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La economía francesa creció un 1,1% en 2015, su mayor repunte en los últimos cuatro años

  • La actividad económica repuntó un 0,2% en el último trimestre
  • El consumo, motor del avance anual, perdió fuerza en el último tramo del año

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Proceso de preparación de la uva para elaborar vino en una bodega de la localidad de Caillac, en el suroeste de Francia
Proceso de preparación de la uva para elaborar vino en una bodega francesa.

La economía francesa creció un 1,1% en 2015, lo que supone su mayor repunte del PIB de los últimos cuatro años.

Según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (Insee), la actividad económica del país aumentó un 0,2% en el último trimestre del año.

Este avance está en línea con las últimas previsiones del Gobierno francés, pero quedará por debajo del crecimiento del conjunto de la eurozona, que se espera crezca un 1,5%.

El consumo impulsó el avance anual

Ese comportamiento del último trimestre contradijo las líneas que se habían estado viendo durante el año. Así, en todo 2015, el principal impulsor de la recuperación fue el consumo, con un alza del 1,4%, y, en este caso, sobre todo por la energía.

Por el contrario, la inversión en términos interanuales bajó un 0,1%, mucho menos que en 2014 (-1,2%).

Las exportaciones francesas el pasado año aumentaron un 5,9%, al tiempo que las importaciones lo hicieron un 6,1%. Al final, el comercio exterior restó dos décimas al PIB, por debajo de lo que aportó en 2014 (cinco décimas).

El primer ministro, Manuel Valls, ha insistido en que el pasado año, "por primera vez desde 2011", Francia volvió a crecer a un ritmo superior al 1%, y avanzó que "el crecimiento se va a acelerar en 2016", aunque sea "todavía insuficiente". El Gobierno espera un ascenso del PIB del 1,5% para el conjunto de 2016.

Giro del último trimestre: retrocede el consumo

En su primera estimación del PIB para el cuarto trimestre, el Insee explica que en ese período se aceleró el incremento de la inversión (subió un 0,8% después del 0,1% entre julio y septiembre), mientras que el consumo retrocedió un 0,4% (había subido un 0,4% en el trimestre previo).

Los gastos en bienes en esos tres meses cayeron un 0,9% (habían ascendido un 0,7% en el tercer trimestre), en particular, en los vinculados a la energía y el vestido.

Estadística precisa que el consumo de gas, electricidad y productos petrolíferos experimentó un retroceso del 3,5%, en particular, por unas temperaturas superiores a las habituales.