Enlaces accesibilidad

El Gobierno alemán defiende la independencia del BCE y rechaza la compra de deuda

  • El ministro de Economía dice que esa no es la misión del BCE
  • Aunque alaba las reformas que han emprendido España y Portugal
  • Respecto a Grecia, Rösler no descarta ya su salida del euro

Por

El ministro alemán de Economía, el liberal Philipp Rösler, ha defendido este domingo la independencia del Banco Central Europeo (BCE) ante las peticiones para que compre deuda española, al tiempo que ha insistido en que España está aplicando las reformas correctas para salir de la crisis.

"La independencia de nuestro BCE no se toca", ha afirmado el ministro, en una entrevista emitida por la primera cadena de la televisión pública alemana, ARD.

El cometido del BCE no es "resolver estos asuntos", ha dicho, sino "velar por la estabilidad de precios y de la situación monetaria", por lo que no debe haber nuevas compras de deuda soberana.

Rösler ha defendido, al mismo tiempo, la contribución alemana a la ayuda para capitalizar la banca española, aprobada el pasado jueves en la cámara baja (Bundestag).

"No estamos ayudando a la banca española, sino a los españoles", ha dicho, para valorar a continuación positivamente las reformas del gobierno español y recordar, asimismo, que la ciudadanía "ya está haciendo muchos esfuerzos" para superar la crisis.

Tanto España como Portugal son dos ejemplos de "buenas prácticas" en lo que concierne a las reformas emprendidas frente a la crisis, ha afirmado Rösler, y la decisión de respaldar las ayudas a la banca responde al hecho de que ésta necesita una vía de crédito para poder garantizar la estabilidad del sistema financiero.

La salida de Grecia del euro "ya no es improbable"

En el reverso de la moneda colocó en esa misma entrevista a Grecia, y ha afirmado que un abandono del país heleno de la zona euro "ya no es improbable" y ha añadido que tal posibilidad ha dejado ya de "causar espanto".

"Para mí, un abandono de Grecia del euro dejó hace tiempo de dar miedo", apunta el ministro y líder del Partido Liberal (FDP).

Hay que esperar al informe de la troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- para conocer la situación, prosigue el ministro, para añadir que, personalmente, es "más que escéptico" sobre la posibilidad de que Atenas pueda cumplir los compromisos adquiridos.

"Si Grecia no puede cumplir los compromisos, no habrá más pagos", sostiene Rösler, lo que implicará que Grecia deberá declararse insolvente.

Las declaraciones del ministro siguen a las informaciones difundidas este domingo por el semanario

 Der Spiegel,

según el cual

el FMI se plantea detener su aportación a las ayudas a Grecia

, lo que abocaría al país heleno a la insolvencia a partir del próximo septiembre.

De acuerdo con ese medio, el FMI ha advertido ya a la cúpula de la Unión Europea (UE) de que su paciencia con Grecia se ha agotado y de que, por tanto, no participará con nuevas aportaciones.

Las informaciones del semanario, que saldrá a la venta mañana, se remiten a las evaluaciones que actualmente lleva a cabo la troika acerca de Grecia y cuyos resultados se espera se conozcan en septiembre.

Regreso suave al dracma

Por su parte, los socios bávaros de la canciller Angela Merkel, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), apuntan a un regreso "suave" de Grecia al dracma.

"El estado griego debería empezar a pagar la mitad de los sueldos de sus funcionarios, las jubilaciones y otros gastos en dracmas", apunta el secretario general de la CSU, Alexander Dobrindt, en declaraciones este sábado al dominical Welt am Sonntag.

En opinión del político, representante de la formación hermanada a la Unión Cristianodemócrata (CDU) que lidera Merkel, esta forma "suave" de regresar a la antigua moneda sería mucho mejor para Grecia "que un corte radical".

Dobrindt estima que una fórmula de "moneda paralela" desatascaría el crecimiento, al tiempo que propone elaborar en paralelo una "hoja de ruta" para organizar la salida de Grecia de la zona del euro.