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El juez impone una fianza de 16 millones a Miguel Blesa y de 3 millones a Rodrigo Rato

  • Rato afirma que la tarjeta era parte de su sueldo y estaba sujeta a retención
  • Blesa: las tarjetas eran una tradición "consuetudinaria" e institucionalizada
  • Barcoj asegura que las tarjetas 'opacas' existían antes de que él fuera consejero

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Miguel Blesa dice que las tarjetas 'opacas' ya existían cuando él llegó a Caja Madrid

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha impuesto fianzas de 16 y 3 millones de euros a los expresidentes de Caja Madrid y Bankia, Miguel Blesa y Rodrigo Rato respectivamente, para "asegurar las responsabilidades pecuniarias" y les ha concedido tres días para pagarlas si no quieren ser embargados.

Rodrigo Rato ha asegurado en la Audiencia Nacional que la tarjeta para uso personal que se le entregó el primer día que llegó a la entidad formaba parte de su retribución y estaba sujeta a retención fiscal como cualquier otro concepto salarial.

Rato, que ha devuelto los gastos cargados a Bankia y ha consignado los asumidos anteriormente por Caja Madrid, ha dicho que la tarjeta era un instrumento de pago "público y conocido" que se había adoptado para los miembros del consejo y del comité de dirección de la caja desde hacía "al menos 15 años".

La tarjeta era nominativa y estaba emitida por Caja Madrid en un contrato estándar con Visa, con lo que sus movimientos quedaban "perfectamente registrados" y "no podían ser, en ningún caso, ocultos".

La tarjeta para uso personal, al margen de la de representación, se entregaba a cada beneficiario "a iniciativa de la entidad como instrumento de pago de una parte de sus retribuciones", ha añadido.

Rato ha trasladado que la entidad conocía el uso detallado de la tarjeta y tenía en su poder, "como se ha comprobado", el detalle de cada operación, y era el departamento tributario y fiscal de la entidad el responsable y el encargado de aplicar las retenciones a las tarjetas y al conjunto de las retribuciones.

El también ex director gerente del FMI ha contado que Caja Madrid dio de alta su tarjeta el día de su incorporación a la entidad y, tras la creación de Bankia, fue ésta quien procedió a dar la baja el mismo día de su dimisión como presidente de este último grupo.

En su declaración, el exministro ha asegurado también que en ningún momento durante su presidencia ningún responsable ejecutivo o consejero le planteó dudas o cuestiones sobre las tarjetas ni sobre las partidas en que se contabilizaban los gastos de las mismas.

Aunque ha añadido que, "si, al parecer, en una inspección realizada en 2007, Hacienda planteó la necesidad de que estas tarjetas no fueran contabilizadas como gasto de la entidad", a él jamás se le hizo llegar esta circunstancia ni se lo planteó ningún miembro de la entidad.

Blesa: las tarjetas eran una tradición en la caja

También el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha defendido la legalidad de la tarjeta a la que cargó 436.688,42 euros porque era un complemento retributivo "de libre disposición" a su sueldo, aunque ha dicho que ha regularizado su situación ante Hacienda al comprobar que sus declaraciones no eran correctas.

El exbanquero, que ha declarado durante una hora como imputado ante el juez, ha afirmado que las tarjetas eran una tradición "consuetudinaria" e institucionalizada en la caja desde mucho antes de su llegada en 1996.

Asimismo, el expresidente de Caja Madrid ha afirmado, según fuentes jurídicas, que él jamás entregó a nadie ninguna tarjeta porque era una cuestión del departamento de Recursos Humanos y que, aunque sí les dio su visto bueno, él no tomaba ningún tipo de decisiones y elevaba el asunto al comité de medios.

Blesa ha llegado a la Audiencia dos horas antes de tener que declarar, en mitad de un fuerte dispositivo policial. A unos metros, un grupo de varias decenas de preferentistas que desde primera hora de la tarde proferían gritos de "ladrones" e "hijos de puta", no han reconocido al exbanquero, por lo que no se han reproducido los incidentes de otras ocasiones.

Barcoj declara que las tarjetas ya existían antes de su nombramiento

Con anterioridad, el exdirector general de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj ha asegurado ante el juez Andreu que el sistema de tarjetas opacas al fisco ya existía antes de su nombramiento como consejero de la entidad, según han informado fuentes de su defensa.

Sánchez Barcoj, quien ha declarado como imputado durante una hora y diez minutos ha negado que él creara este sistema de remuneración y ha defendido que todos sus gastos estaban justificados en relación con sus funciones como directivo de la entidad.

El exdirectivo cargó a su tarjeta de Caja Madrid un total de 484.200 euros, que consignó el pasado día 10 al remitir un cheque a la Audiencia Nacional por este importe, y otros 90.879 euros que reintegró en julio a Bankia.

El exdirector general señaló en un escrito remitido al juzgado que las tarjetas constituían una "asignación retributiva complementaria" que suponía "un aumento muy poco significativo" en relación con su sueldo y que estaban sustentadas por su "relación contractual" con la entidad. El imputado también argumenta que él no era responsable de las retenciones que deberían haberse practicado.

El fiscal sostiene que esta práctica podría constituir indiciariamente un delito de apropiación indebida y otro de administración desleal.

Caso tarjetas: puede haber delitos de apropiación indebida, administración desleal y delito societario

El magistrado, que investiga la fusión y salida a Bolsa de Bankia, ha realizado estos interrogatorios en una pieza separada en la que persigue la utilización de estas tarjetas, a las que los consejeros de Caja Madrid y Bankia cargaron gastos personales por valor de 15,5 millones de euros entre los años 2003 y 2012.