Enlaces accesibilidad

Los usuarios de las tarjetas opacas de Caja Madrid defienden que eran práctica habitual en la entidad

  • Se emitían automáticamente y eran parte de las retribuciones de los ejecutivos
  • Caja Madrid consideró como deducibles los gastos cargados
  • Nadie se dirigió a la asesoría fiscal de Bankia para expresar dudas sobre ellas

Por
El director de Auditoría Interna de Bankia, Iñaki Azaola, en una imagen del monitor de la sala de prensa de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares
El director de Auditoría Interna de Bankia, Iñaki Azaola, en una imagen del monitor de la sala de prensa de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares.

Las defensas de los usuarios de las tarjetas opacas de Caja Madrid han tratado de demostrar, durante la segunda sesión de interrogatorio de testigos, que éstas eran una práctica habitual y normal en la entidad, que se emitían automáticamente y que formaban parte de las retribuciones de los ejecutivos.

En concreto, el que fuera secretario del consejo de administración entre 2009 y 2010, Jesús Ángel Rodrigo Fernández, ha declarado en la Audiencia Nacional que se trataba de unas tarjetas "que se expedían de forma automática, eran unas tarjetas completamente estándar".

Rodrigo, que antes de asumir la secretaría del consejo fue asesor jurídico de Caja Madrid entre 2000 y 2009, ha afirmado que nunca tuvo ninguna duda sobre estas tarjetas, y tampoco nadie le manifestó jamás objeción alguna.

Entre sus funciones como secretario del consejo tuvo que entregar alguna de las tarjetas a sus usuarios, pero "no se daba ninguna clase de instrucción", ha indicado; siempre entendió que era "una tarjeta para gastos", y no tuvo conocimiento de ninguna incidencia.

Otro de los testigos interrogados en el juicio contra 65 usuarios de estas tarjetas opacas ha sido José María Fernández del Río, que fue consejero desde julio de 1997 a julio de 2006. En su caso, se la entregó Enrique de la Torre, y "se le dijo que era una tarjeta para gastos", con un límite de 25.000 euros que nunca agotó; se trataba de una visa de libre disposición sobre la que no recibió instrucción alguna y sobre cuyos gastos no se le exigió "ninguna justificación".

La declaración del exdirector de Control de Caja Madrid Domingo Navalmoral ha sido la más controvertida de la sesión, ya que se ha referido a la oferta laboral mediante la que se incorporó a la entidad, y en la que presuntamente se mencionaba la tarjeta. Sin embargo, la Sala ha rechazado que se admita como prueba dicho documento, en el que según ha asegurado figuraba que su tarjeta era una retribución.

También ha intervenido el inspector de la Agencia Tributaria Fernando Hornillos, que ha relatado que Caja Madrid consideró como deducibles los gastos cargados, y el director de Intervención de Bankia, José Luis Sánchez Blázquez, que no ha podido aclarar si las retribuciones de los consejeros incluían o no los gastos de las tarjetas.

El director de la asesoría fiscal de Bankia, Javier Tello Bellosillo, ha afirmado que en ningún momento ningún departamento de la entidad o antes de Caja Madrid se dirigió a ellos con ninguna incidencia o pregunta relacionada con las tarjetas opacas. Durante su declaración, ha reiterado dicho que "en ningún caso existe información de que tuvieran carácter retributivo", sino de representación o de empresa.