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Bélgica reitera que "no está en posición" de firmar el acuerdo de comercio entre la Unión Europea y Canadá

  • Bruselas niega que haya dado un ultimátum a las autoridades valonas y belgas
  • La región belga de Valonia insiste en su rechazo el tratado
  • La ministra de Comercio de Canadá afirma que el CETA "no está muerto"

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El primer ministro de Bélgica, Charles Michel
El primer ministro de Bélgica, Charles Michel.

El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, ha reiterado al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, de que su país sigue sin poder firmar el acuerdo de comercio entre la Unión Europea (UE) y Canadá (CETA, por sus siglas en inglés), ya que ha constatado en la reunión de ministros federales y regionales que Valonia insiste en su rechazo al tratado.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo (CE), Donald Tusk, ha dicho tras hablar con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que confía en que la región de Valonia levante el veto antes del jueves. "Creemos que la cumbre del jueves aún es posible. Animamos a las partes a encontrar una solución. Aún hay tiempo", ha publicado Tusk en su cuenta de Twitter después de entrevistarse telefónicamente con el mandatario canadiense.

En el mismo sentido se ha expresado la ministra de Comercio Internacional de Canadá, Chrystia Freeland, quien ha afirmado que el CETA "no está muerto". "Canadá está preparada para firmar el acuerdo el 27 de octubre y en estos momentos la pelota está en el terreno de Europa".

La UE tenía previsto rubricar el Tratado en la cumbre UE-Canadá que se celebraría el 27 de octubre en Bruselas, aunque este plazo no es vinculante. Las negociaciones han proseguido durante este fin de semana para tratar de lograr un compromiso que satisfaga a Valonia, región con competencias en materia de política comercial internacional, que debe conceder los poderes al Gobierno federal belga para que respalde la firma del acuerdo.

El ministro presidente de la región francófona belga, el socialista Paul Magnette, ha dicho tras el encuentro de este lunes que "en las circunstancias actuales no podemos dar un sí", según declaraciones recogidas por La Libre Belgique. Magnette ha advertido de que Valonia "nunca decidirá algo bajo presión". "No estamos en contra de un tratado con Canadá, pero no queremos que se pongan en peligro las normas sociales, de medioambiente, la protección de servicios públicos y no queremos tribunales de arbitraje privados en los que las multinacionales puedan atacar a los Estados".

Mientras que la Comisión Europea (CE) ha desmentido que haya dado un ultimátum a las autoridades valonas y belgas para que tomen una decisión este lunes. "La CE no tiene costumbre de trabajar con ultimátums o plazos" ha dicho el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, quien también ha pedido "paciencia" y ha recordado la disposición del Ejecutivo comunitario a seguir ayudando para facilitar la firma del acuerdo.

La situación del CETA, que lleva preparándose siete años, es un duro revés para la política comercial de la Unión Europea en un momento en el que el bloque atraviesa una serie de crisis que han elevado la incertidumbre sobre el proyecto.

Además, la oposición ciudadana a los tratados de libre comercio ha crecido en los últimos meses, hasta el punto de movilizar a miles de personas en diferentes ciudades europeas para manifestar su preocupación porque se conceda demasiado poder a multinacionales y se rebajen los estándares de protección comunitarios.