El número de cristianos asirios secuestrados por el EI en Siria supera ya los 200

• Los yihadistas han tomado 10 aldeas habitadas por cristianos
• Han separado a los hombres de las mujeres y niños, según fuentes locales
• Los kurdos avanzan en su ofensiva contra los yihadistas en Hasaka

Milicianos de las Unidades Populares de Protección (YPG) kurdas en la aldea de Tel Jumaa, en la región de Hasaka, Siria

El número de cristianos asirios secuestrados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el noreste de Siria asciende ya a 220 personas, según información del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH, una ONG con sede en Londres). La misma fuente cifró el pasado martes el número de secuestrados en 90.

Kino Gabriel, dirigente del Consejo Militar Siriaco Sirio, una milicia cristiana que opera en esa zona, ha declarado a Efe que el número podría ser muy superior, entre los 250 y los 400.

Los yihadistas han tomado 10 aldeas del noreste del país cerca de la ciudad de Hasaka, controlada por los kurdos. Las milicias kurdas se enfrentan a los yihadistas en esta provincia, rica en hidrocarburos.

Trasladados a la zona bajo control del EI

El OSDH ha afirmado que los secuestrados han sido llevados a la zona de Yabal Abdelaziz, al sureste de la localidad de Tal Tamr, donde los yihadistas tienen un cuartel. Por su parte, el presidente del Movimiento Patriótico de Asiria, Ashur Giwargis, ha asegurado a Efe que el EI ha separado a las mujeres y los niños de los hombres y que solo estos últimos han sido conducidos a esa área.

Naser Hach Mansur, portavoz del departamento de Defensa de la región autónoma kurdo siria de Al Yazira, donde se ubica Hasaka, ha asegurado a Efe que, de acuerdo con los datos de que dispone, algunos rehenes habrían sido trasladados a Hauiya y de allí a la población de Shadadi, bajo control del EI y en la frontera entre Hasaka y la provincia de Deir al Zur.

Los son un grupo étnico de mayoría cristiana que también vive en Irak y Turquía. Antes del inicio del conflicto en Siria, en marzo de 2011, había 200.000, aunque ahora solo quedan entre 15.000 y 20.000 en este país, de acuerdo con los datos proporcionados por Giwargis.

Avance de los kurdos

El secuestro de los asirios tiene lugar mientras los yihadistas se enfrentan a las Unidadades Populares de Protección (YPG), mayoritariamente nutridas por kurdos, que han arrebatado al EI el control de varias aldeas.

Según Naser Hach Mansur, las YPG se han hecho con el dominio de las localidades de Tal Shamiram, Tal Hurmuz y Tal Nasari, donde vivían algunos de los asirios secuestrados. "El avance es lento pero constante", ha declarado a Efe el portavoz militar kurdo.

Las YPG también han tomado el control de parte de la población de Guinish, en poder de los extremistas y cuyos habitantes son, en su mayoría, musulmanes suníes. Mientras tanto, prosiguen los combates en las inmediaciones de Tal Tamr.

Siria vive desde 2011 una sangrienta guerra civil que se ha cobrado la vida de unas 200.000 personas. Los yihadistas del Estado Islámico controlan amplias zonas del país y del vecino Irak.

Destrucción de patrimonio artístico milenario en Mosul

Por otra parte, el EI ha difundido un nuevo vídeo propagandístico que muestra la destrucción de decenas de estatuas del Museo de la Civilización de Mosul, en un acto de vandalismo con el que intentan justificar su visión radical del islam.

En las imágenes se puede ver cómo los miembros del grupo yihadista, provistos de grandes mazos y taladros, hacen añicos unas figuras de incalculable valor monetario y, sobre todo, cultural, en unos acontecimientos sucedidos el miércoles, según han dicho a Efe varios arqueólogos.

Ese acto vandálico es justificado por uno de los yihadistas que aparece en el vídeo asegurando que los pueblos de la antigüedad adoraban a ídolos "en vez de a Alá". También lo justifica remitiéndose a un pasaje coránico de la vida del profeta Mahoma en el que llega a la ciudad de La Meca y destruye los ídolos de las diferentes deidades locales.

El Estado Islámico destruye patrimonio histórico

El presidente de la Comisión de Turismo y Antigüedades de la provincia de Nínive --cuya capital es Mosul--, Balkis Taha, ha dicho a Efe que la mayoría de estatuas de yeso que fueron destruidas no son originales. Sin embargo, ha señalado que la mayor pérdida para la ciudad de Mosul es la figura de un toro gigante alado que fue construida por los asirios en alabastro en el siglo VII a.C, ya que representa "una de las reliquias más importantes de la civilización histórica de la localidad".

No es la primera vez que el Museo de la Civilización de Mosul es objeto de actos de pillaje, robos o destrucciones. En 2003, durante la invasión estadounidense de Irak, las principales piezas de este centro cultural fueron robadas. También cuando el año pasado el EI invadió Mosul hubo otro saqueo, recuerda la agencia.

Este tipo de atentados contra el patrimonio cultural han sido perpetrados también por grupos yihadistas que comparten la misma interpretación radical del islam en recientes conflictos como los de Mali, Libia o Siria.