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Los Veintiocho acuerdan el reparto voluntario de 40.000 demandantes de asilo

  • Bulgaria y Hungría quedan exentos por la fuerte presión migratoria que ya soportan
  • Los jefes de Estado y de Gobierno han rechazado la obligatoriedad de la medida
  • El mecanismo de distribución se fijará previsiblemente en julio

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El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y  el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras la reunión de los Veintiocho.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras la reunión de los Veintiocho.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) han acordado este jueves repartirse de forma voluntaria a 40.000 demandantes de asilo sirios y eritreos llegados a Grecia e Italia desde abril.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha anunciado al término del encuentro el acuerdo entre los Veintiocho y ha confirmado que el reparto se hará sobre una "base voluntaria" y que "quieren participar todos los Estados miembros".

De la decisión quedan exentos Bulgaria y Hungría porque los líderes consideraron que ya soportan una fuerte presión migratoria, según ha indicado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Los Veintiocho han mantenido un tenso e intenso debate sobre la fijación de cuotas de asilo para la distribución de estos refugiados durante los próximos dos años y se comprometieron a concretar el método de reparto a finales de julio.

Tusk, ha destacado el ejemplo de España en la gestión de la inmigración procedente del norte de África a la que ha dicho que se refirió expresamente el presidente Mariano Rajoy en su intervención.

Tusk ha mantenido que la solidaridad europea debe ser correspondida con las responsabilidad de los países más presionados y ha recalcado que "si las reglas no son respetadas por todos, Schengen estarán en riesgo".

Otros 20.000 refugiados en dos años

Los líderes europeos se han comprometifo igualmente a acoger a 20.000 refugiados procedentes de países no comunitarios también en el plazo de dos años.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por su parte ha indicado que el trabajo que ahora queda por delante es ver cómo se materializa ese mecanismo de distribución, pero aseguró tener "la sensación de que todos estamos de acuerdo en reubicar y aceptar a un total de 60.000 personas".

Junker ha afirmado "la Comisión Europea va a hacer todo lo posible para que la propuesta que hemos hecho siga sobre la mesa, y a finales de año propondremos un sistema definitivo".

Discrepancias en torno a la forma

Tusk y Juncker protagonizaron un enfrentamiento durante la reunión por las cuestiones migratorias ante sus discrepancias sobre el carácter voluntario u obligatorio que debía tener la medida, según indicaron fuentes europeas.

Preguntado por este enfrentamiento, Juncker ha respodido "no crean todo lo que ven en Twitter" y ha asegurado que lo importante es haber llegado finalmente a un acuerdo sobre las 60.000 en necesidad de protección internacional.

El presidente de la CE, además, ha manifestado su disconformidad con el "método de trabajo" de las últimas reuniones celebradas esta semana para negociar sobre la situación griega o el problema migratorio, en las que se ha negociado con intensidad hasta la madrugada.

"No es un método de trabajo conveniente, me revelo contra este método de trabajo. Estoy cansado, y cuando uno esta cansado no toma las buenas decisiones. Estos horarios me molestan y me impiden dormir", dijo un Juncker visiblemente molesto por la evolución de una reunión que ha rozado las 12 horas de duración, y en la que ha habido enfrentamientos entre países.

"Mayor reto" de la UE

Por su parte, Merkel ha afirmado que el problema migratorio es el "mayor reto" que ella ha visto en todo su mandato con respecto a la Unión Europea (UE) y que es ahí donde se decidirá si "Europa está a la altura" de esta tarea.

"Sobre la cuestión de los refugiados, creo que estamos ante el mayor reto que en mi mandato he visto con respecto a la UE y hemos superado una serie de desafíos, entre la crisis económica y financiera y la crisis del euro", ha señalado en la rueda de prensa posterior a la cumbre de líderes de la UE.

Merkel ha destacado que ve "una enorme tarea por delante de nosotros y aquí se decidirá si Europa está a la altura de esta tarea".

Mientras que el primer ministro italiano, Matteo Renzi, se ha mostrado satisfecho por el acuerdo y ha celebrado que el término "voluntario" no se haya incluido de forma expresa en las conclusiones del encuentro.

Renzi se muestra satisfecho

Renzi dijo estar muy satisfecho porque esta mención no figure en las conclusiones finales, y considera que esto deja la puerta abierta para tomar una decisión "en los próximos meses", pese a que los demás líderes europeos presentaron su compromiso como no obligatorio.

El primer ministro italiano considera que esto significa que "en los próximos meses vamos a decidir con la Comisión y el Consejo la reubicación de 40.000 personas", una cifra pequeña para países como Italia o Grecia pero "un primer paso". "Las discusiones hoy no han sido sobre números ni expresiones", ha añadido Renzi.

"Los principios, ideas y valores del acuerdo de Dublín forman parte del pasado", pues el presente son "valores compartidos por todos los socios europeos", consideró.

También ha asegurado que se ha abordado por primera vez "una aproximación diferente" en torno a la inmigración,  un problema mundial que "no es sólo de Italia o Grecia".

"Si pensamos que Europa es un sitio de ideales y valores, estamos dispuestos a trabajar junto a nuestros amigos y socios, pero si pensamos que Europa sólo es un sitio para hablar de problemas presupuestarios, no es la Europa que concebimos en 1957 en Roma", ha zanjado.