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Bankia, CaixaBank, Ibercaja, Unicaja, Kutxabank y BMN firman el código contra los desahucios

  • Se espera que el resto de entidades de la CECA se sumen también
  • Basan su adhesión en la lucha contra la exclusión social y financiera
  • Banco Popular anuncia que también se adhiere al código

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Bankia, CaixaBank, Ibercaja, Unicaja, Kutxabank y el grupo BMN se han sumado también al código de buenas prácticas para frenar los desahucios de familias en riesgo de exclusión social. Según ha informado este jueves la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), se han adherido al código las seis grandes entidades que forman la ejecutiva de la CECA, pero "se espera" que el resto de asociadas anuncien que se suman en los próximos días.

CatalunyaCaixa y Novagalicia, ambas en manos del Estado, ya anunciaron el miércoles su intención de cumplir con el código de buenas prácticas, al igual que el Banco Santander, Sabadell, Bankinter, Cajamar y el grupo rural CRM (estos dos últimos en proceso de fusión).

Además, el Banco Popular ha anunciado que también se adhiere al código de buenas prácticas. Las filiales de la entidad que preside Angel Ron, Banco Pastor y  Targobank, también se han incorporado al código. La entidad  presidida por Angel Ron ha indicado que ya ha venido llevando a cabo por iniciativa propia medidas de refinanciación para los clientes  hipotecarios.

Lucha contra la exclusión

La CECA explica que la adhesión al código se fundamenta en que así se lucha contra la exclusión social y financiera, uno de los objetivos con los que se fundaron las cajas de ahorros, convertidas ahora en bancos.

Según la Condefederación, las entidades ya habían arbitrado soluciones específicas para aquellos clientes hipotecarios en situaciones de extrema vulnerabilidad, como refinanciaciones, periodos de carencia, daciones en pago con carácter voluntario o la adquisición de vivienda para su posterior alquiler al deudor, entre otros.

Para la CECA, la adhesión de estas entidades "tiene especial relevancia" por cuanto que las cajas están especializadas en financiar a empresas y familias, y han favorecido el acceso a la vivienda en propiedad de todas las capas de la población, un factor muy positivo para fomentar la cohesión y la estabilidad social. De hecho, la cuota de mercado de las cajas asciende al 55% en préstamos hipotecarios y en el caso de la vivienda protegida, la cuota se eleva hasta el 69%.

Se espera que a principios de abril se conozca el listado de las entidades que se han acogido al código y que, según ha reconocido públicamente el Gobierno, espera que sean muchas a pesar de las reticencias que recibió inicialmente del sector financiero.

Dación en pago como último recurso

Las familias que se encuentren en situación extrema, es decir con todos sus miembros en paro y con escasos ingresos que se dedican al menos en un 60% a la cuota hipotecaria, podrán refinanciar el préstamo con el que adquirieron su única vivienda, que no podrá valer más de 200.000 euros en las grandes ciudades ni más de 120.000 en los núcleos más pequeños.

Con la refinanciación, las familias obtendrán cuatro años en los que sólo pagarán intereses, podrán alargar el plazo de su hipoteca hasta un máximo de 40 años y pagarán un interés de euríbor más 0,25 puntos. Si después de estas medidas la cuota a pagar se sigue llevando el 60% de los ingresos con que cuenta la familia, el cliente podría pedir a su banco que estudie si aplica una quita de parte del capital pendiente de pago.

Si no recibe el visto bueno de la entidad o aún obteniéndolo, la familia es incapaz de pagar su cuota, podrá entregar la vivienda al banco y saldar con ello su deuda, recurso conocido como dación en pago. Tras la entrega de las llaves, tendrá la opción de permanecer en el piso al menos dos años en regimen de alquiler.