité Nobel, ya que Liu había sido convicto de crímenes contra el Estado".

El gobierno chino no ha permitido tampoco a ningún familiar acudir a recoger el galardón. Es la primera vez que esto ocurre desde 1936, cuando Adolf Hitler impidió a un pacifista alemán ir a recibir el premio.

Décadas de lucha por la libertad de expresión

Célebre escritor, aunque más conocido fuera que dentro de su país, Liu Xiaobo está considerado como uno de los ideólogos de las protestas de Tiananmen en 1989, en las que participó tras volver de Estados Unidos y retomar la enseñanza de literatura en la Universidad de Pekín. Detenido tras la represión del movimiento, pasó un año y medio en prisión sin haber sido nunca condenado.

Su compromiso abarca varias décadas, marcadas por largos períodos de detención: así, entre 1996 y 1999 fue enviado a un campo de reeducación "a través del trabajo" por pedir reformas políticas y la liberación de todos los que seguían encarcelados desde Tiananmen. En las fotos tomadas durante sus episodios de la libertad -siempre supervisada- aparece bastante delgado, con gafas de montura metálica y una frente amplia con el pelo corto.

Expulsado de la universidad y de nuevo encarcelado, no pudo asistir a la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz en 2010, en la que estuvo representado por una silla vacía y se leyó un texto suyo, fechado en diciembre de 2009: "Ninguna fuerza puede detener la búsqueda de libertad del hombre", aseguraba. Es su último texto publicado y sus libros siguen estando prohibidos en China, aunque tienen gran difusión en Hong Kong.

Espero ser la última víctima de la interminable inquisición literaria china y que de ahora en adelante nadie más sea perseguido por sus palabras

"Espero con impaciencia el día en que mi país sea una tierra de libertad de expresión […], en la que cada ciudadano podrá expresar sus opiniones políticas sin miedo y en la que nadie será perseguido jamás por haber expresado opiniones diferentes", señalaba en ese texto, antes de apostillar: "Espero ser la última víctima de la interminable inquisición literaria china y que de ahora en adelante nadie más sea perseguido por sus palabras".