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El FMI vuelve a rebajar dos décimas la previsión mundial de crecimiento y la deja en el 3,2%

  • También rebaja una décima el avance del PIB global para 2017, hasta el 3,5%
  • EE.UU. crecerá un 2,5% y la zona euro un discreto 1,5% este año
  • El FMI alerta sobre la incertidumbre que provoca la posibilidad del Brexit

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El FMI afirma que la recuperación global continúa pero a un ritmo cada vez más lento

El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirma que la recuperación global continúa pero a un ritmo cada vez más lento y se muestra más frágil. El organismo señala que las economías avanzadas pierden fuerza, se agudizan las tensiones geopolíticas y los emergentes no tiran del PIB mundial. Por estos motivos, ha reducido su previsión de crecimiento en dos décimas para este año y la sitúa en el 3,2%, mientras que recorta una décima para 2017, hasta dejarla en el 3,5%.

El FMI indica en sus previsiones de primavera que persisten los riesgos a la baja y que las expectativas para el próximo ejercicio están basadas en que China logre reequilibrar con éxito su patrón de crecimiento, repunte la actividad de los exportadores de materias primas, se normalicen las condiciones en las economías estresadas y se mantenga un crecimiento sostenible en los emergentes.

En concreto, el informe recuerda que Brasil (-3,8%) y Rusia (-1,8%) seguirán sumidas en la recesión en 2016 y saldrán en 2017, con el estancamiento brasileño y el avance de Moscú (0,8%). Por su parte, las economías china e india siguen alineadas con las proyecciones del fondo pero se frena el comercio. En concreto, la India crecerá un 7,5% este año y el que viene, mientras que mejora dos décimas la previsión para China (6,5% en 2016 y 6,2% en 2017).

Crecimiento discreto en la eurozona

En las economías avanzadas el crecimiento seguirá siendo modesto debido al legado de la crisis financiera, la baja productividad y las desfavorables tendencias demográficas. A lo que se suma, en el caso de la zona euro, una inflación excesivamente baja. Estados Unidos crecerá un 2,4% (2016) y un 2,5% (2017), dos décimas y una décima menos de lo previsto, respectivamente.

La zona euro también reduce en la misma medida su previsión, con un discreto avance del 1,5% (2016) y del 1,6% (2017). Alemania repite las cifras del área de la moneda única, mientras que España crece más que EE.UU. en este ejercicio, un 2,6%, y algo menos en 2017 (2,3%). El FMI pronostica un crecimiento más débil en Francia (1,1% en 2016 y 1,3% en 2017) y en Italia (1% y 1,1%).

El documento subraya que el referéndum en el Reino Unido ya ha provocado incertidumbre entre los inversores y que una salida de la Unión Europea, un Brexit, podría "dañar la economía europea y la global por la alteración de las relaciones comerciales".

Las perspectivas no son nada halagüeñas para Japón. Su economía entrará en recesión en 2017, con una caída del PIB del 0,1% (cuatro décimas peor que en la anterior previsión) y cerrará este año en el 0,5% (medio punto menos).

El bajo nivel de los precios del petróleo, que caerán un 31,6% este año, podría desestabilizar los presupuestos de los países exportadores de crudo que tendrían que hacer importantes recortes del gasto. En concreto, empeora la previsión para Nigeria en 1,8 puntos porcentuales y su crecimiento se reduce al 2,3% en 2016.

Sudamérica, "muy afectada" por la caída de las materias primas

El Fondo también señala que Sudamérica se verá "muy afectada" por la caída de los precios de las materias primas, mientras que México, Centroamérica y el Caribe se están beneficiando de la recuperación de EE.UU. y de los bajos precios del petróleo. En este contexto, el FMI prevé que México siga creciendo "a un ritmo moderado" del 2,4% este año y del 2,6% en 2017, gracias a la "robusta economía de Estados Unidos" y, también, a una "saludable demanda privada doméstica". A más largo plazo, para 2021, el FMI predice un crecimiento económico para México del 3,1%.

En Centroamérica, Guatemala crecerá un 4% este año y un 3,9% en 2017; El Salvador, un 2,5% y 2,6%, respectivamente; Honduras, un 3,5% y un 3,7%; Costa Rica, un 4,2% en los dos años; y Panamá, un 6,1% y un 6,4%. En el Caribe, el crecimiento de la República Dominicana en 2016 será del 5,4 % y en 2017 del 4,5%; y Haití registrará tasas de un 2,3% y un 3,3%, respectivamente.

La otra cara de la moneda es Sudamérica, donde la caída del precio de las materias primas y la crisis en Brasil, "más profunda de lo esperado", están arrastrando las cifras a terrenos negativos. Entre los exportadores de petróleo, Colombia crecerá este año un 2,5%, seis décimas menos que el ejercicio pasado, para recuperar el ritmo en 2017 con un 3%, mientras que Venezuela seguirá este ejercicio sumida "en una profunda recesión" ya que se contraerá un 8% este año, tras el 5,7% registrado en 2015, aunque en 2017 la recesión se reducirá a un 4,5%. Y Ecuador se contraerá un 4,5% y un 4,3%, respectivamente, en 2016 y 2017.

En Argentina, las medidas en marcha "para corregir desequilibrios macroeconómicos y distorsiones microeconómicas han mejorado las perspectivas de crecimiento en el medio plazo, pero es probable que el ajuste genere una suave recesión en 2016". Así, el FMI prevé una contracción del 1% este año, aunque en 2017 crecerá un 2,8%. En la vecina Chile, el crecimiento será del 1,5% en 2016 y del 2,1% en 2017. En Perú, donde el crecimiento alcanzará un 3,7% este año y un 4,1% en 2017, el FMI atribuye el crédito de estos resultados a la "más fuerte actividad del sector de recursos".

Aumentan los riesgos

Los riesgos de un crecimiento más débil de lo esperado han aumentado, según el FMI. El documento indica que puede aumentar la presión sobre los mercados emergentes lo que empeoraría los balances de las empresas.

Entre los riesgos a la baja, el FMI apunta que una brusca desaceleración de China podría provocar reacciones negativas en el comercio internacional, los mercados de materias primas y la confianza. En el mismo sentido, la economía mundial podría sufrir el impacto de conflictos geopolíticos, terrorismo, flujos de refugiados o epidemias globales.

La receta del FMI para minimizar los riesgos pasa por reformas estructurales, una política monetaria acomodaticia y apoyos fiscales que refuercen el crecimiento. En los emergentes, sugiere reducir las vulnerabilidades macroeconómicas, incrementar la productividad y establecer una política fiscal que permita suavizar los ajustes ante circunstancias adversas.

A nivel global, el FMI propone una respuesta política internacional coordinada antes de que se materialicen los riesgos de recesión mundial. Aboga por mejorar la estabilidad financiera y la supervisión, unida a la reforma de los organismos reguladores para evitar turbulencias. Además insta a limitar el impacto de las crisis cuyo origen no es económico con iniciativas multilaterales y el apoyo de organismos como el FMI.