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El Banco Mundial alerta del cuarto año consecutivo de desaceleración en América Latina

  • El organismo estima un crecimiento del 0,8% para esta región en 2015
  • Brasil, Venezuela y Argentina cerrarán este año en recesión económica
  • Si no hay reformas estructurales, la situación podría ser "permanente"

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El Banco Mundial ha pronosticado un crecimiento del 0,8% para América Latina en 2015, lo que supone el cuarto año consecutivo de desaceleramiento económica en la región.
El Banco Mundial ha pronosticado un crecimiento del 0,8% para América Latina en 2015, lo que supone el cuarto año consecutivo de desaceleramiento económica en la región.

El Banco Mundial ha pronosticado este miércoles un crecimiento del 0,8 % para América Latina en 2015, el cuarto año de desaceleración consecutiva. El organismo, además, ha asegurado que si la región no afronta reformas estructurales está situación económica podría ser "permanente".

De acuerdo a la principal institución de desarrollo global, América Latina se ha desacelerado más que todas las demás regiones emergentes, al pasar de un 4 % de crecimiento medio en 2011 a apenas un 1% en 2014 y a un 0,8 % estimado para este año. Han apuntado que está tendencia se debe al "cambio permanente" en la coyuntura externa de bajos precios de materias primas y menor demanda global.

Los más afectados por esta debilidad en la demanda externa y precios son Brasil, Venezuela y Argentina, exportadores de materias primas, que cerrarán en recesión este año.

"La evidencia apunta a que los golpes externos que emanan de la desaceleración china y los cambios en los términos de intercambio son permanentes", ha afirmado Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial, en la reunión de primavera entre este organismo y el Fondo Monetario Internacional.

México tiene el crecimiento más "sólido"

El economista ha indicado que sin reformas estructurales a favor del crecimiento, la desaceleración podría ser permanente en el crecimiento económico de la región; y esto repercutiría en la imposibilidad de promover avances sociales significativos.

Como ejemplo, De la Torre ha explicado que el Gobierno mexicano ha puesto en práctica reformas que afectan a sectores clave como el de telecomunicaciones, el energético o el educativo, y que le sitúan en una mejor posición que al resto de países de la región: "El crecimiento del 3 % en México es sólido, pero no maravilloso", ha señalado.

Aunque también ha destacado "la mala suerte" de la economía mexicana por la caída de los precios petroleros. "Son indudables los cambios estructurales en México, pero hay mucha impaciencia. La paciencia debe ser parte de la actitud en estas reformas", ha agregado el directivo.

Varias velocidades en el continente

La realidad económica dibujada por el Banco Mundial divide al continente en varias velocidades, con los países centroamericanos sumados al grupo de México, con tasas especialmente fuertes en Panamá (6,3 %), Nicaragua (4,8 %) y R. Dominicana (4,7 %).

A continuación, economías sudamericanas que están registrando una desaceleración, pero con unos colchones más cómodos para sobrellevar estas turbulencias, entre las que figuran Bolivia (4,5 %), Colombia (3,6 %) o Ecuador (2,4 %).

Por último, en contracción, Brasil (-0,7 %), Venezuela (-5,3 %) y Argentina (-0,4 %), más afectadas por la caída de los precios de las materias primas.

Sobre Brasil, ha insistido en que el plan de ajuste fiscal lanzado por las autoridades es "el adecuado", ya que el problema que encara la economía es de "falta de confianza" y debe recuperarla para atraer de nuevo a los inversores que habían salido en los últimos años. Y esto porque había "agotado" el modelo de crecimiento basado principalmente en el consumo.

"Una nueva normalidad" tras una década de bonanza

De manera general, el reto de la región, después de una década de bonanza, pasa ahora por adaptarse a esta "nueva normalidad", en la que China crecerá por debajo del 7 % y los precios del petróleo y materias primas no volverán a los precios vistos a finales de la primera década del siglo.

Sumado a esto, y ante el escaso espacio fiscal y monetario, De la Torre ha indicado como fundamental apostar por una agenda de aumento del ahorro que permita apuntalar un tipo de cambio más débil y reducir la dependencia de ahorro externo: "Actualmente la tasa de ahorro en América Latina es unos diez puntos porcentuales más baja que la de Asia", ha concluido.