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La nigeriana Okonjo-Iweala, una respetada economista y veterana en el Banco Mundial

  • Es ministra de finanzas de Nigeria y ha sido directora gerente del BM
  • Su contribución ha sido "estelar", según el presidente saliente del BM
  • Su candidatura es un desafío ante el monopolio de EE.UU. y Europa

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Ngozi Okonjo-Iweala, candidata a presidir el Banco Mundial marzo 2012
Fotografía de archivo de la ministra nigeriana, Ngozi Okonjo-Iweala

La nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, ministra de Finanzas de su país y que podría convertirse en la primera presidenta del Banco Mundial (BM), es una respetada economista con una carrera de más de dos décadas en la institución, donde ha ocupado altos puestos ejecutivos.Okonjo-Iweala, de 57 añoscompetirá con el exministro colombiano José Antonio Ocampo y el doctor estadounidense Jim Yong Kim por la presidencia del BM.

Esta economista educada en la Universidad de Harvard y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts fue entre 2007 y 2011 una de los tres directores gerentes del BM, un puesto inmediatamente por debajo del de presidente y que dejó a mediados de 2011 para pasar a ser la ministra de Finanzas de Nigeria,  un cargo que ya había ocupado entre 2003 y 2006.

Durante su etapa como directora gerente del BM, supervisó de cerca las  ayudas a los países afectados por los elevados precios de los alimentos

Su contribución como directora gerente ha sido "estelar", según afirmó el año pasado con motivo de su renuncia el actual presidente del BM, Robert Zoellick, quien destacó la "apasionada" defensa de los pobres que realizó Okonjo-Iweala y su fe en el potencial de África.

Durante su etapa como directora gerente, se encargó de supervisar las operaciones del Banco Mundial en África, Europa del Este, Asia Central y los países del sureste asiático. Supervisó también de cerca los programas del BM para ayudar a los países afectados por los elevados y volátiles precios de los alimentos. Además, encabezó la última ronda de reposición de fondos de la división del organismo que ayuda a los países más pobres, en un proceso que se saldó con una recaudación récord de 49.300 millones de dólares.

Okonjo-Iweala comenzó a principios de los ochenta su carrera en el BM, donde ocupó durante dos décadas varios altos puestos ejecutivos, y también trabajó como analista en el centro de estudios Brookings Institution, con sede en Washington.

De su etapa como ministra de Finanzas de Nigeria entre 2003 y 2006 destaca su presidencia en 2005 de la iniciativa para lograr la cancelación de la deuda de 18.000 millones de dólares de su país con el Club de París.  En junio de 2006 fue nombrada ministra de Exteriores de Nigeria, un cargo al que renunció apenas un mes después por asuntos familiares.

Desafío ante el monopolio de EE.UU.

Sudáfrica y Angola han expresado este viernes su apoyo a la candidatura para presidir el BM de Okonjo-Iweala, que ya cuenta con el apoyo de su propio país.

En una rueda de prensa celebrada en Pretoria, el ministro sudafricano de Finanzas, Pravin Gordhan, y la ministra angoleña de Planificación, Ana Dias Lourenco, manifestaron su respaldo ante la propia Okonjo-Iweala, también presente.

Espero una competición con candidatos muy fuertes. ¿Me siento segura de mí misma? Totalmente

En un comunicado conjunto divulgado este viernes, Sudáfrica, Angola y Nigeria piden también que la designación del presidente del Banco Mundial sea "basada en el mérito, abierta y transparente", y subrayan que Okonjo-Iweala "tiene todas las credenciales y cualidades para ser una líder del BM excepcional".

La candidata nigeriana, por su parte, señaló: "Espero una competición con candidatos muy fuertes. ¿Me siento segura de mí misma? Totalmente."

Tras concluir este viernes el plazo para presentar candidaturas, se confirmó el nuevo desafío de los países emergentes al tradicional monopolio de EE.UU., que ha nombrado a los presidentes del BM desde su creación en 1944. Pese a la terna de candidatos, parece poco probable que el estadounidense Kim no sea el próximo presidente.

Existe un pacto tácito entre EE.UU. y Europa mediante el que se reparten la dirección de los organismos internacionales (BM y FMI) surgidos de los acuerdos de Bretton Woods en 1944. Tanto los mercados emergentes como las organizaciones no gubernamentales han insistido en la importancia de que se acabe con este acuerdo y se abra el proceso de selección de los líderes de ambas instituciones a otras nacionalidades, para reflejar el cambiante equilibrio de poder y económico del nuevo siglo.