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El presidente saliente del TC defiende la "independencia" frente a la "conveniencia" política

  • Así se ha expresado Pascual Sala en su discurso de despedida al frente del TC
  • Se ha quejado en su intervención del desequilibrio entre hombres y mujeres
  • Considera una "grave anomalía" concentrar las renovaciones en tres años
  • Gráfico: Quién es quién en el nuevo Tribunal Constitucional

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El presidente saliente del TC defiende la "independencia" del tribunal

El jurista y magistrado Pascual Sala, hasta ahora presidente del Tribunal Constitucional, se ha despedido del cargo defendiendo la independencia del tribunal de garantías frente a los criterios de conveniencia política. [Ver gráfico]

"El Tribunal Constitucional es un tribunal independiente,  no es un tribunal político, ni politizado, ni sometido a directrices de partidos o formaciones políticas", ha resaltado en un discurso en el acto de toma de posesión de los cuatro nuevos magistrados del tribunal, que completan la renovación del TC.

Pascual Sala se ha quejado en su intervención del desequilibrio de su actual composición (10 hombres y 2 mujeres) que supone para el funcionamiento de este órgano concentrar las renovaciones de sus magistrados en tan solo tres años, como ha ocurrido desde 2010.

En el relevo institucional, el presidente saliente ha resaltado también el "considerable esfuerzo" hecho por el Constitucional desde hace dos años "para poner al día" no solo los recursos de amparo, "que están prácticamente normalizados", sino también del resto de los procesos atribuidos al tribunal.

Numerosas personalidades del mundo de la Justicia y el Derecho, entre ellos el ministro Alberto Ruiz-Gallardón, han asistido esta tarde a la toma de posesión de los cuatro nuevos magistrados, los propuestos nombrados por el Gobierno Enrique López y Pedro González Trevijano y los designados por el Poder Judicial Juan Antonio Xiol y Santiago Martínez Vares.

"Frente a las infundadas acusaciones de politización", Pascual Sala ha defendido la independencia del tribunal como, ha recordado, lo han hecho todos los presidentes y magistrados del Constitucional desde su puesta en marcha en 1980 y sus primeras sentencias dictadas en 1981.

Críticas "debidas y necesarias"

"Ocurre que gran parte de las resoluciones del tribunal tienen una indudable trascendencia política y, consecuentemente, mediática", ha dicho, pero parafraseando al fallecido expresidente Francisco Tomás y Valiente, "el tribunal juzga, sí, sobre controversias políticas, pero lo hace con criterios y razones jurídicas".

Según Sala, "la oportunidad política no puede erigirse en fundamento de sus resoluciones jurisdiccionales, ni determinar particularizadas excepciones a su consolidada doctrina en aras de consideraciones de conveniencia, las más veces legítimamente utilizables en el marco de la política e incluso conformes, en muchas ocasiones, con previsiones de legalidad ordinaria".

En este sentido, ha considerado que la crítica a las resoluciones del Tribunal Constitucional y de los tribunales "no son solo convenientes, sino debidas y necesarias como corresponde a cualquier acto de poder", pero esa crítica "debe producirse en función de la fundamentación que contengan y no confundirse con la descalificación o el menosprecio institucional".

Pascual Sala se ha despedido del tribunal -"supremo intérprete de la Constitución"- subrayando que tanto él como los magistrados salientes Ramón Rodríguez Arribas, Manuel Aragón y Pablo Pérez Tremps, han dedicado todo su "esfuerzo y saber" al tribunal desde 2004.

Pide equilibrio entre hombres y mujeres

Y en nombre de todos los magistrados del tribunal, se ha quejado de que en la nueva composición del TC no se haya equilibrado la presencia de hombres y mujeres "como exige la sociedad más que mayoritariamente".

También ha puesto de relieve "la grave anomalía que para el adecuado funcionamiento del tribunal" ha supuesto que tres renovaciones consecutivas de sus magistrados vayan a producirse "concentradamente en un solo periodo de tres años".

En este sentido, ha llamado la atención al Gobierno y al Poder Legislativo para corregir "con urgencia el dislate" que supone la reforma de la ley orgánica del TC que consagra "como normal" la dilación en las renovaciones de los magistrados y hace posibles "mandatos inferiores a los 9 años, inclusive inferiores a 6 como anómalamente y en la actualidad tiene asignado quienes fueron renovados en el turno del Senado".

Cumplir con los plazos de renovación

La importancia del cumplimiento de renovación de los plazos para la renovación de los magistrados y su permanencia nueve años se fundamenta, según Sala, en la necesidad de "procurar la conservación del acervo jurisprudencial" del tribunal y su actualización "continuada, progresiva y meditada", para que no haya "rupturas traumáticas".

En cuanto al trabajo desarrollado, el expresidente ha indicado que desde enero de 2011 el TC ha recibido 15.192 asuntos que se sumaron a los 19.103 pendientes hasta la fecha, y se han dictado 16.185 resoluciones y 591 sentencias

Tras el relevo, el ahora presidente en funciones, Francisco José Hernando, deberá convocar un pleno para nombrar a los nuevos presidente y vicepresidente, cuya elección está aún en el aire y, aunque es pronto para aventurar quién la ocupará, parece girar entre el moderado Francisco Pérez de los Cobos y el propio Hernando, de ideología más conservadora.