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El rechinar de dientes de Galileo Galilei

  • Exponen restos del astrónomo en la reapertura del Museo Galileo de Florencia
  • Fueron reencontrados por casualidad en 2009 tras un siglo desaparecidos

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Dos dedos y un diente se exponen en Florencia.
Dos dedos y un diente se exponen en Florencia.

Galileo Galilei (1564-1642) se encargó de mostrarnos el universo y luego se ocultó del mundo. El hombre que nos enseñó a mirar las estrellas se estampó contra la Iglesia. Por eso sus restos fueron depositados en una fosa poco menos que clandestina y hasta un siglo después no fueron honrados.

Más tarde, merced a un acta notarial, se sabe que de los restos se extirparon tres dedos de la mano derecha, una vértebra y un diente. Posteriormente, fueron adquiridos por un anticuario en una subasta de un relicario en 2009.

Al abrir el cofre, este hombre descubrió los restos. El índice y el pulgar de la mano derecha y el premolar se exponen en la reapertura del museo de Galileo en Florencia. Allí están también algunos de los instrumentos originales utilizados por el genial astrónomo de la Toscana. Han sido necesarios dos años de restauración y ahora se abre coincidiendo con el 400 aniversario del Siderius Nuncius, escrito donde se incluyeron teorías revolucionarias.

Las posteriores investigaciones de los expertos han determinado la pertenencia al maestro de la astronomía y han permitido arrojar luz sobre varios aspectos de la vida de Galileo.

Dolor de diente

"El desgaste de la superficie indica una tendencia al bruxismo; es decir, que mientras dormía, a Galileo le rechinaban los dientes", ha explicado el quirúrgico-dentista Cesare Paoleschi, que ha estudiado el premolar.

Además, "el diente debería dolerle bastante" ya que se aprecia una "pérdida en la fijación ósea".

Galileo vivió en el siglo XVII, un tiempo pródigo en descubrimientos científicos. Y fue el padre de algunos de los más importantes. Contradijo la teoría cósmica de Aristóteles y desafió a la Iglesia, lo que le valió el repudio eclesial aunque el Papa jamás firmara la condena de la Inquisición al científico.

Tras siglos de ignonimia, Juan Pablo II rehabilitó públicamente al astrónomo en 1992. El año pasado se celebró una muestra sobre Galileo en los museos vaticanos con motivo del Año de la Astronomía. La reconciliación hoy es un hecho.